Una voz inmortal
Mapa de Músicas | Dietrich Fischer-Dieskau. 100 años
Con motivo del centenario de Dietrich Fischer-Dieskau, su discípulo Benjamin Appl rescata su legado en un álbum que recorre vida, testimonios y grabaciones históricas
La figura de Dietrich Fischer-Dieskau (Berlín, 1925 – Starnberg, 2012) trasciende la de un simple cantante. Fue un barítono excepcional, un intelectual y un artista polifacético que exploró la pintura, la dirección orquestal y la escritura. Pero es su voz, particularmente en el terreno del lied, la que ha conquistado la inmortalidad. Para celebrar el centenario de su nacimiento, Benjamin Appl, barítono germano-británico y uno de sus últimos discípulos, presenta un álbum singular en el sello Alpha. Más que un homenaje convencional, este libro-disco es un recorrido personal por la vida y obra de Fischer-Dieskau, enriquecido con documentos inéditos, que incluyen fotos, recortes de prensa, programas de mano, contratos, fragmentos epistolares, apuntes personales, cuadros, dibujos, recuerdos…
La trayectoria de Fischer-Dieskau es un reflejo del turbulento siglo XX. Nacido en el seno de una familia culta –su padre era director de escuela y compositor aficionado; su madre, una pianista que anhelaba ser cantante– en un pueblo (Zehlendorf) que acabó convertido en un barrio de Berlín, su talento se manifestó pronto. Aprendió su primer lied, Wie bist du, meine Königin de Brahms, en las aulas escolares. Su primer recital público, nada menos que con el Winterreise de Schubert, tuvo lugar en 1942 y fue interrumpido por un bombardeo aliado, un presagio del caos que definiría sus años formativos.
La guerra lo arrancó de sus estudios y lo envió al frente oriental. Fue capturado por los estadounidenses en Italia en 1945, y pasó dos años de cautiverio, que acabaron por forjar al artista. En el campo de prisioneros se convirtió en animador cultural, organizando recitales con partituras encontradas, reconstruidas o improvisadas. Un compañero de cautiverio le escribió décadas después agradeciéndole aquellos conciertos que “nos arrancaron de nuestras tristes vidas de presos”. Esa experiencia de cantar como un acto de resistencia y consuelo humanizador marcaría para siempre su enfoque de la música. A su regreso en 1947 a un Berlín devastado, su carrera despegó con una velocidad meteórica. Debutó en la ópera como Posa en Don Carlo de Verdi y pronto se convirtió en el barítono lírico alemán de referencia en roles de Mozart, Wagner, Verdi y Richard Strauss. Pero fue en el escenario más íntimo del lied donde su genio encontró su expresión más profunda y revolucionaria.
Fischer-Dieskau redefinió la interpretación del lied, introduciendo en el género una intensidad dramática, una profundidad psicológica y una atención al texto poético sin precedentes. Para él, cantar un lied era como actuar en una ópera en miniatura. Cada canción era un universo emocional completo, que exploraba con una paleta de colores vocales, dinámicas y matices expresivos inagotables. Su colaboración legendaria con el pianista Gerald Moore elevó el papel del acompañante a una verdadera sociedad artística de iguales. Su curiosidad era insaciable. No solo grabó integrales de referencia de Schubert, Schumann, Brahms y Wolf, sino que fue un obstinado promotor de la música de su tiempo. Estrenó obras capitales del siglo XX, como el War Requiem de Benjamin Britten –que le escribió personalmente para ofrecerle la parte de barítono y después le dedicaría sus Songs and Proverbs of William Blake– y ciclos de compositores como Samuel Barber, Aribert Reimann y Hans Werner Henze.
La vida personal del artista estuvo marcada por algunas tragedias profundas: la muerte de su padre en 1937, que descargó en su madre la crianza de tres adolescentes –él era el menor– en momentos muy difíciles; la de su hermano Martin, epiléptico, en 1944, víctima del programa de eutanasia nazi, con él en el frente; la de su primera mujer, la violonchelista Irmgard Poppen, justo después del nacimiento de su tercer hijo (Manuel) en 1963; en fin, la de su madre, sólo tres años más tarde. Tras la muerte de Irmgard, su vida afectiva vivió tiempos de marasmo: el matrimonio con la actriz Ruth Leuwerik duró sólo dos años (1965-67) y fue seguido por su boda con Kristina Pugell, una joven americana, hija de un profesor de canto, con la que convivió entre 1968 y 1975. Sólo el encuentro con la soprano húngara Julia Varady (1941), con la que se casó en 1977, le trajo la calma. Varady lo acompañó hasta su muerte.
