Análisis Roborock Saros Z70: mucho más que un robot aspirador con un brazo para recoger trastos
El robot más potente y completo de la marca incluye avances como esquivar cables, levantar mopas para no mojar alfombras y vaciarse, limpiarse y secarse solo.
Imágenes del análisis del robot aspirador Roborock Saros Z70
Quizás recuerden esa escena de Parque Jurásico en la que el abogado (poco antes de ser engullido por un T-Rex) decía al niño protagonista, que jugaba con unas gafas de visión nocturna, algo así como "si pesa, es caro".
Esa frase podría aplicarse a casi cualquier dispositivo (tecnológico, que es de lo que hablamos aquí), con la única salvedad de los teléfonos móviles ultrapremium, que en estos tiempos están empeñados en pesar cuanto menos, mejor (en proporción inversa a su precio, claro).
Y eso de "si pesa, es caro" o, más bien, es de calidad, podría aplicarse a prácticamente todos los componentes del robot aspirador Roborock Saros Z70, no importa qué tapa o elemento se escoja: todo pesa porque todo rezuma solidez y calidad.
Este dispositivo no es un robot aspirador más. El Saros Z70 no solo es el mejor y más completo del catálogo de Roborock, sino posiblemente de todo el mercado (o al menos hasta que dentro de unos días los fabricantes, incluida la marca china, desvelen en IFA, en Berlín, sus novedades para la próxima temporada).
Presentado a principios de año en el CES 2025, el Saros Z70 quiere redefinir lo que entendemos por limpieza inteligente en casa, y lo hace a lo grande: es el primero con un brazo robótico articulado que puede recoger objetos del suelo, pero además incluye otros de los avances de la marca, como esquivar cables, levantar mopas para no mojar alfombras y vaciarse, limpiarse y secarse solo.
Tras varias semanas probándolo, esto es todo lo que ofrece el Roborock Saros Z70.
Diseño ultrafino y futurista
El Saros Z70 impresiona nada más sacarlo de la caja. Tiene un grosor de solo 7,98 centímetros, lo que lo convierte en el robot más delgado de Roborock hasta la fecha junto al Saros 10 y al Saros 10R. Eso le permite meterse bajo sofás, camas y muebles bajos donde otros modelos no entran.
El diseño es limpio, elegante y futurista, con acabados premium, líneas suaves y detalles cuidados. Tal vez su mayor pega sea el frontal, diseñado para reflejar como si fuera un espejo, por lo que es un imán para las huellas.
A pesar de esa delgadez, en su interior se esconde una de las grandes novedades del sector: un brazo robótico plegable de cinco ejes, el llamado OmniGrip, capaz de desplegarse para agarrar objetos ligeros (de hasta 300 gramos), como calcetines, papel arrugado o zapatillas de casa. Es la primera vez que un robot doméstico puede hacer algo así.
El brazo viene desactivado por defecto (está dentro de una tapa en la parte superior) y se activa desde la app de Roborock, donde se puede personalizar su comportamiento: qué objetos recoger, dónde dejarlos (el paquete incluye un cubilete de cartón que se puede utilizar a tal efecto, aunque podemos escoger cualquier ubicación) y cuándo actuar.
En el frontal, incorpora un parachoques clásico para evitar daños ante posibles golpes, además de otra cámara dedicada a la navegación.
La parte inferior está equipada con ruedas, puntos de carga y un sistema de limpieza completo: un cepillo lateral con junta flexible para llegar mejor a las esquinas y un cepillo central con diseño en espiral que mezcla goma, cerdas y púas, ideal para distintas superficies.
El sistema de fregado sigue la línea de otros modelos avanzados de Roborock. Lleva dos mopas circulares con un movimiento giratorio y una de ellas se desplaza ligeramente de su eje para mejorar el alcance. Las mopas son densas, como rodillos de pintura, lo que les permite mantener una presión constante y ofrecer una limpieza más profunda.
La base también está bien pensada. Aunque integra depósitos de agua limpia, sucia y sólidos, su tamaño es más compacto de lo que suele ser habitual en sistemas tan completos, por lo que es más fácil encajarla en espacios pequeños sin que se convierta en un estorbo visual.
Además, gracias a su diseño discreto, pasa bastante desapercibida si se ubica en un rincón. Incorpora también una cámara y luz LED para facilitar la visión a oscuras y el control remoto.
Navegación con IA y sensores 3D
Otro de los puntos fuertes del Saros Z70 es su sistema de navegación, bautizado como StarSight 2.0.
En lugar de usar la tradicional torreta LiDAR, apuesta por un sistema de sensores 3D ToF (tiempo de vuelo), doble emisor láser, luz estructurada y cámaras RGB potenciadas por inteligencia artificial.
Gracias a todo ello, el robot es capaz de mapear en 3D con una precisión que supera en 21 veces la de los modelos con LDS. Detecta hasta 108 tipos de objetos distintos y los esquiva sin tocarlos, funcionando igual de bien en la oscuridad.
Este sistema se complementa con VertiBeam, una tecnología que proyecta un láser vertical lateral para mejorar el reconocimiento de paredes y cables extendidos. Especialmente útil si tenemos muebles con patas finas o paredes irregulares.
Potencia colosal y mopa a otro nivel
En cuanto a limpieza, el Saros Z70 no se queda atrás. Cuenta con 22.000 pascales de potencia de succión, capaz de aspirar pelos, migas, arena y suciedad pegada sin problemas.
