¿Se chanela en Sevilla?

La Barqueta

07 de febrero 2025 - 03:10

Las peñas flamencas de Sevilla casi llegaron a perderse, pero han florecido nuevas entidades y en la actualidad hay unas quince. No todas tienen local propio ni funcionan como mandan los cánones de lo jondo, pero es importante que sigan naciendo nuevas peñas y que luchen por el flamenco en nuestra ciudad, tan dejado de la mano de las instituciones públicas en muchos aspectos. La presidenta de Unión de Peñas Flamencas de Sevilla, Inés Durán, dijo el pasado martes en la radio local que “en Tokio hay más peñas flamencas que en toda España”. Para ser presidenta de una asociación de peñas no está bien informada, porque en España hay cientos de estos centros y en Tokio solo uno, que se fundó hace unos treinta años, sin local propio y que fue el que pagó el busto de Rafael Romero El Gallina en su pueblo de Andújar.

No lo digo solo por esta mujer y su desconocimiento del flamenco, pero hay que hacer algo para que haya más cultura jonda en Sevilla, porque somos la cuna o una de las dos o tres cunas fundamentales de este arte. Les parecerá extraño, pero en Sevilla hay un gran desconocimiento. Inés Durán dijo también que los japoneses saben más que nosotros, los andaluces, y tampoco es eso. Hay japoneses que chanelan y otros que no tanto, como aquí. Tampoco es verdad, digámoslo ya, que haya más afición al cante en Japón que en Sevilla. En este país la afición a lo jondo es una minoría muy minoritaria, como solía decir Antonio Mairena. Alguien dijo hace muchos años que Paco de Lucía era un ídolo de masas en Estados Unidos, y no es cierto. En una importante encuesta, la mayoría de los encuestados no sabían dónde estaba España, pocos conocían la existencia del flamenco y solo cuatro gatos sabían que existía Paco de Lucía.

Hay que proponerle a Luis Ybarra, el actual manijero de la cosa flamenca en Sevilla, que organice un ciclo de conferencias, tertulias y jornadas de estudios flamencos para enriquecer nuestra cultura jonda. Porque es increíble que haya presentadores de televisión y locutores de radio, sevillanos de cuna, que cada vez que tocan este arte sube el pan. Hay que estar muy desorientado para decir en un medio potente que Paco Candela es un maestro del cante jondo o que Miguel Poveda es el Mairena de este tiempo. Un ministro de Cultura español, Jorge Semprún, de enorme cultura, se reunió con su homólogo alemán y comenzaron a hablar de música. El español no paraba de naquerar de los músicos clásicos alemanes, para impresionarlo, y el alemán le dijo: “Pues a mí me chifla Paco de Lucía”.

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