Carlos Fernández, uno de los héroes del ascenso del Real Jaén, cuelga las botas
Los problemas en su rodilla precipitan el adiós del delantero ubetense, que defendió los colores del conjunto lagarto en dos etapas y vistió la camiseta de históricos como Recreativo de Huelva, Hércules CF o UD Logroñés, entre otros
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Carlos Fernández (Úbeda, 1991) cuelga las botas. Uno de los héroes del anhelado ascenso del Real Jaén a Segunda Federación anuncia su retirada del fútbol unos meses después de ese éxito deportivo que ha supuesto el broche a una prolífica trayectoria. El delantero ubetense dice adiós tras vestir la camiseta de históricos como el propio conjunto lagarto, el Recreativo de Huelva, el Hércules CF o la UD Logroñés y pasar por canteras de primer nivel, siendo un atacante destacado en la categoría de bronce del fútbol español.
Una decisión difícil, pero meditada
Los problemas físicos en la rodilla han sido el desencadenante de una decisión "difícil", pero que "llevaba tomada desde hace unos meses", explica Carlos Fernández a Jaén Hoy. "En las últimas dos temporadas las molestias iban a más. Desde enero lo estaba pasando peor. A nivel personal siempre me decía que si acabábamos la temporada con el ascenso me plantearía el tema de dejarlo. Este verano me hice pruebas para ver el estado de la rodilla y tenía el ligamento cruzado roto", añade.
En el balance de su amplio currículum futbolístico, Carlos Fernández subraya está orgulloso de su trayectoria, pese a no haber llegado a la élite. "He podido pasar por equipos históricos como el Real Jaén, el Recreativo de Huelva o el Logroñés. He jugado seis play offs de ascenso a Segunda A y tengo dos ascensos de Tercera a Segunda B, con el Elche Ilicitano y el Real Jaén. Además, muchos partidos que me quedan en la memoria como en el CF Villanovense, al club que guardo mucho cariño porque en lo deportivo fueron dos temporadas muy buenas. Jugamos play off de ascenso en ambas y disputamos una eliminatoria en San Mamés contra el filial del Athletic", rememora.
Tras dejar atrás Úbeda, Carlos Fernández creció en las categorías inferiores del Real Betis Balompié hasta debutar en Segunda B con su filial, defendió el escudo del Elche Ilicitano, Atlético Sanluqueño, Córdoba CF 'B', CF Villanovense en dos etapas, UD Logroñés, Hércules CF, Recreativo de Huelva, UD Melilla, Cacereño CF e Ibiza Islas Pitiusas, además de dos etapas en el Real Jaén. Además, vivió una exótica experiencia en la Primera División de Vietnam, en las filas del Hai Phong FC. "Es algo que voy a recordar siempre por el cambio de país, por jugar en Primera División y en otra cultura", comenta.
Dos épocas muy distintas en el Real Jaén
Carlos Fernández vivió dos épocas muy distintas en el Real Jaén. En la primera de ellas, llegó en la 2020/2021. "Fue bastante dura y coincidió cuando estábamos en el Covid-19 y empezábamos a jugar", recuerda. "La cogí con mucha ilusión, porque volvía a casa, era la primera vez que estaba en el club y tenía muchas ganas de que llegase ese momento. Quizás no fue el mejor año para que se diese esa ocasión", recalca sobre una campaña marcada por los problemas institucionales y extradeportivos. "En lo personal fue muy productiva, porque conseguimos mucha unión entre los compañeros y la gente del club, a pesar de los impagos. Pude aportar mi granito de arena. Estaba entre los tres capitanes y luché mucho junto a los demás para intentar solucionar la situación que teníamos. Fue bastante duro, pero a la vez me siento muy orgulloso del trabajo que hicimos ese año", expresa.
Respecto a la segunda etapa, que arrancó en el mercado de invierno de la temporada 2023/2024, Carlos Fernández reconoce que cuando le llegó la llamada de Puskas no se lo pensó porque tenía ganas de volver. "Desde primera hora vi que el club funcionaba de otra forma, que se había mejorado en todas las áreas, y fue más una etapa de disfrute después de lo que había pasado en la primera", afirma. "Veía cercano el momento de dejar el fútbol y tenía esa cosa de ascender con el Real Jaén. Fue como un alivio y objetivo cumplido", incide.
A nivel individual, las molestias mermaron a Carlos Fernández, que contribuyó en un papel más secundario al ascenso, como tercer delantero junto a Agus Alonso y Fernando. "No me encontraba en el mejor momento por culpa de los problemas físicos. Hubo momentos de la temporada, sobre todo al principio, que estaba bien y quizás no tuve las oportunidades que hubiese querido. Esa espina clavada sí la tengo, de haber podido adquirir más protagonismo durante la temporada pasada, pero me quedo con la alegría del ascenso", se sincera.
"Tengo la espina clavada de haber tenido más protagonismo durante la temporada pasada, pero me quedo con la alegría del ascenso"
Intenso paso por el Recreativo de Huelva
En la previa del Real Jaén - Recreativo de Huelva de esta tarde, es obligatorio preguntarle por qué significa para él haber defendido dos colores de dos clásicos del fútbol andaluz. Para Carlos Fernández es "un partido especial porque tengo el privilegio de haber vestido dos camisetas históricas, y sobre todo la de Real Jaén, que es mi casa".
Respecto a su etapa en Huelva, recuerda que llego a mitad de temporada, pero se sintió muy cómodo en la capital onubense. "Me sentí acogido por la afición, muy querido, y guardo muy buenos recuerdos de esos meses en Huelva. Fuimos campeones de liga, aunque luego no pudimos lograr el ascenso", cuenta. "Son dos clubes en los que se respira fútbol, tradición y que deberían estar más arriba. Ojalá que pronto los veamos en las categorías que se merecen", insiste.
Apenas unos meses después de dejar el fútbol, Carlos Fernández desarrolla los conocimientos que adquirió en la carrera universitaria que cursó en sus años como futbolista, Ciencias del Deporte. Ahora se centrará en el centro de entrenamiento personal que impulsó en Úbeda, aunque seguirá de cerca todo lo relacionado con el fútbol y el Real Jaén, con el que mantiene relación con excompañeros como Mario Martos, Mauro Cabello o Agus Alonso, entre otros. "Eso es lo bonito del fútbol", señala. "Después de tantos años, se echa de menos el día a día con los compañeros en el vestuario, pero toca adaptarse para una nueva vida".
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