Cuando el jefe "trabaja" de subalterno

GANADERÍA: Tres novillos de Los Azores, uno de Manolo González, otro de Peñajara y otro de Agustín Luna, de juego desigual. Al tercero le dieron la vuelta al ruedo. TOREROS: Óscar Solís, vuelta. Basilio Martín, dos orejas. Jaime Padilla, dos orejas y rabo. José Luis Neiro, dos orejas y rabo. Abraham Neiro, dos orejas y rabo. José Monge, dos orejas y rabo. INCIDENCIAS: Plaza de toros de La Algaba. Actuaron como subalternos Finito de Córdoba, Juan José Padilla, Salvador Vega, Daniel Luque y Conchi Ríos. Media entrada.

Aquello fue como un fin de fiesta. Diestros de primera fila intercambiando sus roles con subalternos en un festejo destinado a la Escuela de La Algaba, con varios alumnos comandados por su profesor, el matador de toros local Manuel Carbonell. Trofeos a mansalva. Faenas con dedicatorias familiares. Y todo ello aderezado por un grupo flamenco, en el que se anunciaban Pepe Donaire, La Carmen y los guitarristas Melchor y Martín. Hubo momentos magníficos, por singulares, con el público divirtiéndose a lo grande. Así fue el festival que tuvo lugar ayer en la recoleta plaza de La Algaba, en una tarde espléndida en lo climatológico, con los tendidos de sombra abarrotados.

Por supuesto, no cabe análisis crítico en un espectáculo de este tipo, en el que se lidiaron reses de distintas ganaderías. Pero sí cabe reseñar, a vuelapluma, que Finito de Córdoba se lució con ese capote de altos vuelos que posee; Juan José Padilla, además de su habitual par al violín, manejó con soltura el caballo y recetó un buen puyazo; Daniel Luque estuvo a gran altura tanto con los palos como con la vara; y Salvador Vega demostró sus notables cualidades con la capa. También la novillera Conchi Ríos dejó buenos apuntes de su toreo.

Por su parte, varios banderilleros ejercieron de jefes. Óscar Solís, Basilio Martín, Manolo Peña, José Luis Neiro, Abraham Neiro, José Monge y Jaime Padilla -con una faena muy completa y muletazos de muy buen trazo- estuvieron a la altura con su esfuerzo.