El PSOE de Jaén, el reloj de Beverley

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El desgaste es común en España, en Andalucía perdieron el pulso cunas históricas del socialismo patrio y aquí está Jaén, la primera provincia andaluza en apoyo al PSOE y tercera en España. Jaén es top, al menos, en este parámetro demoscópico...

El presidente de la Diputación de Jaén, Paco Reyes, saluda al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.
El presidente de la Diputación de Jaén, Paco Reyes, saluda al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. / Europa Press

16 de junio 2024 - 12:53

Mientras el común de los mortales valora si Pedro Sánchez es un viajero en el tiempo que sabe cosas que los demás ignoramos. Infalible en cuanto atisba escenarios que el resto ni imaginamos. Una especie de ser superior, dirían sus fieles, en trance psicotrópico a lo Butragueño con el gran maestre Florentino Pérez. Sus misterios, sin duda, son distintos, pero a la par inexplicables. El último cimenta su éxito en aquello de ganar y ganar de Luis Aragonés. Sánchez, sin embargo, utiliza múltiples sistemas de juego, cábalas y ábacos para convertir la victoria en lo que es y la derrota en otra patada a seguir en una cruzada contra gigantes cercanos y lejanos. Feliz, supuestamente, en la derrota, el carácter, no obstante, se avinagra y el sanchismo corre el riesgo de acabar en un movimiento fundamentalista de adhesión al líder, un “mourinhismo” con barba de tres días, donde la culpa la tienen los “capitanes” o los “barones”, según el caso.

En ese escenario, cuasi distópico, el partido, que es él y sus circunstancias, podría correr el riesgo de implosionar. En Francia lo hizo y ahora recompone sus trozos en busca del votante perdido. Ese riesgo se barrunta desde fuera, aún a riesgo de caer en la fachosfera, pero ahora también en los aledaños del PSOE se pone en duda ese “carácter perdedor”. La Plataforma Reconstrucción PSOE-A organizó un acto en “tierra santa”, en Jaén, para exigir la convocatoria de un congreso extraordinario tras la enésima derrota. Entre las voces tenores del cónclave, Fernando Calahorro, un histórico de largo recorrido, que puso letra a la música que ya se tararea: O se gana en Andalucía o no se gana en España. “Hemos pasado de granero de votos en Andalucía a un gran agujero negro”. El estribillo.

Aquí media la opción de volver a las esencias, a los pilares básicos y ahí está un manantial de fuente clara, una cascada de votos: el PSOE jiennense. Mientras al manual de resistencia del amado líder se deteriora de tanto uso, la maquinaria casi perfecta del aparato jiennense da la hora con una precisión cuántica. Caen los calendarios, pasan líderes insustituibles y ahí está el torrente de votos en cada cita electoral. El desgaste es común en España, en Andalucía perdieron el pulso cunas históricas del socialismo patrio y aquí está Jaén, la primera provincia andaluza en apoyo al PSOE y tercera en España. Jaén es top, al menos, en este parámetro demoscópico. En 54 municipios continúan ganando, con la sensación de flotar en la pista, a lo Federer, sin romper a sudar. Si el socialismo jiennense tuviera tan buen cartel como otras federaciones perdedoras... El mismo Paco Reyes optaría a una vicepresidencia del Gobierno o uno de sus “primeros espadas” (fue sin querer) a un ministerio puestos el caso. Sin embargo, es un hecho que este es un granero encasillado, como la propia provincia, a un papel secundario.

Nadie le podrá reprochar, en cualquier caso, al aparato jiennense seguir dando la hora para el partido. Como el mítico reloj de Berverley, que sin pilas y sin que nadie le dé cuerda, sigue dando la hora en el vestíbulo de un Departamento de Física en Nueva Zelanda. Desde 1864, este sí es un tic-tac fetén.

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