Día Mundial Cruz Roja y Luna Roja

Voluntario jiennense en campos de refugiados palestinos: "Lo primero que vi fue dos niños con un AK-47"

Una columna de humo en el marco de los enfrentamientos en el campamento de refugiados palestinos de Ain al Hilweh (Sidón, Líbano) en 2023.

Una columna de humo en el marco de los enfrentamientos en el campamento de refugiados palestinos de Ain al Hilweh (Sidón, Líbano) en 2023. / Marwan Naamani | Dpa- E.P.

Moisés Benítez pisó por primera vez un campo de refugiados palestinos de Líbano en 2016. Lo primero que vio cuando puso sus pies en aquel lugar de infinitas calles y un conglomerado de casas pegadas unas a otras, si se les puede llamar así, le impactó, y eso que ya había visto situaciones complicadas. "Eran dos niños con un AK-47 montados en bicicleta. Iban los dos en una única bici, y cuando me sobrepasaron vi como llevaban colgados en sus espaldas estas armas", cuenta a este medio. Benítez, natural de Andújar, remarca que esto no es una aventura, la preparación previa para viajar a este país es indispensable y su misión no era otra más que ayudar a los miles de refugiados que intentan sobrevivir cada día en áreas aisladas de Líbano y sometidas a violencia y extrema pobreza. Ahora, es director autonómico de Cruz Roja en Andalucía, pero antes fue delegado territorial en Líbano y Tayakistán.

Hoy es el Día Mundial de Cruz Roja y Luna Roja, un movimiento humanitario internacional con presencia en más de 190 países formado por miles de voluntarios alrededor del mundo, cuya labor salva vidas, jugándose incluso la de ellos mismos en algunas zonas o haciendo lo posible por mejorarlas a través de distintos proyectos. De hecho sólo en Jaén la entidad ayudó a alrededor de 35.000 personas el año pasado. El andujareño forma parte de esa enorme "familia", como él llama, desde que tiene 18 años.

Fue estando en la universidad cuando un colega le comentó que le echara una mano en Cruz Roja y desde entonces ha estado ligado a ella, a excepción de un parón de diez años, que por motivos de trabajo tuvo que dejar de lado. Sin embargo, una oferta desde la institución le hizo recordar sus buenos tiempos y volvió. Ahora tiene 43 años, por lo que lleva casi media vida dedicada a ayudar. "El voluntariado se nutre de esas ganas de cambiar las cosas a mejor", expresa Benítez después de todos estos años.

Moisés Benítez en Líbano. Moisés Benítez en Líbano.

Moisés Benítez en Líbano.

Temporeros en Jaén y voluntariado en Tayikistán

Con 23 años sus primeras experiencias de voluntariado fueron en Jaén ayudando durante siete años a migrantes que llegaban a la provincia para la época de aceituna en situación de vulnerabilidad, ofreciéndoles todas vías posibles para que pudieran trabajar y estar en un lugar seguro. Tiempo después llegó su primera experiencia internacional con Cruz Roja en Tayikistán, dónde los índices de pobreza infantil son de los más agudos de toda Asia, tal y como explica Benítez. "El país tenía una difícil situación por los movimientos y las incursiones de grupos procedentes de Afganistán", señala. Allí, como especialista en desarrollo organizativo su función era generar voluntariado, formarlo, cualificarlo y capacitarlo para mejorar sus condiciones.

Misión en Tayikistán. Misión en Tayikistán.

Misión en Tayikistán.

Misión en Líbano

Meses después, en 2016, voló de España hasta Líbano para trabajar en los campos de refugiados palestinos asentados en diferentes zonas. Se trata del país con más concentración de refugiados en relación a su territorio y población y además limita Siria e Israel. Allí vio cosas que nunca antes había presenciado, en un momento, donde la guerra en Siria, se encontraba en un punto sensible y los campos no paraban de aumentar su población. 

En Sidón, se encuentra uno de los campos más grandes de Líbano y donde Benítez trabajó. "Para los refugiados pasar desapercibido es muy fácil, eran sitios muy complicados, había prácticamente una guerra abierta. Allí, cuando tienes la edad suficiente es muy fácil portar un arma, porque depende la seguridad de tu familia, no hay opción de no hacerlo", relata el director autonómico de Cruz Roja Andalucía.

Por ello, la intervención psicosocial es una de las partes más importante que los voluntarios trabajan con los niños, para explicarles que hay unos valores que son fundamentales y enseñarles el sentido de la vida y muerte ya que crecen en un contexto de violencia extrema. "Gestionar mentalmente ciertas situaciones es muy difícil, pero en el seno de la Cruz Roja te preparan muy bien para cuando sale un cooperante, no sale todo el mundo que quiere. Se minimizan los riesgos" expresa Benítez.

