Las dos amigas de Jerez y Míster Sevilla que han entrado en la casa de 'Gran Hermano 20'
La nueva temporada ha echado a andar en Telecinco este jueves
Luces de colores, atracciones como una noria que decidía el destino, fallos de continuidad y altibajos en una gala extensa para arrancar Gran Hermano 20. Ambiente festivo, entre la pajarera y el oasis, dos destinos para vivir al abrirse las puertas de la nueva casa de Tres Cantos, localidad del cinturón madrileño que ahora acoge el reality. Un cuarto de siglo después, prosigue el formato de Zeppelin, con la conducción de Jorge Javier Vázquez y Nagore Robles ante la casa.
GH 20 ya tiene a sus 18 habitantes, con Desirée y Rocío, dos inseparables amigas de Jerez que estaban agobiadas porque en principio una de las dos se quedaba fuera. Drama, drama. "Hazte macarrones", pedía Desi cuando veía que Rocío se quedaba fuera. Lore, Lore, Macu, Macu.
y José Manuel, el sevillano que llega con la corona de Míster Sevilla. Le sobra valor y entusiasmo y busca pareja. Tiene 24 años y una tienda de muebles en la localidad de Pilas. Los tres andaluces darán días de gloria nada más comenzar. Por eso están ahí.
La primera gran trama la han protagonizado dos hermanos. Por un lado teníamos a Diego, madrileño de 34 años y militar de profesión. Cruzó el umbral de la casa, con su pasión por los caballos y su confianza como ligón ("donde pongo el ojo, pongo la bala"). Sin embargo su hermano, Marcos, con quien rompía relaciones años atrás, se negaba a participar al enterarse de su participación. El descubrimiento le hizo renunciar por completo a su propio sueño de entrar al programa, dejando un poso de tensión familiar que Diego cargará en su mochila emocional. Un arranque que subraya cómo Gran Hermano no solo expone rivalidades en la casa, sino que a veces revive heridas del pasado.
La noria, el caprichoso árbitro de la fortuna, seleccionó a Aroa, una joven asesora comercial de 22 años cuya intuición la había alertado de su suerte. Lágrimas de alegría y un tributo emotivo a su abuela, su hijo y sus seres queridos marcaron su entrada; se presenta como alguien sin medias tintas, franca y receptiva a nuevas conexiones románticas.
Poco después, el foco se posaba en las jerezanas, cuya amistad se puso a prueba en un dilema cruel: solo una podía avanzar de inmediato. Entre abrazos y llantos, Desirée se quedó en la casa, mientras Rocío, acompañada al plató, recibía la sorpresa de que su sueño también se cumplía. Ambas, con su espíritu impulsivo y su humor contagioso, inundan el espacio con vitalidad sureña, listas para conquistar con su complicidad inquebrantable.
Desde las Islas Canarias se incorpora Jonay, 32 años, que ha transitado por oficios tan variados como la construcción, la peluquería o la gestión de un bingo. Amante empedernido de los animales y del mundo bucólico rural, se ríe de sus tropiezos vitales pero advierte de su temperamento fuerte. Su versatilidad y apertura al romance lo convierten en un comodín impredecible.
La representación gallega recae en Belén, de 41 años, oriunda de Vigo aunque radicada en Cataluña. Dueña de una tienda online de moda, entra con determinación férrea, orgullosa de su plenitud personal y de su tierra.
Paula, de 27 años y vecina de Crevillent, Alicante, irrumpió confirmando que sus convicciones espirituales guían su camino. Con una fe que la define por completo, ve en el concurso una oportunidad para entregarse al máximo y aspirar al premio final. Un paisano de esta, Aquilino, 31 años, es otra de las personalidades extrovertidas. "Soy reality hecho carne", ha sido su autodefinción.
Mamadou, ya había sido presentado anteriormente a la gala. Tiene 22 años, afincado en Granollers, Barcelona, y empleado en Renfe, tiene aspiración de ser modelo. Dará también juego.
Lorena, de 23 años y con raíces en un pueblo de Ciudad Real, se autodenomina una experta en la diversión nocturna, aunque su exigencia en el amor la hace selectiva. Se inspira en iconos de intensidad y presencia para navegar el juego.
Raúl, soriano de 30 años y pionero de su provincia al pisar la casa, es un as del póker que ha convertido su talento en un imperio: regenta un bar, invierte en mercados volátiles y llega con ambición desmedida, convencido de que su astucia le asegurará la victoria económica.
Almudena, de 37 años y de Tomelloso, Ciudad Real, trae competitividad y cálculo al grupo; extrovertida pero impaciente, prefiere la camaradería masculina y arrastra la ruptura de su novio, que se ha enfadado con ella al saber de que entraba en el reality.
Hay una pareja LGTBI, la de Sofía y Noah, de Xátiva, Valencia, con caracteres dispares y que en principio parecía que una se quedaba fuera. Sofía, empoderada y posesiva en su relación, se describe como una fuerza ambiciosa e intensa; Noah, que inicialmente parecía descartada, se unió en el último momento, prometiendo lealtad y explosividad compartida.
Patricia, valenciana de 34 años, es madre de mellizas, trabaja con firmas de lujo y busca en la casa un paréntesis para reconectar consigo misma, explorando su fluidez afectiva con la certeza de ser única en su especie.
Edurne, barcelonesa de 28 años, destaca por su aura magnética y su aversión al desorden; tras una transición vital temprana, anhela tener un amor para siempre.
Íñigo, de 32 años y vitoriano, derriba estereotipos vascos con su dulzura genuina aunque su franqueza lo convierte en polemista en potencia, abierto a sorpresas sentimentales. Encontró el huevo para encontrar pareja y eligió a Edurne.
Finalmente, Joon y Cristian, ambos madrileños con pasajes previos en el preprograma, Uno de GH 20, cierran el círculo: Joon, de herencia coreana y alma española, fusiona ópera, artes marciales y un acento castizo que descoloca- Cristian, de 33 años y vinculado al mundo ferial, prioriza la dicha personal tras años complaciendo a otros.
Con este elenco Telecinco tiene listo su recuperado reality.
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