Google activa en España el Modo IA de su buscador: la inteligencia artificial 'toma' la búsqueda
La nueva experiencia, impulsada por los modelos Gemini, permite formular preguntas complejas, mezclar texto, voz e imágenes y acceder a resultados más detallados.
Google defiende que la IA no reducirá el tráfico web, sino que lo hará más “cualitativo”.
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Google ha iniciado el despliegue del Modo IA en la Búsqueda, una nueva experiencia impulsada por los modelos Gemini que transforma la forma en que los usuarios interactúan con el buscador más utilizado del mundo.
España se encuentra entre los cerca de 50 nuevos países y territorios que reciben la actualización, que alcanza ya más de 200 en total y que introduce un cambio de calado en la relación entre inteligencia artificial y búsqueda en la web.
La novedad llega meses después de su presentación global en mayo y se activará de forma gradual hasta el próximo lunes, según fuentes de la compañía.
Los usuarios comenzarán a ver un nuevo botón en la página de resultados, tanto en escritorio como en las aplicaciones móviles de Android e iOS, que permitirá activar el Modo IA.
Desde ese punto, la Búsqueda pasa a ofrecer respuestas generadas por IA, capaces de razonar, sintetizar información y ofrecer enlaces relevantes a los sitios originales.
¿Una búsqueda más 'humana'?
Según explica Lino Cattaruzzi, vicepresidente de Google Iberia, estamos ante “la experiencia más potente de búsqueda asistida por inteligencia artificial” desarrollada por la compañía.
El nuevo sistema está diseñado para entender la intención del usuario, incluso cuando la consulta es extensa, ambigua o tiene varios apartados.
En palabras del directivo, el objetivo es que el buscador “entienda lo que realmente estás buscando, por complejo que sea, y te dé una respuesta ágil y detallada”.
El Modo IA es multimodal: permite hacer preguntas mediante texto, voz o imágenes, tomadas directamente con la cámara o subidas desde el dispositivo.
Como se aprecia en el vídeo que ilustra esta información, un usuario puede preguntar, de forma escrita o verbal “cómo preparar distintos tipos de café”, solicitar que el sistema genere una tabla comparativa con variables como el sabor o la facilidad de uso y luego añadir una pregunta de seguimiento para afinar la respuesta. Por ejemplo: “¿cuál es el grosor ideal del grano para cada método?”.
Detrás de esta interacción hay, como explica Google, una técnica de descomposición de consultas: el sistema desglosa cada pregunta en subtemas, lanza múltiples búsquedas simultáneas y genera una síntesis basada en la información más relevante de la web.
La compañía aspira así a ofrecer una búsqueda más profunda, flexible y conversacional, que no sustituye los resultados tradicionales, sino que los enlaza directamente dentro de las respuestas generadas.
Gemini y la búsqueda generativa
La incorporación de los modelos Gemini, la familia de IA más avanzada de Google, es el núcleo de esta transformación.
Con ellos, el buscador gana capacidades de razonamiento y comprensión contextual, lo que permite respuestas más elaboradas, acompañadas de enlaces y referencias visibles.
Cattaruzzi destaca que la herramienta es especialmente útil para preguntas exploratorias -aquellas que no tienen una única respuesta correcta- y para consultas complejas, como entender una receta paso a paso o comparar especificaciones técnicas de distintos productos.
Según los primeros datos internos compartidos por la tecnológica, los usuarios que ya disponen del Modo IA formulan preguntas dos o tres veces más largas que las búsquedas tradicionales.
Pero Google insiste en que esta nueva experiencia no cambia su misión original: “Ayudar a las personas a descubrir contenidos en internet sigue siendo un elemento central”, asegura Cattaruzzi.
De hecho, desde la introducción de las llamadas Vistas creadas con IA (AI Overviews), la compañía afirma haber detectado un aumento en la diversidad de los sitios web visitados y una mejora en la calidad de los clics, ya que los usuarios tienden a permanecer más tiempo en las páginas a las que acceden desde los resúmenes generados por IA.
¿Qué pasará con el tráfico web?
Desde el anuncio de esta funcionalidad hace unos meses y, lógicamente, conforme ha ido avanzando su despliegue, este Modo IA se ha unido a un debate abierto en el sector: ¿restará tráfico a los medios y sitios web tradicionales?
La respuesta de Google es un rotundo no. Así lo aseguró hace unas semanas la vicepresidenta y responsable global de Búsqueda, Liz Reid, que en un comunicado quiso despejar las dudas apoyándose en datos internos de la propia compañía de Mountain View.
Según la directiva, “el volumen total de clics orgánicos desde el Buscador de Google hacia los sitios web se ha mantenido relativamente estable año tras año”, y lo que ha aumentado es la “calidad promedio de los clics”.
Reid sostiene que los informes que apuntan a descensos drásticos en el tráfico procedente de Google se basan en metodologías defectuosas o en periodos anteriores al lanzamiento de las funciones de IA.
En cambio, los datos de la compañía mostrarían que la búsqueda generativa está impulsando nuevos tipos de preguntas y contenidos, y que los sitios que ofrecen información original, análisis en profundidad o experiencias personales están viendo un incremento en su visibilidad.
“Adoptamos un enfoque distintivo en la forma en que construimos nuestras experiencias de IA: están diseñadas para destacar la web, no para sustituirla”, afirmaba Reid.
Cada respuesta generada por el Modo IA incluye enlaces citados y atribuciones visibles, y los propietarios de sitios mantienen el control sobre cómo se muestra su contenido mediante protocolos abiertos, según recalca Google.
Un cambio de era para la web
Con el Modo IA, Google entra en lo que considera una “nueva era de la web”, en la que la inteligencia artificial no reemplaza la búsqueda, sino que la amplía.
La compañía que dirige Sundar Pichai sostiene que esta evolución no reducirá el acceso a las fuentes originales, sino que fomentará consultas más profundas y clics más valiosos.
“La web existe desde hace más de tres décadas, y creemos que estamos entrando en su momento más emocionante”, resume Reid.
Tras todo esto hay también un cambio cultural: el buscador más influyente del planeta se convierte, poco a poco, en un asistente cognitivo universal, capaz de interpretar el lenguaje, las imágenes y el contexto para ofrecer no solo resultados, sino conocimiento.
La promesa de Google es que la IA no viene a sustituir la web, sino a ayudar a comprenderla mejor.
El tiempo dirá si esa simbiosis entre inteligencia artificial y búsqueda mantiene el equilibrio entre la comodidad del usuario y la vitalidad de un ecosistema que esta compañía ha ido, durante los últimos lustros, configurando y moldeando, hasta redefinir la forma en que entendemos, consumimos (y, los que estamos a este lado, creamos) la información.
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