El mar de olivos, sus rampas y Roglic: ingredientes de una etapa espectacular en Jaén

Repechos sostenidos, rampas agónicas, carreteras estrechas y serpeteantes, una afición vibrante...todo bajo un mar de olivos interminable. Esos fueron los ingredientes de la octava etapa de La Vuelta Ciclista a España, que transitó íntegramente en la provincia de Jaén durante 158,7 kilómetros, y en la que acabó emergiendo la figura de Primoz Roglic.

Inicio a ritmo fulgurante

Úbeda, con su patrimonio renacentista y la Sacra Capilla del Salvador de fondo, acogió el inicio de una etapa marcada en rojo por los directores por su perfil propicio para las fugas. Desde los primeros kilómetros rumbo a Torreperogil y Villacarrillo, fueron numerosos los intentos, que no fructificaron por el infernal ritmo del pelotón, que marcó récord de esta edición, superando los 50 kilómetros hora en su paso por la Comarca de Las Villas.

Fuga camino del Tranco de Beas

Mismo guión que en la llegada de la serpiente multicolor a Villanueva del Arzobispo. En sus empinadas cuestas hubo algún valiente que se animó a atacar, pero el grupo se mantuvo unido hasta encarar el sube y baja continuo en las innumerables curvas hacia el embalse del Tranco de Beas.

En esa sinuosa carretera cuajó por fin la fuga del día, a falta de unos 100 kilómetros a meta. Ocho ciclistas, Oier Lazkano (Movistar Team), Ion Izagirre (Cofidis), Harold Tejada (Astana-Qazaqstan), Mauro Schmid (Jayco-AlUla), Gijs Leemreize (Team DSM-firmenich-PostNL), Luca Vergallito (Alpecin-Deceuninck), Sam Oomen (Lidl-Trek) y Mathis Le Berre (Arkéa-B&B Hotels), en pos de la heroica misión de llegar hasta el Alto de Cazorla.

El Mirador de Las Palomas: primer paso montañoso, llega el desgaste

El siguiente punto clave de la etapa estuvo en el Puerto del Mirador de Las Palomas. Siete kilómetros duros que pasaron factura al primero de los escapados en quedarse rezagado, Leemreize. El resto, aguantó el tirón y mantuvo las diferencias en dirección a Peal de Becerro y el primer paso por Cazorla y La Iruela, que vio como hasta los novios e invitados de una boda animaron a su paso por territorio jiennense.

Roglic acaba con las esperanzas de la fuga en el último puerto

Después de varios movimientos sin éxito en cabeza de carrera, Oier Lazkano, Tarold Tejada y Luca Vergallito formaron un trío a 14 kilómetros de la línea de meta, con la intención de jugarse entre sí el triunfo de etapa. Los tres se relevaron con fe, pero el pelotón se acercó peligrosamente. El terceto inició el puerto hacia la Ermita de la Virgen de la Cabeza liderando la carrera, pero por detrás la ventaja se fue esfumando. A falta de cuatro kilómetros, una caída en pelotón redujo el grupo de los favoritos, ya con Roglic con el cuchillo entre los dientes.

El esloveno, marcado de cerca por Enric Mas, se lanzó a por la cabeza de carrera y acabó superando a los escapados, que murieron en la orilla, prácticamente a un kilómetro de meta. Algo parecido le pasó al líder, O'Connor, al que se le atragantó esa última subida. Por delante, espoleado por la afición cazorleña, Primoz Roglic demostró su fortaleza y explosividad al vencer en el arreón final al ciclista de Movistar para sellar su decimocuarta victoria en La Vuelta, la segunda con final en la provincia de Jaén, dónde ya ganó en Valdepeñas en 2021, también superando al corredor catalán. Y de paso recortó casi un minuto al maillot rojo, en el inicio de su remontada por el liderato.