Ivo Andrić, el contador de historias

En este 2025 se ha cumplido el 50 aniversario de la muerte del Nobel yugoslavo, y Xordica publica la novela corta ‘El patio maldito’ junto a varios relatos y reedita ‘El elefante del visir’.

El Premio Nobel yugoslavo Ivo Andrić.

La ficha

El patio maldito. Ivo Andrić. Traducción del serbio de Marc Casals. Xordica. 390 páginas. 24,95 euros

El elefante del visir (2ª edición). Ivo Andrić. Traducción del serbio de Luisa Fernanda Garrido y Tihomir Pištelek. Xordica. 296 páginas. 21,95 euros

Al Premio Nobel yugoslavo Ivo Andrić (Dolac-Travnik, Bosnia, 1892-Belgrado, Serbia, 1975) se le asocia sobre todo con la que fuera su novela más famosa, Un puente sobre el Drina, auténtica épica coral y friso de historias extraídas del acervo oral. Junto con Crónica de Travnik y La señorita, Un puente sobre el Drina forma parte del gran ciclo narrativo de Belgrado, desarrollado por el autor –y casi en régimen de confinamiento– en un inmueble de la capital serbia, mientras acontecía la noche oscurísima de la ocupación nazi. Sus tres grandes novelas se publicaron, de una tacada, en 1945, hace ahora 80 años.

En este 2025 que agoniza se ha cumplido el 50 aniversario de la muerte del otrora diplomático y único Premio Nobel de la ex Yugoslavia, aquel constructo que se diluyó entre el odio y la sevicia (este año también se cumplen 30 años del fin de la guerra de Bosnia-Herzegovina). Por tal razón, la editorial Xordica ha publicado, en traducción del serbio por parte de Marc Casals (asunto no menor cuando se habla de las lenguas eslavas del sur), la novela corta El patio maldito, a la que se han añadido varios relatos nunca antes traducidos. Asimismo, se ha reeditado, con ocasión del 50 aniversario, El elefante del visir, otra de las fábulas más conocidas de Andrić, ambientada también en Travnik, el escenario de su otra gran novela Crónica de Travnik. Se cuenta en ella una historia fabulada en torno a un cruel visir y un elefantito caprichoso que despierta la inquina de los lugareños. El relato, a su vez, aparece en un mismo volumen junto con otras dos novelas cortas, Los tiempos de Anika, extraña historia de amores fatales, y la perturbadora y marginal Conejo, ambientada en parte en el Belgrado de la II Guerra Mundial.

El patio maldito, publicado en 1954, es fiel reflejo del estilo formal del autor, en el que se imbrican, de forma polifónica, diversos relatos orales y voces narrativas alternas. Se narra aquí la estancia de fray Petar, monje franciscano bosnio, en un presidio de Estambul, dirigido por el atrabiliario alcaide Karagöz. Fray Petar, a quien el arbitrario azar condujo a la trena, conocerá entre sus cerrados muros a un extraño compañero de celda, el joven Camil, un turco de reputada familia, natural de Esmirna, pero que es enviado a prisión acusado de urdir una inconcreta confabulación política. Camil vive obsesionado por la figura histórica de Cem, hijo menor del sultán Mehmet II, el conquistador de Constantinopla, y hermano de Beyazit, quien sería a la postre el sultán sucesor de Mehmet. La guerra civil por la sucesión entre los hermanos Cem y Beyazit, más el destino errante de Cem como moneda de cambio entre el Papa y los reyes de Francia, obsesiona de tal manera al joven Camil, que causa una honda impresión en fray Petar. El patio maldito no deja de ser una inmersión en los ángulos irresueltos de la condición humana, moldeada por el fatalismo y el caprichoso avatar de la vida y su circunstancia.

‘El patio maldito’, publicado en 1954, es fiel reflejo del estilo formal del autor

El volumen incluye diversos relatos que conforman un todo colorista y polifónico de lo que fuera la Bosnia otomana de antaño, y por la que desfilan jenízaros, caudillos y mandamases turcos, frailes de la orden franciscana, bandidos populares y héroes locales serbios (los célebres hajduk de los Balcanes) y oficiales austriacos de cuando Bosnia pasa a ser administrada por Viena. “Todo lo que considero mis logros en el campo del espíritu son un regalo que me ha dado Bosnia”, escribió Ivo Andrić.

Bajo el fresco histórico, lo que aflora es una galería psicológica de tipos humanos que han de sufrir, cada cual en carne propia, el arbitrio de la existencia, el abuso del poder y, también, la carga de la culpa y el tormento ante deudas no resueltas. El paisaje bosnio, condenado a su encrucijada de etnias y religiones, forma parte de esa atmósfera como maligna y ponzoñosa que permite el arbitrio, el miedo y la violencia cruda y a la vez abstracta por parte del poder. El caudillo heroico muestra su crueldad y su desvarío de loco (Mustafa Magiar). El santo piadoso muere entre extraños recuerdos oníricos (Muerte en la tekija de Sinan). La cura de una niña contrahecha en aguas milagrosas no trae alegría alguna a una madre avinagrada (Milagro en Olovo).

Algunos personajes aparecen en distintos relatos, caso del propio fray Petar (Broma en la posada de Samsara, El torso, La copa) o de fray Marko Kneta (En la hospedería, Junto al alambique, La confesión). El volumen incluye, entre otras piezas, el primer cuento escrito por Ivo Andrić en 1920, El viaje de Alija Dzerzelez, y El puente sobre el Zepa, considerado el embrión, por su similitud, de la que será su gran novela Un puente sobre el Drina, ambientada en Visegrado, donde el hermoso puente otomano, la épica oral y la infamia de la última guerra en Bosnia.

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