“Aún sigo dando explicaciones sobre la música que hago”
JAVI MEDINA | CANTANTE Y COMPOSITOR
El artista madrileño continúa cosechando éxitos con la gira de su tercer álbum, ‘Gato negro’
En 2026 le esperan varias fechas de conciertos en Andalucía
A pesar de definirse en su último disco como un Gato negro, al cantante y compositor madrileño Javi Medina no puede sonreírle más la fortuna. Este tercer trabajo le ha llevado a colgar el cartel de “no hay entradas” en algunas de las salas más importantes del país. Con directos pendientes en Latinoamérica, en concreto Chile y Argentina –11 y 17 de diciembre–, el exmiembro del dúo Aldeskuido ya tiene fechas para 2026 en Andalucía: Granada y Córdoba (6 y 7 de febrero), Las Negras, Almería (20 de junio); San Fernando, Cádiz (1 de agosto); y Sevilla (21 de noviembre).
–Sigue de gira con el álbum Gato negro y un gran respaldo de público. ¿Cuál es la clave para haber conectado así?
–Me lo ha dado el trabajo y el tiempo. Llevo aquí mucho peleando y, al final, supongo que también por pesao te darán el premio –ríe–.
–Con este espectáculo cruza el charco. Esta etapa está marcando un punto de inflexión, ¿no?
–Espero que sí. A Latinoamérica no vamos con el mismo espectáculo porque hay que abrir camino como cuando empezamos aquí. Las canciones son las mismas que en España, pero en formato trío, en acústico. A mí personalmente me gusta bastante más, es más puro.
–¿Se suele preguntar dónde está su techo, hacia dónde quiere llegar?
–Me encantarían todas las arenas del mundo, imagínate. Pero realmente voy día a día y que pase lo que Dios quiera. Ya estoy viviendo de la música, estoy bien y lo que venga es gratis, ¿sabes?
–El movimiento, ¿le inspira para crear nuevo material o es más de producir en el sosiego?
–No puedo estar en casa. Si estoy tres días seguidos, me tengo que ir para que me pasen cosas y poder escribir y contar. En casa se está muy bien, pero no pasa nada. Si te vas fuera, las encuentras fácil.
–¿Se viene algo nuevo?
–Es pronto, pero da la casualidad de que he conocido a mi chica, Mercedes, que compone también, y hemos compuesto un disco entero. Ha sido una cosa muy loca porque yo no tenía pensado encerrarme a componer hasta el año que viene por lo menos. Pero hemos empezado a jugar y tengo como 15 canciones grabadas. Ha sido una sorpresa porque no me gusta mucho componer con casi nadie, me cuesta. Para antes o después de verano, no sé, creo que voy a sacar otro disco, sin esperarlo.
–Llamándose su tercer disco Gato negro, ¿cuánta suerte atribuye al éxito?
–El disco se llama Gato negro porque yo soy de Madrid y todo el mundo se piensa que soy andaluz. Creo que hay un 50% alto de suerte en todas las cosas del mundo. Tú me dirás, ¡no hay chavales con talento por ahí trabajando lo mismo que yo!
–El ser artesano de sus canciones y que estas lo retraten, ¿es una forma de posicionarse?
–Mira, no lo he hecho a propósito, pero creo que sí. Sin querer he encontrado la manera de decir: “Oye chavales, esto es así”, por lo menos para mí. Creo que se está perdiendo y molaría recuperarlo. Mola mucho salir al escenario con tu chándal de 1.000 euros, pero tienes que hacer tus canciones, transmitir algo, no solo dinero y postureo.
–En el sencillo Ahora quiero pistear, uno de sus últimos temas, canta: “Si salgo, porque salgo. Y si no, porque hago ruido”. ¿Ha tenido que dar muchas explicaciones para defender su esencia?
–Muchas, muchísimas, infinidad de veces. Todavía lo sigo haciendo. La industria está en contra de lo que hago yo un poco. Si te ponen en la radio reguetón todo el rato, pues los chavales escuchan eso inevitablemente. Nos han impuesto una cosa que no quiero decir que no sea música porque todo es música, pero es lo más alejado de ella.
–El ser un tipo de barrio, ¿hace que no se deslumbre tan fácilmente?
–Supongo que por mucho que seas de barrio, si tienes 20 años los focos te deslumbran cien por cien y eres un flipao, es inevitable. Me hubiera pasado a mí, seguramente. Pero cuando ya vienes de abajo del todo, de tocar para 10 personas, luego 40, y tantos años de pelea... pues estamos aquí porque estamos aquí y no pasa nada. Ni me deslumbra ni me deslumbrará. La gente me pregunta: “¿Pero no ves dónde estás?”. Pues, ¿dónde estoy yo? Haciendo canciones y tocando, donde siempre. Nos han vendido el éxito de una manera rara.
–¿Qué le ata al suelo?
–Haber comido muchos macarrones sin chorizo ni tomate ni nada –ríe–. Haber pasao por la música y haberla vivido de verdad. Hoy estás aquí y mañana nadie se acuerda de ti, como las canciones. ¿Cuánto dura una canción, dos semanas? Pues eso.
–¿De dónde le viene a usted lo flamenco?
–Desde chiquitito. En casa se oía mucho flamenco y yo bajaba al barrio y hacíamos mucha guitarra, cajón, todo el día tocando y escuchando a Los Calis, Los Chavis, Los Chichos, Los Chunguitos, Parrita, Camarón... Tú sabes.
–¿Qué es lo que tiene Cádiz para los artistas que la invocan tanto?
–¿Qué no tiene, tío? Lo tiene to. Los chicharrones, el sol, la luz, la playa, la gente, las maneras...
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