Bordadores jiennenses en guerra denuncian un mercado negro en Pakistán: "Me copian un diseño al mes"
COFRADÍAS
El bordador de Andújar Pedro Palenciano denuncia estas 'mafias' que perjudican esta forma de arte sacro andaluza
La juventud de Jaén se cobija bajo el manto de la Esperanza en una jornada histórica

Andújar/En los últimos meses no se habla de otra cosa en las cofradías, especialmente desde que ha salido a la luz la última adquisición de un bordado de origen pakistaní por parte de una hermandad sevillana. Sin embargo, el dilema va mucho más allá: toda una organización de pseudotalleres con sede en el país islámico proliferan en las redes sociales con un catálogo de plagios de lo más descarado. Los artesanos del bordado no dan crédito a lo sucedido por una sencilla razón: sus diseños se calcan y se venden como propios por un precio irrisorio.
Al margen de la competencia que podría existir en este sector, lo cierto es que el gremio del arte sacro ha conseguido unirse más que nunca en este sentido. Y lo ha hecho para emitir un comunicado a nivel andaluz en torno a esta problemática que ya afecta a una buena parte de los talleres establecidos en nuestra comunidad. Uno de ellos es el de Pedro Palenciano, cuyo prestigio y valor trascienden las fronteras de la provincia de Jaén gracias a los innumerables trabajos que acumula en el orbe cofradiero.
Mientras trata de formalizar una asociación provincial para este mismo sector en su tierra, el iliturgitano nos atiende con una respuesta automática: "A mí me copian un diseño al mes". Su dibujo para el palio de la hermandad del Nazareno de Linares, entre otros muchos ejemplos, cuenta con una reproducción casi íntegra realizada por estos artesanos clandestinos. "Tienen prácticamente todos nuestros trabajos copiados", sostiene. Y frente a un vacío legislativo en el que no encuentran apoyo institucional, poco pueden hacer.
Ante la eficacia con la que los pakistaníes reproducen cada nuevo diseño, Palenciano baraja un posible acompañamiento, o dicho de otro modo, una mente pensante. "Yo creo que alguien los está aconsejando, porque es demasiado flagrante". Poco o nada se sabe de quiénes están detrás de estos perfiles que empiezan a captar adeptos con sus publicaciones. "Se mueven mucho por redes sociales y, si los denuncias, siguen funcionando al segundo con otra cuenta".
Cómo surge el problema
Para comprender aún mejor esta situación es necesario contextualizar el asunto desde el momento de su inicio: marzo de 2024. En los días previos a la Semana Santa, la hermandad de la Clemencia de Jerez anunciaba uno de sus grandes estrenos para el Martes Santo. Se trataba, ni más ni menos, que de un imponente manto procesional bordado sobre terciopelo en Pakistán. "Ahí saltó la liebre", explica Palenciano, a cuya autoría responde precisamente el diseño del paso de palio de esta dolorosa, realizado con anterioridad a este suceso. "La punta de lanza fue ese manto de la Virgen de Salud y Esperanza", una obra a la que en cuestión de meses se ha sumado una nueva pieza.
Si bien se conoce que estos supuestos talleres empezaron a intervenir en el mercado sacro con la realización de textiles para formaciones musicales, guiones y otros enseres, "ahora entran en un terreno más complejo". La nueva protagonista de esta trama llegaba hace tan solo cuestión de un mes: la Virgen de los Ángeles de Morón de la Frontera recibía la donación de un nuevo manto confeccionado en estas mismas circunstancias, un hecho que tampoco pasaba desapercibido en el foro cofrade de gran parte de Andalucía.
Ahora, lejos de estas dos piezas que se presuponen con base en un diseño original, los bordadores empiezan a ver violentado su trabajo con todo un recopilatorio de obras completamente plagiadas y puestas a la venta con absoluta pasividad. "Cogen un bordado de mi taller y ponen que es suyo", reclama el de Andújar. De hecho, la globalización del sector y la continua presencia en redes de la mayoría de estos diseños ejecutados tiene mucho que ver con esta imitación. "Cuentan con tal cantidad de información que les es fácil copiar".
Lo barato sale caro
A pesar de que las asociaciones del gremio tratan de concienciar a la población y muy en especial a las cofradías, los bordadores en particular insisten en la importancia de dar a entender el peligro que esta realidad supone. "El valor del arte sacro en Andalucía es indudablemente la calidad y excelencia que intentamos defender y fomentar", expone Palenciano frente a un producto low-cost que se antoja "malo y cutre".
La mayoría de afectados no hablan siquiera de lo que podría calificarse como competencia desleal, sino del hecho de que esta mafia acabe entrando en el tejido productivo restando un plus de calidad. "Por encima de todo no tienen el arte patrimonial que nosotros defendemos". En este sentido, se desconoce incluso si los mencionados competidores pakistaníes usan hilos de metal o plástico. "Lo ideal es que se pusieran aranceles a este tipo de mercadeo", plantea.
Una de las claves por las que estas cuentas resultan atractivas para ciertas hermandades es probablemente el precio de coste de cualquier encargo, a lo que Palenciano es claro: "Siempre hay cauces para canalizar los bajos presupuestos y prueba de ello son los múltiples ejemplos en los que hemos acudido a técnicas del bordado menos costosas como el recorte". Incluso, lejos de la estética resultante (más o menos acertada para algunos), el iliturgitano pone sobre la mesa una realidad todavía más delicada. "Si las propias cofradías defienden unos valores cristianos y humanitarios, acudiendo a estos talleres fomentamos un trabajo esclavista, con connotaciones sociales muy complicadas".
Primeros casos en Jaén
El plagio del bordado ha llegado también hasta Jaén capital, donde surgen ya las primeras cofradías con su patrimonio artístico afectado. Resulta cuanto menos llamativo ver cómo uno de los mencionados espacios pakistaníes expone sobre un bastidor en uso la fotocopia del original techo de palio de la Virgen de la Estrella. De igual manera, los hermanos de la Borriquilla descubrían en otro de los perfiles un trabajo con una más que evidente "inspiración" en el faldón frontal del paso de su Virgen de la Paz.
Mientras los artífices de estos diseños comparten el perjuicio de sus obras con sus seguidores en las redes sociales, es bastante probable que los susodichos continúen agenciándose incontables trabajos ajenos. "Tenemos que fomentar que lo que se hace aquí es de una calidad más que excepcional", insiste Palenciano. A este caso, añade un símil con un producto de referencia local. "En Jaén sabemos mucho de aceite y cuando hemos sabido valorar lo nuestro nos ha ido mejor".
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