La voz de León XIV

Editorial

20 de mayo 2025 - 03:09

Con la misa de inicio de pontificado celebrada el pasado domingo en la Plaza de San Pedro, ante más de 200.000 personas y representaciones de 150 países, pueden darse por concluidas las ceremonias que marcan el cambio de Papa. A partir de ahora, empieza de forma efectiva una nueva etapa en la Iglesia católica que estará regida por el magisterio de León XIV. Tanto en la esperada homilía que pronunció en la misa del domingo como en todas las intervenciones que ha tenido desde que fue elegido por el cónclave, el nuevo pontífice ha dejado claro que no llega para hacer un cambio radical que rompa con el legado de Francisco, pero sí ha evidenciado un cambio de estilo perceptible no solo en sus palabras, sino también en muchos de sus gestos. León XIV llega al Vaticano convencido de que la Iglesia necesita un esfuerzo de unidad. Primero el largo pontificado de Juan Pablo II y después el del propio Francisco han abierto brechas que amenazaban la estabilidad de la institución en la que cientos de millones de católicos reconocen un liderazgo espiritual y ético incuestionable. Ese esfuerzo de unidad tiene que suponer también, para León XIV, un reforzamiento del compromiso de la Iglesia con los marginados y los que sufren, de ahí sus críticas directas a un “paradigma económico que explota los recursos de la tierra y explota a los más pobres” o su alusión vehemente a las víctimas de los ataques israelíes contra Gaza y su petición de una paz justa y duradera en Ucrania. En un mundo que se enfrenta a la construcción de un nuevo orden internacional, la voz de la Iglesia debe resonar con claridad porque ninguna otra instancia es capaz de representar con tanta fuerza los anhelos de paz, seguridad y progreso. León XIV se enfrenta a un pontificado que estará lleno de lleno de retos y dificultades. Una Iglesia unida, influyente y con mensajes claros es más necesaria que nunca.

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