España y Gaza

13 de septiembre 2025 - 03:10

La política española ha demostrado una capacidad ilimitada para convertir cualquier cuestión en materia de enfrentamiento y de bronca entre los partidos políticos, más allá de la lógica discrepancia ideológica que fundamenta la democracia. Ocurre ahora con el grave conflicto de Gaza y con la postura que el Gobierno de España ha adoptado al respecto. Vaya por delante que el presidente Pedro Sánchez se ha situado en una actitud que merece ser valorada: frente a la postura evasiva y meliflua de la Unión Europea, el mandatario español ha mantenido con contundencia que lo que está haciendo Israel va mucho más allá de una guerra convencional o de la respuesta a una execrable agresión terrorista para entrar de lleno en el terreno del genocidio y de los crímenes contra la humanidad. Sánchez se ha enfrentado abiertamente a Netanyahu y ha puesto en marcha una serie de medidas que, aunque no van mucho más allá de lo simbólico, sí dejan clara la condena a los incalificables métodos que se están utilizando contra la población civil de Gaza, que no pueden dejar indiferente a ninguna conciencia. Se supone que el Partido Popular comparte también el horror por el sufrimiento que se está infligiendo a los gazatíes, con decenas de miles de muertos en medio de una destrucción devastadora. Pero en esta cuestión centra sus esfuerzos en abrir un nuevo frente de confrontación con el Gobierno o negar que a lo que está ocurriendo se le pueda poner la etiqueta de genocidio. De paso, alimenta el jaleo diario con la acusación de que Sánchez utiliza Gaza para echar una cortina de humo que distraiga la atención de los casos de presunta corrupción que lo rodean y que afectan a su entorno más íntimo. Sin descartar que esta sea una de las derivadas, la situación de los palestinos es lo suficientemente alarmante para pedir que España no se quede callada y actúe con seriedad.

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