La tribuna

¿Salvar al pueblo del pueblo?

¿Salvar al pueblo del pueblo?
Julián Aguilar García
- Abogado

Salvar a la democracia de la democracia?, pregunta más interesante porque implica cuestionar qué es la democracia, si el mero gobierno del pueblo, de lo que decida la mayoría, o si se debe exigir algo más. En puridad la democracia, etimológicamente, radica en que pueblo tenga el poder. Y cabe dudar de si el poder lo tiene el pueblo o lo tiene muy limitadamente porque sólo puede elegir de entre las opciones que se le presentan, impuestas a su vez por dos o tres señores que deciden en los únicos partidos políticos susceptibles de gobernar. Y, de otro lado, los representantes directamente elegidos por el pueblo luego no pintan nada. El legislativo (me refiero al Congreso, lo del Senado ya ni les cuento), teóricamente importantísimo, en la práctica –se está viendo en esta legislatura más claro que nunca– es irrelevante o, incluso, pernicioso, porque el único poder relevante, el ejecutivo, para poder mantenerse impone a sus correligionarios del legislativo que aprueben lo que sea. Mejor sería que no aprobaran nada. Vivimos más en una partitocracia donde el poder lo –diría– detentan partidos que a su vez son escasamente democráticos.

Pero quería hablar de la creciente pretensión, en distintos países (o, desde la UE, hacia distintos países), de prohibir determinados partidos, muy votados por los ciudadanos. No es un tema fácil. Pongamos un ejemplo.

En Alemania, Alternative für Deutschland (Afd) sería el partido más votado hoy. Los servicios de inteligencia (en general opacos y huidizos al control) alemanes la califican de extremista y de ser incompatible con el orden democrático. No lo sé, puede ser. Y además en Alemania tienen el precedente de la subida al poder del partido nacional socialista por medio de las urnas. Luego no es que yo descarte la hipotética conveniencia de prohibirla pero ¿quién lo decide? ¿unas élites de otros partidos, con conflicto de interés? ¿jueces? Porque se trataría de hurtar al pueblo su poder decisión, por desconfianza –no sin razón, tal vez– en el criterio del pueblo. En vez de argumentar bien que AfD sería una mala solución a largo plazo y de revertir los problemas que hacen que AfD crezca, se pretende simplemente prohibirla como partido. ¿Y si AfD llega al poder y promueve la prohibición de otros partidos porque desde su punto de vista, aun de buena fe, esos otros partidos son perniciosos para su país? ¿Se vería con los mismos buenos ojos?

Y, ¿por qué sólo se plantea esta cuestión respecto de partidos de extrema derecha y no de izquierda extrema? El comunismo es responsable de más muertos en la historia que ninguna otra ideología y nunca ha sido, ni pretendido ser salvo de nombre, democrático. Y rara vez ha accedido al poder o se ha mantenido en él por las urnas. Ni ha renegado aún de sus precedentes ni presentes dictatoriales. ¿Lo prohibimos también?

Camino peligroso y tema difícil. Creo que sería un mal precedente el de la prohibición de partidos salvo, si acaso, los activamente proterroristas.

También te puede interesar

Lo último

stats