El satélite Sentinel-6B inicia su misión para vigilar el aumento del nivel del mar
Construido por Airbus, es el segundo de dos satélites gemelos diseñados para extender un registro histórico de mediciones que comenzó a principios de la década de 1990.
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El Sentinel-6B, el último guardián de los océanos terrestres, alcanzó su órbita tras despegar desde la base espacial de Vandenberg, en California, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX.
El satélite, construido por Airbus, continuará durante al menos una década más el seguimiento del nivel del mar, una medición esencial para comprender el cambio climático y proteger a las poblaciones costeras.
La señal que confirmaba el estado operativo del satélite fue recibida a las 07:54 horas (hora peninsular española) por el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Alemania, a través de la estación terrestre de Inuvik, en Canadá. El satélite había sido liberado en órbita menos de una hora después del lanzamiento.
Continuidad de tres décadas de datos
Sentinel-6B es el segundo de dos satélites gemelos diseñados para extender un registro histórico de mediciones que comenzó a principios de la década de 1990.
Su predecesor, Sentinel-6 Michael Freilich, fue lanzado en noviembre de 2020 y seguirá operativo durante el primer año de funcionamiento del nuevo satélite. Esta colaboración entre ambos instrumentos permitirá obtener los datos más precisos disponibles sobre el nivel global de los océanos.
La continuidad de estas observaciones se inició con el satélite franco-estadounidense Topex-Poseidon y prosiguió con la serie de misiones Jason. Estos datos constituyen la referencia mundial para las mediciones de la altura de la superficie marina realizadas desde el espacio.
"El lanzamiento de este satélite desempeñará un papel crucial en el avance de la investigación en curso, al tiempo que se basa en el importante progreso ya logrado. Las mediciones precisas del nivel del mar son datos invaluables para ayudar a proteger las comunidades costeras y guiar la acción climática global", declaró Alain Fauré, director de Sistemas Espaciales de Airbus.
Tecnología de alta precisión
El satélite, que pesa unas 1,3 toneladas, emplea un altímetro de radar que mide el tiempo que tardan los pulsos electromagnéticos en viajar hasta la superficie terrestre y regresar.
Combinando estos datos con información precisa sobre la ubicación del satélite, el sistema calcula la altura del mar con una exactitud de pocos centímetros.
Para garantizar esta precisión, Sentinel-6B incorpora un radiómetro avanzado de microondas proporcionado por la agencia espacial estadounidense NASA. Este instrumento corrige las distorsiones que el vapor de agua atmosférico introduce en las mediciones del altímetro, asegurando así la fiabilidad de los datos.
Además de cartografiar la altura de la superficie marina para comprender los cambios a largo plazo, la misión proporciona información operativa inmediata: mide la altura significativa de las olas y la velocidad del viento, datos que se emplean para las previsiones oceánicas en tiempo casi real. De hecho, la altimetría por satélite ofrece las mediciones más completas del estado del mar disponibles en la actualidad.
Una órbita diseñada para captar variaciones diarias
Sentinel-6B se desplaza en una órbita no sincronizada con el Sol a 1.336 kilómetros de altura, con una inclinación de 66 grados. Esta configuración permite que sobrevuele las mismas ubicaciones en distintos momentos del día y la noche, lo que posibilita medir cambios que varían a lo largo de las 24 horas, como las mareas.
El satélite también registrará perfiles verticales de temperatura y humedad atmosférica, ampliando su utilidad más allá del estudio oceánico.
Cooperación internacional para un desafío global
La misión Sentinel-6 forma parte del programa europeo Copernicus de observación medioambiental, financiado por la Unión Europea, pero es fruto de una intensa colaboración internacional: ha sido desarrollada conjuntamente por la ESA, la NASA, la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (Eumetsat), la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA) y la agencia espacial francesa CNES. Airbus ha actuado como contratista principal industrial.
"La colaboración entre socios es clave para una misión como Sentinel-6, y mi agradecimiento es para todos los implicados en el desarrollo, lanzamiento y operación de este satélite excepcional, que sigue los pasos del primer Sentinel-6, Michael Freilich", señaló Simonetta Cheli, directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA. "Este logro demuestra lo que puede conseguirse cuando agencias e industrias internacionales trabajan juntas hacia un objetivo compartido".
Con el nivel del mar elevándose a un ritmo acelerado, Sentinel-6B garantizará la continuidad de los registros de datos esenciales para orientar las estrategias de adaptación y mitigación climática, proporcionando información crucial para las decisiones que protegen a millones de personas en zonas costeras de todo el mundo.
El satélite se encuentra ahora bajo el control del centro de operaciones de la ESA en Alemania, que supervisará su fase inicial en órbita. Una vez completada, el control será transferido a Eumetsat para su operación a largo plazo.
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