El caso del calabozo de Jódar se estanca por el choque de versiones horarias

El médico que atendió en Jódar a los policías investigados por el posible homicidio de Cristóbal Montávez y al propio fallecido horas antes de que, según la versión policial, este se suicidara en el calabozo del pueblo la madrugada del 30 de octubre de 2020, ratificó este viernes en el Juzgado de Instrucción número 1 de Úbeda su relato inicial de lo que ocurrió aquella noche en el centro de salud: los agentes llegaron a las Urgencias con Cristóbal, al que habían detenido por desórdenes públicos, poco antes de la medianoche, sobre las 23:45, los atendió durante tres cuartos de hora o una hora, aproximadamente, y se marcharon, por tanto, pasadas las 00:30. El fiscal, como ya pasó en la comparecencia de los policías en abril, no estuvo presente durante el interrogatorio. En una investigación marcada por varias incongruencias entre los datos y los testimonios que hay sobre la mesa, esta versión arroja más sombras que luces al caso.

Los dos agentes de la Policía Local de Jódar declararon en 2020 ante la Guardia Civil -y así lo repitieron ante el juez instructor, ya como investigados, hace algo más de un mes- que detuvieron a Cristóbal en torno a las 23:30 por enfrentarse a ellos y agredirles después de que le pidieran que dejara hacer ruido y volcar contenedores en plena calle, con el toque de queda nocturno por el coronavirus ya activado. Antes de la detención hubo un forcejeo. Tal y como ha ido publicando Jaén Hoy en los últimos meses, por un lado, en el parte de asistencia sanitaria de Cristóbal se fija las 00:07 como hora de ingreso, dato que coincide con el del informe ad hoc del Servicio Andaluz de Salud (SAS) aportado a la causa. Cabría pensar que esa diferencia -menos de media hora- no es lo suficientemente amplia como para hablar de incoherencia -no en vano, la jueza que sobreseyó el caso en 2021 antes de que el Tribunal Constitucional ordenara reanudarlo en diciembre, vino a decir que era inevitable que hubiera un margen de ‘error’ temporal entre las versiones-, pero lo cierto es que la cuestión horaria se ha convertido en un aspecto que requiere precisión quirúrgica en esta investigación.

Por un lado, los dos policías investigados aseguraron hace más de cuatro años y medio que llevaron al detenido al calabozo de la Policía galduriense sobre las 00:15; sin embargo, de acuerdo al médico, a esa hora todavía se encontraba en el centro de salud. Por otro, los dos guardias civiles de Huelma a los que se avisó para trasladar a Cristóbal al cuartel de Baeza explicaron, en su atestado, que el preso estaba armando jaleo en el calabozo entre las 00:35 y la 1:00, y que, cuando se marcharon de la Jefatura de la Policía Local a la 1:02, se quedaron allí los dos policías. Pero, según los partes de lesiones de estos últimos, los sanitarios los atendieron en Urgencias a las 00:55 y a la 1:05, y los propios agentes afirmaron entonces que, cuando Cristóbal ya estaba en el calabozo, se fueron turnando para vigilarlo y que no pasaba más de un minuto sin que estuviera solo.

A todo ello hay que añadir que en el informe del SAS se indica que se le dio el alta a Cristóbal a las 2:23. Es algo que no cuadra con ninguno de los testimonios. Según fuentes de la investigación, el médico lo justificó este viernes ante el juez de instrucción explicando que esa hora de alta que figura en ese documento es a la que él mismo redactó aquel informe, una vez se quedó tranquilo en el centro de salud tras atender a los policías y al arrestado.

A la espera de las grabaciones de las cámaras

A arrojar luz al respecto ayudarían las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del centro de salud aquella noche, pero, de momento, sólo se ha aportado a la causa un vídeo que va desde las 23:00 a las 00:00 horas, un fragmento insuficiente tanto para confirmar como para tumbar la versión de los policías locales y de los guardias civiles. En cualquier caso, esa prueba sí permite descartar que los agentes y Cristóbal llegaran al centro de salud antes de la medianoche, como sostiene el médico que los atendió. Según las fuentes de la investigación consultadas, durante los sesenta minutos que dura el vídeo no se ve aparecer por allí a ninguno de los tres.

Tal y como avanzó este periódico, la familia Montávez, como acusación particular, ya presentó un recurso de apelación para conseguir las imágenes registradas por las cámaras durante toda aquella madrugada y la mañana posterior, hasta las 11:00 del 30 de octubre. También reclama que se llame a testificar al resto de profesionales sanitarios que estuvo de guardia en las Urgencias del centro durante esas horas, una solicitud que ya rechazó en primera instancia el actual juez instructor al considerar que esas declaraciones son “innecesarias e inútiles” para la causa.