Qué ver en Alcalá la Real en dos días
La Fortaleza de la Mota es la primera parada recomendada
En imágenes: descubre Alcalá la Real, tierra de fronteras
Alcalá la Real/Este mes de octubre es el momento ideal para visitar una de las grandes ciudades de la provincia de Jaén: Alcalá la Real. Puede que ya hayas estado en alguna edición del festival Etnosur, o visitando la imponente Fortaleza de la Mota. Tanto si es así como si todavía no la conoces, aquí te contamos cuáles son las paradas recomendadas para pasar un fin de semana conociendo esta tierra de fronteras entre el reino nazarí y el cristiano.
Día 1: Fortaleza de la Mota
Comenzar la visita por la imponente Fortaleza de la Mota es esencial. No en vano, este monumento es uno de los más visitados de la provincia. La fortaleza, que data de la época medieval, fue el epicentro defensivo en la frontera entre musulmanes y cristianos. Al pasear por sus calles es posible admirar la Iglesia Mayor Abacial, cuyas proyecciones audiovisuales narran la historia alcalaína. Además, se pueden recorrer las bodegas, las murallas y descubrir la ciudad oculta, un testimonio de las luchas por el control de esta fortificación.
Convento de las Trinitarias
La siguiente parada en el recorrido es el Convento de las Trinitarias, un convento restaurado que se ubica junto a las murallas de la Fortaleza. En su interior, se exponen piezas religiosas de gran valor, entre las que destaca el Cristo de la Misericordia, una imagen del siglo XVI. También se puede admirar una colección de bienes muebles y obras pictóricas que muestran la vida conventual de la época.
Barrio de las Cruces y San Marcos
Frente a la fortaleza, se encuentra el Barrio de las Cruces, famoso por su Vía Crucis, donde aún se conservan algunas de las cruces blancas que rememoran la pasión de Cristo. Desde aquí, es recomendable subir al Cerro de San Marcos, donde se encuentra la ermita homónima, un pequeño templo renacentista del siglo XVI. Desde el mirador del Cerro se pueden disfrutar de las vistas más espectaculares de la ciudad y su entorno, ideales para capturar la belleza natural de Alcalá la Real.
El Llanillo
Al caer la tarde, un paseo por El Llanillo es una excelente manera de terminar el primer día. Este eje comercial, que surgió a principios del siglo XX, destaca por su arquitectura colorista, con detalles de azulejo y hierro forjado. En el recorrido se encuentran importantes edificios como la Iglesia de la Encarnación y el Palacio Abacial, que permiten conocer mejor la historia arquitectónica de la ciudad.
Atalayas
Para culminar la jornada, se recomienda visitar las Atalayas. Estos antiguos torreones defensivos se dispersan por el entorno de Alcalá la Real y fueron esenciales para vigilar posibles incursiones enemigas. Algunas de estas estructuras aún se conservan, ofreciendo una vista única del paisaje andaluz al atardecer.
Día 2: Palacio Abacial
El segundo día comienza con la visita al Palacio Abacial, que hoy en día alberga el Museo y Centro de Interpretación de Alcalá la Real. Este edificio barroco, con un claustro interior de tres cuerpos, es el lugar perfecto para profundizar en la historia local y visitar exposiciones sobre la evolución de la ciudad. Además, el palacio también sirve como sede del conservatorio elemental de música, por lo que a veces es posible disfrutar de conciertos de estudiantes.
Barrio de San Juan
El siguiente destino es el Barrio de San Juan, uno de los más tradicionales de la ciudad. Este barrio es conocido por la celebración de la quema de la bruja durante la noche de San Juan, una festividad local que ha perdurado hasta la actualidad. Aquí, también se puede visitar la exposición permanente de la Hermandad del Ecce Homo, que muestra trajes y emblemas que desfilan durante la Semana Santa Alcalaína.
El Lagar de los Vinos
Para cerrar la mañana, no puedes perderte una visita al Lagar de los Vinos. Durante la época árabe, los viñedos eran predominantes en el paisaje, y en la actualidad, algunos productores locales están recuperando variedades de uva autóctonas para elaborar vino de manera artesanal. Degustar estos vinos acompañados de tapas y quesos locales es otro de los placeres de este viaje, mientras aprendes sobre el proceso de elaboración de este tradicional producto alcalaíno.
Plaza del Ayuntamiento
En la tarde del segundo día, un paseo por la Plaza del Ayuntamiento te permitirá disfrutar de la arquitectura neoclásica del edificio consistorial, que cuenta con una Torre del Reloj construida en 1803. Este curioso reloj no solo marca la hora, sino también las fases lunares, una rareza que todavía funciona a la perfección.
Iglesia de Consolación
Para finalizar tu visita, la Iglesia de Consolación es una parada obligatoria. Este es el templo principal de Alcalá la Real y está dedicado a la Virgen de las Mercedes, patrona de la ciudad. Tras el incendio de la Iglesia Abacial de la Mota, este lugar se convirtió en un importante punto de referencia para la fe católica en la región, y su altar mayor es una muestra del arte religioso local.
Con este recorrido, en tan solo dos días podrás conocer algunos de los lugares más emblemáticos de Alcalá la Real, adentrándote en su historia, cultura y sabores.
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