El sistema de fregado también está muy cuidado: incorpora dos mopas giratorias que se elevan cuando detectan alfombras o necesitan secarse. Además, el robot puede levantar también el chasis y el cepillo lateral, adaptándose al entorno para no arrastrar suciedad o mojar zonas delicadas.
Gracias a su sistema Adaptilift, puede sortear bordillos o pequeños obstáculos de hasta 4 centímetros, subirse a alfombras de pelo alto y llegar a zonas que otros robots simplemente no alcanzan.
Buena autonomía y carga rápida
La batería es generosa, con hasta 180 minutos de autonomía en condiciones óptimas. En la práctica, usando modos de succión elevados y combinando aspiración y fregado, el robot cubre sin problemas pisos de hasta 150 metros cuadrados, y si se agota, recargarlo es sorprendentemente rápido: en unas dos horas largas pasa de 0 al 100%.
Puede limpiar varias habitaciones seguidas sin interrupciones y su gestión de energía está optimizada para el modo Smart, donde el propio robot ajusta potencia y nivel de agua según el tipo de suelo y suciedad detectada.
Experiencia de uso
El Saros Z70 muestra su verdadera fuerza al enfrentarse a suciedad real.
La aspiración de 22.000 Pa funciona de forma brillante, y las dos mopas giratorias logran un acabado homogéneo, incluso con café, vino tinto, barro seco o ketchup.
El sistema Adaptilift permite pasar por alfombras gruesas o bordillos sin problemas y la navegación evita cables, zapatos o juguetes dispersos.
El gran reclamo del Saros Z70 es el brazo OmniGrip. Durante las pruebas, recogió sin problema calcetines enrollados, papel arrugado y zapatillas ligeras, colocándolos en la caja designada desde la aplicación.
Aunque todavía no es perfecto, es un salto tecnológico que nadie más ofrece: un robot que limpia y recoge al mismo tiempo.
La app: el cerebro que lo hace todo posible
Si el Z70 es el músculo y los sensores, la aplicación es el cerebro que pone orden en todo. Es colorida, cargada de opciones y un poco densa a primera vista, pero una vez se le coge el truco, se convierte en una herramienta que permite personalizar la limpieza al milímetro.
Aquí hay una amplia selección de las posibilidades que permite la app de Roborock:
Lo primero que hace la app es guiar al robot en un mapeo rápido de la casa.
El Z70 recorre cada habitación, detecta paredes, muebles, obstáculos y suelos, y propone una división automática en estancias. Si algo no coincide con la realidad, se puede editar fácilmente: unir habitaciones, dividir zonas o ajustar límites.
Cada habitación puede configurarse de manera independiente: establecer doble pasada, ajustar nivel de fregado, seleccionar potencia de succión o incluso excluir zonas con alfombras delicadas o juguetes.
Uno de los apartados más interesantes es la gestión del brazo OmniGrip. Desde la app se puede activar o desactivar, definir qué objetos recoger y dónde dejarlos y programar rutinas automáticas: por ejemplo, que después de aspirar la cocina recoja calcetines o juguetes dispersos en el salón. También permite entrenar al robot para reconocer nuevos objetos y añadir zonas de almacenamiento, como cajas de papel o calzado.
La app permite además un control manual tipo coche teledirigido, mover el Z70 con precisión, acercarlo a un objeto y decidir si recogerlo.
Otro punto fuerte es la programación de limpieza y rutas inteligentes: rutinas diarias, tras comidas o juegos, planes semanales, AI SmartPlan que ajusta potencia, nivel de agua y número de pasadas automáticamente.
Incluso los más detallistas pueden ajustar potencia, velocidad de las mopas y secuencia de limpieza por habitación, decidiendo si aspirar, fregar o hacer ambas cosas.
La app muestra también el estado de los depósitos, el desgaste de cepillos y mopas, y envía alertas para mantenimiento, vaciado de la base o limpieza de filtros.
En resumen, la aplicación convierte al Z70 en un robot altamente personalizable y casi autónomo, adaptándose a los hábitos y necesidades de cada hogar.
También es compatible con control por voz, y en la caja se incluye una lista de comandos que podemos emplear para manejar el robot.
- Nota: Las pruebas se han realizado en un domicilio particular; por motivos de privacidad, no incluimos aquí vídeos del funcionamiento del robot.
¿Merece la pena?
Como decíamos al principio, el Roborock Saros Z70 es mucho más que un robot aspirador: combina aspirado potente, fregado avanzado, navegación inteligente y un brazo robótico capaz de recoger objetos.
Es ideal para quienes buscan lo último en tecnología doméstica, con autonomía suficiente para pisos grandes y mantenimiento mínimo.
Sin embargo, quien solamente busque limpiar suelos sin complicaciones, su brazo todavía es más un extra que una necesidad. Y ese extra, claro, se traslada al precio (cuesta en torno a los 1.500 euros), que es la principal pega de este dispositivo.
Aun así, para los entusiastas de la innovación, el Z70 no solo no tiene rival en el mercado, sino que ofrece un vistazo al futuro de los asistentes domésticos: un robot que aspira, friega, se limpia solo y, además, puede interactuar con el entorno.
- (*El dispositivo fue cedido por Roborock para la prueba)
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