Carles Francino: "Me gusta hablar con gente que sepa mucho más que yo"

El sevillano Archivo de Indias acoge este viernes la entrega de La ventana, el veterano espacio de la SER (de 16.00 a 20.00), timoneado por Carles Francino y que siguen más de 1,1 millón de oyentes. El periodista de Reus se asomó a este espacio de la tarde en 2012 tras siete años en el Hoy por hoy cuando relevó a Iñaki Gabilondo. Veinte años en directo ante el micrófono que coinciden con el centenario de Radio Sevilla.

–¿Qué se le pasaba por la cabeza cuando aceptó ponerse al frente del Hoy por hoy?

–Me vine a Madrid pensando voy a probar, voy a hacer radio... No pensaba en tanto tiempo. No nos podemos manejar por un vértigo inducido.

–¿Ha crecido mucho el ruido desde entonces?

–Entonces y ahora había tanta actualidad que no debemos dejarnos arrastrar por lo que pasa. Ante ese ruido hay que poner distancia y contexto.

–¿Vamos mal? Hace cien años, en 1925, venían de una tragedia camino hacia otra...

–En términos absolutos el mundo está mejor al cabo de las décadas. Tenemos mayor esperanza la vida, sabemos luchar contra muchas enfermedades que eran mortales... pero hay tantas cosas que no funcionan, tanta desigualdad. Insisto en que lo más importante que debemos resolver es la desigualdad que va a acentuarse en las siguientes generaciones desde la crisis de 2008. Mientras no resolvamos eso habrá bolsas de gente descontenta, justamente indignada. Así peligra la democracia.

–¿Tenemos remedio?

–Soy optimista antropológico. Eso espero. La globalización no ha resuelto los problemas del mundo y vamos a asistir a la primera generación que vivirá peor que sus padres. Ser joven ahora es más jodido que en nuestros tiempos.

–¿Qué observa desde La ventana?

–Trato de mirar la vida al completo desde La ventana. Por supuesto que tenemos que contar lo último del trío de la bencina, de Irán... todo eso va en las vías ortodoxas de la información pero no debemos estar a la espera de lo que sucede. El programa nos permite aprender todos los días y darle una dimensión muy grande a la literatura, ciencia, cine, educación, historias personales. Son evidencias que nos reconcilizan con la vida. Lo que me gusta es hablar con gente que sepan mucho más que yo.

–En la política faltan figuras de esa dimensión grande.

–Nos hemos dejado colonizar por la política mediocre. Debatimos de asuntos que nos hacen olvidar que hay que reducir las listas de espera, mejorar los colegios, hacer más agradables las ciudades...

–Todos somos turistas y estamos convirtiendo en ciudades como Sevilla en insufribles

–Hay que ordenar para que los lugares de destino no sean un infierno. Hay que proteger a los vecinos y todos, como turistas, tenemos que aprender más a respetar allá donde vamos.

–Radio Sevilla tiene su peso en la historia.

–Es una de las emisoras veteranas y no es una cursilería, decir que es historia de la radio. Han pasado cosas importantes en ella. El legado de Iñaki Gabilondo, de Jesús Quintero. Y hace tiempo que quería conocer el Archivo de Indias.

–¿El covid le cambió, nos cambió, más de lo que parece?

–No fui consciente de lo fastidiado que había estado. Me desperté y supe de pérdidas cercanas. Como todos. Mi mujer sigue con covid persistente. Yo tenía claro desde antes que la vida hay que disfrutarla.

–Recordamos su mensaje hacia su rival de las tardes, Julia Otero, por el cáncer.

–Trabajamos juntos en TV3 y no hemos podido coincidir en la radio. Este medio rezuma verdad y eso nota cuando es así. Es la clave de su éxito. La revolución tecnológica lo que le ha permitido es multiplicarse.

–¿Se divierte tanto como los oyentes con Todo por la radio?

–Está mal que yo lo diga, es una hora cumbre de humor. Tony Martínez ha trasladado el espíritu de los Guiñoles de Canal + a la radio. Con tantos amigos que aportan a esa hora...