Susana la predilecta

Las dos orillas

10 de julio 2024 - 03:09

Al alcalde de Sevilla parece que le ha sentado bien la cuestión de confianza. Ya lo escribí: es como el truco del almendruco. Te permite aprobar los presupuestos en segunda instancia, y sin matrimonios de conveniencia con Vox. Si a Jaume Collboni, que es del PSC, le ha salido bien en Barcelona, a José Luis Sanz, que es del PP, le podía salir igualmente bien en Sevilla. Sabido es que los socialistas tienen una habilidad extrema para aprovechar todos los resquicios legales, como se ha visto en el caso de los ERE, que ahora se ha convertido en una nueva versión del inocente-inocente, tararí que te ví. O en los defectos de forma con la amnistía de Puigdemont. Al final, es cuestión de confianza: el que confía gana la porfía. Y así Sanz se puede regocijar nombrando hija predilecta de Triana a Susana Díaz.

A los del PP siempre les ha gustado premiar a los del PSOE cuando pasan al panteón de las vacas sagradas. A los del PP les gusta premiar a Felipe, a Alfonso, a Pepote, a gente así, que son socialistas de orden. A Susana no se la puede considerar todavía una vaca sagrada, pero es socialista de orden. Aunque se pasó de frenada cuando envió a Verónica Pérez, en modo coronel, para leer la cartilla en la madrileña calle Ferraz. El experimento resultó transitorio. A resultas de lo cual, volvió Pedro Sánchez a la Moncloa, más crecido y chulito, y puso a María Jesús Montero como cheerleader para animar. María Jesús, ojú, que también es trianera, y en otros tiempos incluso parecía susanista.

El alcalde, José Luis Sanz, ha sido rotundo: “No he encontrado a ningún presidente de la Junta que viva en Triana”. Susana será lo que sea (yo ya no sé si sigue siendo algo, aparte de senadora, para mantener un sueldo), pero nadie le puede negar que es trianera. Es trianera de la calle Pureza, de colas ante la Esperanza y de pedir al Señor de las Tres Caídas para levantarse. Susana es un icono de la Triana socialista, que de vez en cuando da alguna hija ilustre, como ella, o María Jesús Montero, glub.

A María Jesús todavía no la ha nombrado José Luis Sanz trianera predilecta. Paciencia. María Jesús tiene construida una vieja leyenda que es más proclive al otro lado de Triana, al de la calle Castilla y la parroquia de la O, donde en otros tiempos hubo catequistas progres de la Hermandad Obrera de Acción Católica, trianeras, sí, como la susodicha.

No se ha explicado bien por qué los del PP dan tantos premios a los del PSOE. A la inversa no suele ocurrir.

José Luis, en plena euforia por la confianza, ha enviado un recadito al tripartito bloqueador: por los puentes se va a Triana. Puestecitos de avellanas, Susana, y tú del brazo mío.

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