En el centenario de su nacimiento, los homenajes han llegado desde muchos frentes. Warner, por ejemplo, le ha dedicado una antológica recopilación de 80 cedés. Lo de Benjamin Appl es diferente. For Dieter es un álbum de familia. Los 32 temas que el barítono anglogermano interpreta aquí en compañía del pianista sudafricano James Baillieu, se han dividido en quince secciones que recorren la biografía del insigne artista berlinés. Desde el An die Musik de Schubert, que cantó como prisionero de guerra y abre el disco como simbólico testimonio de amor a su arte, hasta el Requiem de Schumann que lo cierra, Appl repasa buena parte de los intereses del cantante, incluyendo un tema inédito de su padre Albert y tres de su hermano mayor, Klaus. La selección es en cualquier caso sorprendente, pues apenas está representado Schumann (sólo en el corte final), aunque hay un lied de Clara y otro de Fanny Hensel, pero nada de Mendelssohn; no aparecen ni Strauss ni Mahler, pero sí Bruno Walter; está por supuesto aquel lied escolar de Brahms, más Schubert, Wolf, Korngold, Loewe, Eisler, Reimann, y también Debussy, Chaikovski o Sinding (los tres, en alemán), Britten, Barber…
Appl no es Fischer-Dieskau, y no intenta imitarlo, pero su interpretación es personal y reflexiva, y está impregnada de gratitud y comprensión profunda por el legado de su mentor. En noviembre los sevillanos podrán comprobarlo, pues la gira de presentación de este álbum traerá a Benjamin Appl y James Baillieu al Espacio Turina, una oportunidad única de revivir el inmortal arte del más grande cantante de lieder de todos los tiempos.
La ficha
FOR DIETER: THE PAST AND THE FUTURE (HOMMAGE À DIETRICH FISCHER-DIESKAU)
PRÓLOGO
Franz Schubert (1797-1828): An die Musik D547 (Schober)
INFANCIA EN BERLÍN
Albert Fischer-Dieskau (1865-1937): Heidenröslein del singspiel Sesenheim (Goethe) *
Klaus Fischer-Dieskau (1921-1994): Nocturne I, Op.1 nº1 (fragmento) [Dedicada a su madre] * / Wehmut Op.3 nº 2 (Goethe) *
ADOLESCENCIA Y PRIMEROS PASOS COMO CANTANTE
Johannes Brahms (1833-1897): Wie bist du, meine Königin Op.32 nº9 (Daumer)
UN SOLDADO EN LA GUERRA. 1943-45
Hugo Wolf (1860-1903): Andenken (Matthisson)
Erich Wofgang Korngold (1897-1957): Liebesbriefchen Op.9 nº4 (Honold)
Franz Schubert: Strophe aus Die Götter Griechenlands D677 (Schiller)
Aribert Reimann (1936-2024): Tenebrae (Celan)
UN PRISIONERO DE GUERRA. 1945-47
Claude Debussy (1862-1918): Schöner Abend L. 84 (Bourget/Fischer-Dieskau)
Christian Sinding (1856-1941): Sylvelin, Op.55 nº1 (Vislie/Henzen)
Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893): Nur wer die Sehnsucht kennt Op.6 nº6 (Goethe)
Eduard Künneke (1885-1953): Ich bin nur ein armer Wandergesell (Haller/Rideamus)
REGRESO A CASA EN 1947
Fanny Hensel (1805-1847): Ach, die Augen sind es wieder (Heine)
Hanns Eisler (1898-1962): Die Heimkehr (Brecht)
Klaus Fischer-Dieskau: Aus Schmerzen und Freuden geboren Op.22 nº1 (Dietrich Fischer-Dieskau) *
EL NACIMIENTO DE TRES HIJOS
Bruno Walter (1876-1962): Des Kindes Schlaf (Eichendorff)
ACOMPAÑANTES DE CANCIONES Y AMIGOS
Franz Schubert: An mein Klavier D342 (Schubart)
Benjamin Britten (1913-1976): Proverb III de Songs and Proverbs of William Blake Op.74 (Blake)
LA AMARGA PÉRDIDA DE IRMEL, SU PRIMERA ESPOSA, EN 1963
Carl Loewe (1796-1869): Süßes Begräbnis Op.62 nº4 (Rückert)
LA MUERTE DE SU MADRE THEODORA EN 1966
Hanns Eisler: Mutterns Hände (Tucholsky)
VIDA MARITAL (RUTH LEUWERIK, 1965-1967; KRISTINA PUGELL, 1968-1975; JULIA VARADY, 1977-2012)
Franz Grothe (1908-1982): Fragmento de música para la película Vater braucht eine Frau
Franz Schubert: Liebhaber in allen Gestalten D558 (Goethe)
Clara Schumann (1819-1896): Liebst du um Schönheit Op.12 nº2 (Rückert)
ENCARGOS Y ESTRENOS
Benjamin Britten: Hörnersang del War Requiem Op.66 (Owen/Fischer-Dieskau)
Samuel Barber (1910-1981): Three Songs Op.45 (1974): Now I Have Fed and Eaten Up the Rose (Keller/Joyce) / A Green Lowland of Pianos (Harsymowicz/Miłosz) / O Boundless, Boundless Evening (Heym/Middleton)
DOCENCIA Y EXPERIENCIAS PERSONALES
Franz Schubert: An die Laute D905 (Rochlitz)
Hugo Wolf: Sterb’ ich, so hüllt in Blumen meine Glieder (Heyse)
ADIÓS A LAS ESCENAS
Carl Maria von Weber (1786-1826): Meine Lieder, meine Sänge Op.15 nº1 (Löwenstein-Werthheim)
EPÍLOGO
Robert Schumann (1810-1856): Requiem Op.90 nº7 (Dreves)
[* Primeras grabaciones mundiales]
Benjamin Appl, barítono
James Baillieu, piano
Bartolomeo Dandolo Marchesi, violonchelo [en el Op.22 nº1 de Klaus Fischer-Dieskau]
Alpha
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