Visto y Oído
Celebración
Jaén del Futuro
El simple hecho de pararnos a pensar cómo queremos vernos dentro de un tiempo es una manera de planificar lo qué tenemos que hacer para conseguir ese objetivo. Y para planificar nuestro Jaén del futuro, lo primero que tenemos que hacer es olvidarnos del cortoplacismo actual, que está hipotecando el bienestar de las generaciones venideras, y marcarnos unos objetivos claros. A todos nos gustaría una provincia alegre, con una oferta educativa, cultural, laboral y económica que evite la marcha de nuestro talento, es más, que ejerza de imán y consiga atraer al de fuera. Una provincia con un desarrollo territorial equilibrado, y que sea ejemplo de apuesta medioambiental, aprovechando los paraísos naturales de los que dispone. En definitiva, el mejor sitio para vivir. Para ello debemos apostar fuertemente por la modernización de nuestro tejido productivo, realizando a la vez una rápida transición hacia un modelo de desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Para conseguirlo tendremos que hacer una apuesta decidida y contundente por la educación, de la mano de nuestra Universidad. También tenemos que multiplicar nuestros esfuerzos en I+D+I y acelerar la digitalización de nuestras empresas, con más ahínco las agrarias, y con estas últimas, aprovechar las oportunidades de la transición ecológica. No se nos puede olvidar un desarrollo territorial equilibrado asegurando el acceso a servicios al 100% de la población, mejorando las conexiones y las infraestructuras tecnológicas y reforzando la labor vertebradora de la capital y de los pueblos de tamaño medio.
También es transcendental la necesidad de implementar políticas culturales, centradas fundamentalmente en los jóvenes, para promover el desarrollo de cada territorio y hacerlo cada vez más atractivo. Tampoco podemos olvidarnos de que para mejorar la productividad es necesario reducir al máximo las distorsiones generadas por las trabas administrativas que lastran la iniciativa empresarial. La administración pública debe estar para ayudar y acompañar a la iniciativa privada. Considero fundamental una reforma de la función pública que ponga el servicio al ciudadano como objetivo,. Es difícil resumir mi opinión sobre el trabajo para conseguir que nuestra provincia sea el mejor sitio para vivir, pero parafraseando al Gran Séneca en las epístolas morales a Lucilio, “quien intenta disparar su flecha debe conocer su blanco, para luego dirigir y regular con su mano el disparo. Fallan nuestros planes porque no tienen una meta a la que dirigirse. Para el que ignora el puerto al que encaminarse ningún viento le es propicio”. Es necesario saber hacia qué Jaén vamos a centrar nuestros esfuerzos.
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