En tránsito
Eduardo Jordá
¿Tú también, Bruto?
Digan lo que digan nuestros políticos y nuestros meteorólogos, el verano se acaba cuando comienza el curso escolar. Al volver los niños al colegio, cambia el mundo cotidiano para millones de personas. Se notará en las playas andaluzas, donde a partir del comienzo del colegio ya no se ven niños por las mañanas. Y en ciudades como Sevilla también, porque los abuelos y abuelas ya no llevan a sus nietos y nietas por las mañanas a los parques, a los columpios y los toboganes, que es una forma de conciliar de la que poco se habla. Cuando septiembre avanza, las calores ya no son tema de portada en los diarios ni en los telediarios, y parece como que el calentamiento se enfría un poco, hasta que llegue el veranillo del membrillo y las corridas de la feria de San Miguel, que marcan el gori gori estival definitivo.
Así que al empezar el colegio cambia la vida de los padres y madres, y de los abuelos y abuelas. Y no digamos de los niños, que vuelven a sus clases, y no sabemos si tendrán aire acondicionado, que es algo que sus padres y sus abuelos no tuvieron en sus colegios, según creo recordar. Y la consejera de Educación, María del Carmen Castillo, vivirá pendiente de que no ocurra ningún desaguisado.
Al empezar el colegio, ya no se habla de los fichajes del fútbol. Las plantillas del Betis y el Sevilla quedaron configuradas como se pudo. Y dejará de ser noticia que los aficionados del Betis lleguen al estadio de la Cartuja, como todas aquellas personas que alguna vez llegaron al estadio de la Cartuja, que no es nuevo. Ha acogido grandes eventos multitudinarios, hasta una beatificación, con la Esperanza Macarena presente. Entonces se publicó que era “la primera vez que se traslada fuera de Sevilla”. Aunque no fue a Roma, como el Cachorro. Y no se hablará de dónde ubicar el Icónica Fest, que quizás pudiera ir al estadio de la Cartuja, donde se ha visto hasta a Bruce Springsteen.
Sin embargo, lo más bonito de empezar el colegio es que ya nadie hablará de los toldos en la Avenida. ¿Para qué pusieron esos toldos en la Avenida? El alcalde, José Luis Sanz, anunció en Canal Sur Radio que ya estaban a punto los toldos en la Avenida. Y dos semanas después dijo en Radio Sevilla que no le gustaban los toldos en la Avenida, como al resto de los sevillanos. Y, además, que dieron sombra cuando habían pasado tres o cuatro olas de calor, sin que pereciera ningún turista checo achicharrado.
Con el colegio, el otoño llama a la puerta. El otoño no tiene tanta literatura como la primavera. El otoño es menos festivo y más propicio a las procesiones extraordinarias.
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