Líbano es el único país del mundo donde operan dos Cruz Roja y Luna Roja. Este espacio significa un reducto de paz en mitad de la violencia. "Es una zona asegurada ante la situación de riesgo", insiste Benítez, quien afirma que aunque el país se encuentra organizado, la situación en los campos de refugiados es muy diferente. "Si te puedo destacar una cosa es el caso de esas pseudo casas construidas con los pocos materiales que tienen, calles que no terminan. Ese caos, con cero planificación urbanística, esa masificación de los campos y casas en cualquier hueco", cuenta.

También vivió en su propia piel la "escasísima" seguridad. Benítez se encontraba en un hospital, salió un momento a tomar el aire, y un miembro de Hezbolá comenzó a increparle en árabe para que se marchara del sitio, mientras, el andujareño le respondía en inglés haciéndole saber que estaba actuando bajo condición humanitaria y que tenía derecho a estar allí. "Cinco minutos después llegó mi traductora y ella me explicó que lo que me estaba diciendo es que me colocara pegado a la pared porque estaba en la línea de tiro. Me cambió los paradigmas de prejuicios que aprendemos aquí", expresa. 

Entre las muchas tareas que llevó a cabo como especialista en desarrollo organizativo, una de las que desempeñó fue la geolocalización de madres primerizas y voluntarias de Cruz Roja en salud materna infantil, que se encontraban próximas para ponerlas en contacto y que estas enseñaran a las recientes madres a atender un niño y ofrecerle los recursos necesarios. De esta manera, las voluntarias no tenían que recorrer varios kilómetros en zonas de disparos porque tenían que trasladarse lejos. Así localizaba a las que estaban más cerca unas de otras.

Hay dos grandes aprendizajes que se lleva Benítez, uno es tópico y otro es de índole personal. "El primero, es que uno valora más las cosas que tiene, quienes vivimos en un sitio más o menos amable, cuando ves otras situaciones te das cuenta de lo bien que estás, pero eso es el aprendizaje típico y no tiene más. Si tuviese que destacar uno, es el hecho de que los voluntarios, en cualquier situación, hasta en las más difíciles dicen que siempre reciben más de lo que dan. Es muy tangible cuando ves personas que apenas tienen para comer, hermanos, maridos casi combatiendo y que siguen sacando tiempo para dedicarlo a los demás. Y cuando los voluntarios palestinos te dicen que reciben más de lo que dan es muy asombroso", concluye.

Aumentan las personas atendidas en Jaén con respecto 2019

En Jaén, aunque la situación es bien diferente, existen más personas en situación de vulnerabilidad de las que se pueda creer. Cruz Roja atendió a unas 35.000 personas en la provincia en 2023, una cifra que es menor que la del pasado año, pero mayor a la anterior a la pandemia, asegura el presidente provincial, Jerónimo Vera a este medio. Concretamente, la entidad consiguió llegar a casi todos los municipios del territorio jiennense, 83 en total con el compromiso de más de 2.800 voluntarios, unos 1.600 habituales.

Voluntarios de Cruz Roja en asentamientos. Voluntarios de Cruz Roja en asentamientos.

Voluntarios de Cruz Roja en asentamientos.

La inversión de Cruz Roja Jaén superó los 7.300.000 euros, que sirvieron para desempeñar acciones en el 85 por ciento de la provincia. Jaén, según su presidente, es uno de los territorios con mayor volumen de proyectos. Trabajan en proyectos relacionados con la salud a través de sensibilización, de cursos, de talleres, y dirigidos a personal tan variado como pueden ser mujeres, jóvenes, personas mayores e infancias. Con la inclusión, evitando cualquier tipo de exclusión social y de desigualdad que puedan tener las personas, actividades de soledad de ese tipo de personas, que como consecuencia de la exclusión hacen que se sientan solos. Con proyectos de empleo gracias a la confianza de la empresa y de las Administraciones.

Trabajan con colectivos como son los mayores de 45 años, ya que en algunas ocasiones tienen pocas habilidades sociales o les cuesta más trabajo relacionarse. También, dentro de los programas de empleo, trabajan con mayores de 52 años, personas con difícil inserción laboral, debido su edad. Así como con jóvenes menores de 26 años, que les falta la experiencia y con mujeres, sobre todo del mundo rural, donde no tienen fácil el acceso. 

Así, en el trabajo también con personas mayores fueron atendidas 2.385 para combatir la soledad ofreciéndoles, a través del voluntariado, acompañamiento con una atención personalizada. Además, las iniciativas no solo se centran en facilitar acompañamiento, sino que también promueven estilos de vida saludables o proyectos que les faciliten salir a la calle.

Infancia hospitalizada. Infancia hospitalizada.

Infancia hospitalizada.

Cruz Roja trabaja también en materia de igualdad. "La pobreza tiene mayoritariamente rostro de mujer en Jaén", asegura Vera. El 54% de las personas atendidas durante 2023 fueron mujeres, aunque si este análisis se traslada a la intervención con personas desempleadas, personas en situación de extrema vulnerabilidad o personas mayores, este porcentaje sube a más de un 70%.

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