"¡Ya vienen los Reyes Magos, ya vienen los Reyes Magos!", entonaba un niño mientras asomaba la cabeza entre la multitud y esperaba impaciente la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar. Las calles de Jaén estaban a abarrotar de gente, cientos de personas, desde los más pequeños hasta los que ya visten canas en su cabellera, aguardaban en su sitio la llegada de la cabalgata. El brillo de ilusión en los ojos alumbraron la noche más mágica del año. Los villancicos pusieron la música a la ciudad y el ritmo invitó a bailar a todos los asistentes. 

Sus Majestades de Oriente partieron a las 18:30 horas desde Plaza de Santa María, continuando por la calle Campanas, plaza de San Francisco, calle Bernabé Soriano, plaza de la Constitución, continuaron por la Virgen de la Capilla, avenida de Madrid, calle Virgen de la Cabeza, paseo de la Estación (sentido descendente), paseo de España, avenida de Andalucía hasta finalizar en la Glorieta de Blas Infante alrededor de las 21:45 horas de la noche. 

Una carroza de pastores, la Estrella gigante de Oriente, personajes de dibujos animados, zambombas, panderos, nieve, renos, elfos o un árbol de Navidad entre muchos otros, acompañaban a los Reyes Magos en su paso por la capital. Unos 500 metros de cabalgata en la que participaron 673 personas, todas ellas imprescindibles para esta noche mágica, entre las que destacan 150 figurantes de animaciones y espectáculos, un centenar de músicos, hasta gaiteros procedentes de Galicia, bailarines y pajes que hicieron vibrar a los jiennenses.

Cabalgata de Reyes Magos en Jaén.

Los brazos se estiraron muy alto cada vez que pasaba una carroza y tiraban caramelos, para luego agacharse al suelo a recoger los que la puntería no alcanzaba. Los niños encima de los hombros de sus padres miraban con los ojos bien abiertos el espectáculo desde más arriba y alcanzaban a tocar sus personajes favoritos. En la lluvia de caramelos, algunos voltearon sus paraguas abiertos hacia arriba buscando llevarse el máximo número posible.

Más de 9.000 kilos de caramelos

Los tres tronos reales protagonizaron este gran desfile junto a las seis carrozas infantiles, una decena de grupos de animación procedentes de Valencia, Madrid, Alicante y Jaén. No faltaron tampoco unos espectáculos que amenizaron todo el recorrido e incluso ballet. La cabalgata contó con efectos especiales de nieve, confeti y serpentinas para interactuar con el público. La alegría se contagiaba de unos a otros y los más mayores cogían de la mano a los más pequeños para bailar al son de la música.  

En definitiva, 500 metros de longitud del cortejo real recorrió algo más de 5 kilómetros por las principales calles de Jaén en las que repartieron unos 9.300 kilos de caramelos y bombones, además de las 6.000 bolsas de Patatas Oya. La noche se cerró con la ilusión y los nervios de los niños antes de la larga espera durante esta noche. También sin ningún incidente gracias al personal sanitario, Protección Civil y Policía Local.