Jiennenses fuera de Jaén, los rumanos de España

Más de 250.000 jiennenses viven fuera de la provincia, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA)

Jiennenses fuera de Jaén, los rumanos de España.

Jiennenses fuera de Jaén, los rumanos de España.

Emigrantes por decreto gubernativo. Una fuerza laboral que aporta lejos de esta tierra labrada y escasamente regada si de infraestructuras e inversiones hablamos. Carretera y manta, ese es el camino escogido por los jiennenses cuando la necesidad aprieta. Se hizo en el siglo XIX, en el XX y este no será una excepción. Si recetas ostracismo, ninguneo inversor y peso pluma político cosechas los mismos raquíticos resultados de siempre. La postal, ahora, será digital, pero sigue en blanco y negro para emborronar el paisaje colorista que nos vende el argumentario político de turno.

El dato aclara el relato de pinceladas edulcoradas y ventajistas, más de 250.000 jiennenses viven fuera de la provincia. El barroco está bien para la imaginería de Semana Santa, pero conviene cierto realismo para leer los datos que cubren nuestro horizonte. Eso sí, hay quienes prefieren vivir embriagados por los nardos de turno.  

Esta tierra de oportunidades deja de serlo cuando el político se baja del atril, la documentación se archiva y los aplausos del auditorio ya no reverberan por unos pasillos vacíos. Somos los rumanos de España, nuestro saldo migratorio está claro y apunta al cartel de salida de emergencia. El número de andaluces residentes en el resto de España se sitúa en 1.285.289, según las cifras cerradas de 2023, la mayoría de ellos, no lo duden, salen de nuestra provincia (20,7%), según el estudio “Andaluces en el resto de España”, que elabora el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA).  

Jaén sigue anclada en la copla de Valderrama, que era un canto a aquella situación española del momento. Eran otros tiempos, pero hoy aquellos territorios sí lograron revertir la situación y frenaron aquella sangría gracias al desarrollo industrial y a un impulso político que puso el foco en sus intereses. Nadie canta hoy a esa inmigración española masiva, episodio superado. Aquí esa penuria cuantificada con nombres y apellidos es un lamparón en un supuesto milagro económico y social en el que vivimos. Se tapa, como las vergüenzas. Pero son legión y vuelven, cuando pueden, por estos pueblos jiennenses que los vieron partir, quizá, parafraseando a Machado, a coger un trozo de lo que no tienen, aquellos días azules y aquel sol de la infancia.

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