Bares y restaurantes de Jaén, en crisis por la falta de personal: "Si no ponemos orden, la hostelería acabará perdiéndose"
El sector denuncia la escasez de mano de obra cualificada y defiende las condiciones laborales actuales de los trabajadores
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A pesar de que las calles y terrazas todavía mantienen actividad tras la temporada alta, en el corazón de bares y restaurantes se libra una lucha silenciosa, la de encontrar manos que sostengan un sector que se resiente cada vez más. La hostelería de Jaén afronta una paradoja que desespera a los empresarios: hay trabajo, pero falta quien quiera hacerlo.
Francisco Navarro, presidente de Hostur Jaén, apunta a la incompatibilidad de algunas ayudas con el trabajo como un factor que está afectando la contratación de personal en el sector. "Uno de los motivos precisamente son las subvenciones del estado, que, pensando que están haciendo un bien mayor, se está convirtiendo en un problema para entrar al mercado laboral porque está claro que es más cómodo cobrar desde el sofá de tu casa", manifestó. Juan de la Torre, propietario de Mesón Séneca, comparte diagnóstico: "Llamé a un chico el otro día para pedirle los datos con la idea de darle de alta y me dijo que entonces no podía porque iba a perder una beca".
Con más de medio siglo de experiencia a sus espaldas, de la Torre ha visto cómo cambiaban las costumbres, las cartas y los clientes, pero lo que ahora padece —asegura— no lo había vivido nunca. Así, señala como otro de los problemas la falta de implicación del personal y, aunque reconoce que los empresarios tienen una serie de obligaciones, lamenta que el personal se ha acostumbrado a exigir: "Son inexpertos y yo personalmente doy la oportunidad de intentarlo porque todos tenemos que ceder, pero hace no mucho vino un chico un día y, sin saber cómo servir una caña, me pedía un aumento de sueldo".
En este sentido, Navarro precisa que la hostelería arrastra una mala fama que dificulta atraer y retener talento, pese a los empresarios de Jaén cumplen con la normativa vigente. "Puede haber gente, pero la mayoría intentamos cumplir con los contratos de manera adecuada. Estamos hablando de un salario medio de 1600 euros brutos y la provincia tiene un coste de vida razonable en materia de alquiler, no estamos hablando de zonas como Mallorca", apunta.
La falta de personal cualificado no es exclusiva de la hostelería, sino un fenómeno que se extiende a muchos otros sectores. “Nos encontramos con un problema generalizado y es que no hay mano de obra especializada, y eso complica la contratación”, lamenta Navarro. Una visión que comparte de la Torre, que va más allá y denuncia que “no hay aprendizaje en ningún sitio” y que lo ve incluso en su entorno familiar: “Mi hija trabaja en joyería y me dice lo mismo, que la gente no está implicada y que falta preparación”.
A juicio del propietario del Mesón Séneca, la solución pasa por marcar horarios claros, no solo para organizar la jornada y hacerla más atractiva a los trabajadores, sino también para educar a los propios clientes. “Mientras unos disfrutan, otros trabajan, y esas personas también tienen familia. Si no ponemos orden, la hostelería en Jaén acabará perdiéndose”, advierte.
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