OpenAI ofrece ChatGPT a las agencias federales de EEUU por un dólar

La tecnológica estadounidense se alía con el Gobierno federal para impulsar el uso de la inteligencia artificial en el sector público.

El acuerdo incluye acceso sin restricciones a ChatGPT Enterprise y herramientas avanzadas durante el primer año.

OpenAI presenta dos modelos de IA de "peso abierto" que pueden ejecutarse en ordenadores personales y móviles

El Pentágono de Estados Unidos.
El Pentágono de Estados Unidos.
Susana C. Gómez

06 de agosto 2025 - 21:00

OpenAI ha alcanzado un acuerdo con la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos para poner su sistema ChatGPT Enterprise al servicio de todas las agencias del poder ejecutivo federal, por un precio simbólico de un dólar anual.

El anuncio supone un nuevo paso en la estrategia de integración de la inteligencia artificial (IA) en la administración pública estadounidense.

Durante el primer año del acuerdo, todas las agencias podrán utilizar las versiones más avanzadas de los modelos de OpenAI a través de ChatGPT Enterprise, su solución para empresas.

Además, durante un periodo adicional de 60 días, las agencias federales tendrán acceso ilimitado a funciones premium como el modo de voz avanzado (Advanced Voice Mode) o la herramienta de investigación profunda (Deep Research), sin coste adicional.

La iniciativa responde al Plan de acción sobre IA del Gobierno de Trump, una hoja de ruta anunciada recientemente por la Casa Blanca para fomentar la adopción de herramientas de IA en la administración y mejorar la eficiencia de los servicios públicos.

Eso sobre el papel, porque las implicaciones van más allá de las mejoras burocráticas.

También Google y Anthropic

La GSA ha incorporado también a su catálogo otras soluciones como las de Google y Anthropic -esta última, según Axios, ofrecerá también su modelo Claude por un dólar-, lo que abre el abanico de opciones tecnológicas para las distintas agencias federales.

Según el comunicado de OpenAI, la intención es “ayudar a que el Gobierno funcione mejor”, liberando tiempo de tareas burocráticas repetitivas y permitiendo a los empleados públicos centrarse en su misión principal: servir a la ciudadanía.

La compañía asegura que el acceso a estas herramientas estará acompañado de formaciones específicas, una comunidad dedicada para funcionarios y estrictas garantías de seguridad y privacidad.

Como ocurre con sus clientes corporativos, OpenAI afirma que no usará los datos introducidos por las agencias para entrenar sus modelos.

Otros contratos de OpenAI con el Gobierno de EEUU

Este movimiento se enmarca en una apuesta más amplia de OpenAI por el sector público.

En los últimos meses, la compañía ha anunciado contratos con organismos como el Departamento de Defensa -por un valor de hasta 200 millones de dólares- y colabora con otras instituciones clave como la NASA, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) o varios laboratorios nacionales.

Además, en paralelo al acuerdo con la GSA, la empresa abrirá una oficina en Washington DC para reforzar su presencia institucional.

ChatGPT Enterprise ya ha sido probada en varios entornos públicos con resultados prometedores.

En un programa piloto con empleados del estado de Pensilvania, se logró reducir en torno a 95 minutos diarios de trabajo repetitivo por persona.

En Carolina del Norte, otro ensayo con el Departamento del Tesoro arrojó una tasa de satisfacción del 85%. OpenAI defiende que su tecnología puede aplicarse tanto a tareas cotidianas como a la gestión presupuestaria o la ciberseguridad.

A diferencia de su versión de consumo, ChatGPT Enterprise está diseñado con estándares más altos de seguridad, cumplimiento normativo y control de datos, algo clave en contextos gubernamentales.

Como parte del acuerdo, la GSA ha concedido a OpenAI una Autoridad de Uso oficial (ATU), que certifica que el producto cumple los requisitos técnicos y legales exigidos.

Más allá de los beneficios directos, este acuerdo refleja un cambio de enfoque en la relación entre la tecnología y las instituciones públicas en Estados Unidos.

OpenAI insiste en que los propios empleados públicos deben tener voz en el diseño y uso de la IA, y que el acceso a herramientas de vanguardia debe hacerse “con fuertes salvaguardas, alta transparencia y profundo respeto por la misión pública”.

Qué es OpenAI para organizaciones gubernamentales

El acuerdo con la GSA se enmarca en una nueva estrategia de la compañía llamada OpenAI para organizaciones gubernamentales, una propuesta que agrupa sus servicios, colaboraciones y productos específicos para el sector público de EEUU.

El objetivo es facilitar a las agencias federales, estatales y locales el acceso a los modelos más avanzados de OpenAI, incluidos ChatGPT Enterprise y ChatGPT Gov, en entornos seguros y conformes con la normativa.

También se prevé el desarrollo de modelos personalizados para áreas sensibles como la seguridad nacional, con acceso limitado y supervisado.

La iniciativa incluye colaboraciones ya en marcha con los Laboratorios Nacionales (Los Álamos, Lawrence Livermore, Sandia), la NASA, el IRS o el Laboratorio de Investigación de las Fuerzas Aéreas.

Estas alianzas persiguen acelerar la investigación científica, optimizar procesos administrativos y reforzar las capacidades de defensa y ciberseguridad.

El contrato con Defensa

Uno de los pilares de esta estrategia es un contrato con la Oficina de Inteligencia Artificial y Digitalización del Departamento de Defensa.

Este programa piloto incluye el uso de IA para mejorar la atención sanitaria de los militares y sus familias, detectar ineficiencias en adquisiciones y apoyar tareas de defensa digital proactiva.

Desde OpenAI aseguran que estos proyectos seguirán estrictamente sus políticas de uso responsable y que su propósito último es hacer que el trabajo diario en el sector público sea más eficiente, gratificante y orientado al servicio de la ciudadanía.

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