Los agricultores del cereal se enfrentan al mosquito del trigo y a una crisis de precios en origen: "Cada vez es más difícil afrontar la cosecha"

AGRICULTURA

La Junta obliga a enterrar los rastrojos tras la campaña y limita la rotación de cultivos para frenar al 'Mayetiola destructor', que amenaza la rentabilidad de las explotaciones en el Bajo Guadalquivir

Agricultores de Jaén denuncian en los juzgados a las autoridades y empresas responsables de las megaplantas solares

Campo de cereales junto a un olivar.
Campo de cereales junto a un olivar. / ASAJA

El cultivo del cereal afronta su campaña con un nuevo enemigo en el frente: el 'Mayetiola destructor'. La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha publicado recientemente en el Boletín Oficial de la Junta (BOJA) las medidas fitosanitarias obligatorias que deberán adoptar los agricultores andaluces para hacer frente a la plaga del mosquito del trigo, detectada recientemente en diversas explotaciones del Bajo Guadalquivir.

Estas actuaciones, que estarán vigentes hasta el 1 de marzo de 2026, incluyen la incorporación inmediata de los rastrojos del trigo al suelo mediante técnicas de laboreo, con el objetivo de enterrar los restos vegetales a una profundidad mínima de diez centímetros. Con esta medida se busca interrumpir el ciclo biológico del insecto, cuyas larvas se alojan en la base de las hojas y pueden provocar un importante debilitamiento de las plantas, retraso en su desarrollo y reducción del rendimiento de las espigas.

El 'Mayetiola destructor' es un pequeño díptero de color gris oscuro, cuya larva blanca causa daños significativos en el trigo al interferir en el desarrollo normal de las plantas. Los primeros síntomas de su presencia son el debilitamiento del cultivo, llegando incluso a retrasar el crecimiento de la planta y la disminución del peso de la espiga hasta secar los tallos. Es por ello que, ante la ausencia de productos fitosanitarios efectivos, las autoridades insisten en la necesidad de aplicar estas medidas para reducir su impacto en las próximas campañas.

Crisis en el cereal

Consultada la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Jaén (ASAJA), aseguran estar en contacto permanente con diferentes agricultores cuyas fincas están dedicadas al cultivo de cereal. Por el momento, en la organización no conocen casos donde esta plaga haya podido causar un problema mayor, dado que los tiempos de actuación para evitarla han transcurrido con cierta normalidad. De igual manera responde Jesús Cózar, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores de Jaén (UPA): "En la provincia, que sepamos, no ha habido casos de plaga".

Con una buena valoración de la cosecha a causa de las lluvias favorables de los últimos meses y la climatología, Cózar sostiene que la producción de esta campaña "ha sido bastante buena". Sin embargo, alude directamente a dos problemas importantes para el sector: una crisis de precios en origen, motivada sobre todo por la entrada de cereal ucraniano a la Unión Europea, con precios mucho más bajos que los nacionales. "De todo el cereal que ha entrado, más de un 40% ha sido ucraniano".

Por otro lado, el secretario general de UPA apunta a los altos costes de producción. "El cereal se planta generalmente en zonas de secano, pero cada vez hay más gente que opta por otros cultivos de árbol leñoso o incluso olivar". No obstante, en comarcas como Sierra Morena, el Condado y la Sierra de Segura siguen existiendo cierto volumen de hectáreas dedicadas a este tipo de laboreo.

Precios decadentes

"Cada vez es más difícil afrontar este tipo de cosechas", manifiesta el secretario general de UPA Jaén. Por ello mismo, su organización se ha posicionado también respecto a las revisiones agrarias impulsadas a nivel europeo, todo con la intención de "buscar el bien común". Como él mismo indica, "tan solo en nuestra provincia son muchas las familias que dependen de la agricultura".

Una de ellas es la de Manuel Palomares, que mantiene alrededor de 30 hectáreas dedicadas al cultivo de trigo en el término municipal de Santiago-Pontones. A su juicio, la cosecha no ha sido la mejor que recuerda, pues "sigue sin llover lo suficiente". Además, asegura que el trigo queda prácticamente "tirado por los suelos" y la situación económica no ayuda. "No se puede vender a 20 céntimos el kilo de trigo". Eso sí, afortunadamente la plaga del mosquito ni siquiera ha pasado cerca de su propiedad.

Acciones preventivas

La detección de la plaga del mosquito del trigo se ha realizado tras las prospecciones llevadas a cabo por técnicos de las delegaciones provinciales de Agricultura y de la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). Estos trabajos han permitido declarar oficialmente la presencia del 'Mayetiola destructor', lo que se considera una "circunstancia excepcional" en el marco del sistema de condicionalidad reforzada que deben cumplir los beneficiarios de ayudas de la PAC.

No obstante, quedarán exentas de las obligaciones anteriormente mencionadas aquellas fincas que empleen técnicas de mínimo laboreo o siembra directa, así como las propiedades en las que se hayan cultivado variedades específicas de trigo blando como Flish, RGT Pistolo, LG Magallanes y RGT Arrebato. Gracias a esta declaración, los agricultores andaluces no verán penalizadas sus subvenciones aunque no realicen el laboreo con volteo de suelo entre la cosecha y el 1 de septiembre de 2025, una exigencia normalmente obligatoria para recibir estos fondos.

En esta misma línea, se prohíbe la siembra de trigo blando (salvo las variedades detalladas) y de trigo duro en parcelas que hayan acogido cereales con anterioridad, como medida preventiva dentro de la rotación de cultivos. También será obligatorio eliminar, entre septiembre de 2025 y marzo de 2026, cualquier rebrote de cereal que surja en terrenos donde se cultivó trigo en la campaña pasada y que se destinen en la siguiente campaña a cultivos de primavera.

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