Guía de los patios de Córdoba: Lucena se rinde una vez más ante su patrona, la Virgen de Araceli
Mayo en Lucena es sinónimo de Fiestas Aracelitanas, que están declaradas de Interés Turístico Nacional y que se celebran desde 1563. El primer fin de semana de mayo, esta ciudad vive los días grandes dedicados a su patrona, la Virgen de Araceli, la también patrona del campo andaluz. Una cita que este año vivirá sus días cumbres del 2 al 5 de mayo –con numerosos actos–, si bien el ambiente festivo y aracelitano se apodera de la ciudad días antes con la romería de Bajada desde el Santuario de Aras, que este año ha sido el domingo 20 de abril.
La proclamación de la Corte Aracelitana y el pregón de las Fiestas Aracelitanas, a cargo de Rafael Ramírez Ponferrada, será el viernes 2 de mayo. Este año los damitos de la Corte Aracelitana son Ana Lavela Torralbo, Carlos Montes Ramirez y Araceli Montes Román. Y la Corte Aracelitana de 2025 está compuesta por la Aracelitana Mayor, Laura María Gutiérrez Ramírez, y su corte de damas, Gloria Isabel Domínguez Osuna, María Dolores Fernández Torralbo, Elena Gómez González, María Montes Jurado, Sandra Vázquez Sánchez y María de los Ángeles Villa Sánchez.
Los manijeros en este 2025 son Aurelio Montes Álamos, manijero de la Bajada; Francisco José Almagro Romero, manijero del traslado de Santiago a San Mateo; Antonio Somé Calvillo, manijero de la Subida; y Francisco de Paula Carrera, manijero de su Día.
El Día de la Virgen, el primer domingo de mayo, el día 4, tras un alegre y estruendosa diana, a la hora del ángelus da comienzo la solemne función religiosa en honor de la patrona, con una eucaristía en la que la Coral Lucentina interpreta la bellísima Misa del Campo Andaluz, obra del compositor local Antonio Villa.
A las seis de la tarde, colocada ya la venerada imagen en su trono barroco, se abre al pueblo la parroquia mayor, a la espera de la salida procesional, que se lleva a cabo a las ocho. A hombros de los santeros, la procesión discurre por las principales calles y plazas de la ciudad, este día convertido en punto de encuentro espiritual de toda una amplísima comarca y de infinidad de lucentinos ausentes que regresan al encuentro con sus raíces.
Después de un triunfal y devoto recorrido, la procesión hace su entrada en la Plaza Nueva a las 23:30, iniciándose una brillante función de fuegos artificiales. El paso de la patrona se acerca al templo entre el fragor del estallido de miles de cohetes y tracas.
El primer domingo de junio, la romería de Subida al santuario de Aras pone el punto final a las fiestas. El origen de las Fiestas Aracelitanas radica en la llegada desde Roma a Lucena, en 1562, de María Santísima de Araceli.
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