Qué complicada la normalidad para Luis Enrique

03 de junio 2025 - 03:10

Pregunta sin posible respuesta, con lo que la duda continúa y continuará por los siglos de los siglos. Es la de por qué se da tanto eso de que el nivel de profesionalidad no vaya parejo con el de educación. Ejemplos los hay a manojitos y uno de los que más enarbolaban dicho estandarte era Alfredo di Stéfano. Quizá pueda decirse que con la Saeta empezó una época en que los futbolistas se consideran estrellas y fue el prodigioso Alfredo uno de los que peor trataban al entorno. Léase entorno a los más allegados y, en lugar de honor, la prensa.

Y la enseñanza de Alfredo la siguieron muchos colegas y algunos hasta sembraron un cisma que a la postre era perjudicial para todos. Por ejemplo, en el tiempo de seleccionador de Javier Clemente no estalló una guerra civil de milagro y ahora tenemos el ejemplo de ese excepcional técnico que es Luis Enrique, martillo de periodistas bajo la acusación de que no tienen ni puta idea.

Bajo esa sentencia se ha elaborado un documental que deja al asturiano en mal lugar, pero un lugar que se contradice con su labor en el PSG. Ha hecho un equipo de autor y ha conseguido que la indecente cantidad de petrodólares gastada no haya dado réditos hasta que todo estuvo bajo su mando. Pero como aquél que si no la da a la entrada la da a la salida, ni siquiera en tiempo de euforia (5-0 al Inter y Champions para su equipo) aparca las pelillerías pendientes y sale a relucir el personaje justiciero que lleva dentro. Y es que el ADN es inmutable.

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