Así fue el interregno y cónclave de 2013 en el que se eligió al papa Francisco

Un momento de la misa 'Pro eligendo romano Pontífice', previa al comienzo del cónclave, oficiada por el cardenal Sodano.
Paz Seco

07 de mayo 2025 - 06:31

El 11 de febrero de 2013 marcó el inicio de un período histórico para la Iglesia Católica: Benedicto XVI anunció su renuncia al papado, un hecho que no ocurría desde 1415, cuando Gregorio XII decidió abdicar. Este gesto inédito en la era moderna puso fin a la idea del pontificado vitalicio y abrió un interregno lleno de incertidumbre, expectativa y simbolismo, que culminó con la elección del papa Francisco el 13 de marzo de ese mismo año.

Durante cinco semanas, el Vaticano se convirtió en el epicentro de la atención mundial. La renuncia de un papa en pleno siglo XXI, con todas las implicaciones que ello conllevaba, eclipsó incluso eventos políticos de gran relevancia, como las elecciones generales en Italia, donde emergió con fuerza el Movimiento 5 Estrellas (M5E). La trascendencia de este acontecimiento religioso superó cualquier otro tema en la agenda global.

Benedicto XVI, de 85 años en aquel momento, justificó su decisión alegando que su edad y su deteriorada salud le impedían continuar ejerciendo el ministerio petrino con la energía necesaria. Sin embargo, su renuncia no estuvo exenta de controversias. Los últimos años de su pontificado estuvieron marcados por escándalos como los casos de pederastia, las irregularidades financieras en el Vaticano y el famoso Vatileaks, en el que su mayordomo, Paolo Gabriele, filtró documentos confidenciales que revelaban tensiones internas.

El proceso de transición fue complejo y requirió decisiones sin precedentes. ¿Cómo se llamaría al papa emérito? ¿Dónde viviría? ¿Qué vestimenta usaría? Finalmente, se acordó que Benedicto XVI conservaría el título de "Papa emérito", vestiría de blanco y residiría en un antiguo convento dentro del Vaticano.

El portavoz de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, desempeñó un papel crucial durante este período. Con habilidad y tacto, gestionó la avalancha de preguntas de periodistas de todo el mundo, convirtiendo cada rueda de prensa en una lección de historia, derecho canónico y liturgia.

El 28 de febrero, Benedicto XVI abandonó el Vaticano en un helicóptero blanco rumbo a Castel Gandolfo, su residencia temporal. Las imágenes de su partida, con el sol poniéndose sobre las colinas romanas, tuvieron gran trascendencia internacional. Desde el balcón de Castel Gandolfo, el papa emérito se despidió con palabras que resonaron profundamente: "Soy simplemente un peregrino que inicia la última etapa de su peregrinaje en esta tierra".

Así fue el Cónclave de 2013

El Cónclave de 2013, que eligió al papa Francisco, comenzó el 12 de marzo en la Capilla Sixtina. Tras cinco votaciones, el 13 de marzo a las 19:05, los 115 cardenales electores eligieron al cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como el papa número 266 de la Iglesia Católica. Este hecho histórico lo convirtió en el primer papa latinoamericano y jesuita.

El proceso fue excepcional, ya que fue el primer cónclave en más de 600 años convocado por una renuncia (la de Benedicto XVI) y no por una muerte. Gracias a un motu proprio firmado por Benedicto XVI, el Cónclave se adelantó, ya que la mayoría de los cardenales ya estaban en Roma desde el 28 de febrero.

El 13 de marzo, tras cuatro votaciones sin resultado, la quinta votación dio lugar a la fumata blanca. El protodiácono Jean-Louis Tauran anunció la elección de Bergoglio, quien tomó el nombre de Francisco. Su elección fue celebrada mundialmente, especialmente en Argentina, y generó una enorme repercusión en redes sociales, con más de 130.000 mensajes por minuto en X (anteriormente Twitter).

Este cónclave marcó el inicio de un pontificado que ha buscado reformar la Iglesia y acercarla a los fieles, consolidando a Francisco como un símbolo de humildad y cambio.

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