El adiós de Marta Carazo

La reina Letizia es muy inteligente. Ya lo sabíamos. Por eso se lleva a la jefatura de su secretaría (o como se llame exactamente ese negociado) a Marta Carazo, que entre enero de 2024 y junio de este año desempeñó las labores de presentadora de la segunda edición del Telediario. Antes de este trabajo, y durante un cuarto de siglo, había ocupado cargos importantes en la televisión pública, el último de los cuales le había llevado hasta Bruselas como corresponsal.

Fue un placer para los espectadores disfrutar durante año y medio de los Telediarios de Marta Carazo. Nos han sabido a poco si los comparamos con los treinta que estuvo al frente de ellos Ana Blanco. Aunque la cartera de profesionales con que cuenta TVE sea nutrida y de muy alta calidad.

Durante el mes de julio contamos con la presencia de la excelente Ana Roldán y para el mes de agosto con Lluis Guilera. Pero ello no es óbice para que a partir de septiembre echemos de menos la labor de Marta Carazo, en un puesto que durante un tiempo (y acompañada de Alfredo Urdaci) ocupó la periodista asturiana Letizia Ortiz, no lo olvidemos.

Con independencia de gustos y de ideologías, sobre todo de estas últimas, era un gozo ver los Telediarios de Marta Carazo. Hay que decirlo alto y claro no porque se haya marchado, puesto que ya lo decíamos en los momentos en los que estaba al frente de los mismos.

Uno puede informarse como quiera, y sintonizar con las cadenas privadas que le sean afines, con las pares o las impares.

Pero ello no es óbice para renunciar al informativo de la televisión pública, que siempre suma, puesto que es el único que ofrece una completa información internacional y una muy disfrutable sección de cultura.