Cazorla no se rinde: nueva protesta para exigir la apertura del centro de salud

Cazorla vivió una nueva jornada de protesta frente a su centro de salud cerrado. Bajo las amenazas de tormenta, unos 700 vecinos se concentraron en torno a las ocho y media de la tarde para dejar su huella, literalmente, en un vendaje que cubría toda la fachada del edificio. Cada participante plasmó su mano bajo su nombre y fecha de nacimiento en un gesto simbólico que recorrió los cerca de 150 metros que rodean el centro.

Durante la concentración, se leyó un manifiesto a cargo de vecinos que explicaron las acciones recientes de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública Cazorla en lucha. También intervino el alcalde, José Luis Olivares, quien informó sobre los avances en las gestiones con la administración, incluyendo respuestas a informes del Defensor del Pueblo. Para cerrar el acto, la Escuela de Artes Vivas Elisa Muñoz interpretó una seguidilla, una danza con la que las alumnas expresaron el dolor y la rabia sentida por el abandono que sufren.

Esta concentración se suma a las numerosas movilizaciones celebradas en los últimos meses, desde marchas multitudinarias hasta concentraciones en la capital de Jaén. A pesar del anuncio de la Junta de Andalucía sobre la futura construcción de un nuevo centro sanitario, la población denuncia la falta de medidas provisionales eficaces y el deterioro de la atención de proximidad.

“Fue un acto muy visual, muy emotivo. La venda representaba las heridas del centro de salud y el deseo de la ciudadanía de curarlas, de alargarle la vida útil mientras se construye el nuevo”, explicó el alcalde. “La gente no entiende por qué, con una reforma de mantenimiento, no puede seguir prestando servicios allí”. Olivares lamentó que, a pesar del anuncio de la Junta, no se hayan tomado medidas provisionales: “Hemos ofrecido que el Ayuntamiento asuma el coste de esas pequeñas reformas, que podrían hacerse con 60.000 a 80.000 euros, pero no obtenemos respuesta”.

El actual emplazamiento en el Hospital de Alta Resolución (HARE), alejado del casco urbano, es una de las principales quejas. María del Mar Palomares, vocal de Cazorla en lucha, denunció que “el traslado al hospital significa para muchos vecinos, especialmente personas mayores, un acceso impracticable. El carril peatonal sigue sin estar acabado y la rampa de acceso no es apta para personas con movilidad reducida. El transporte público actual no es viable para cubrir esas distancias”. Por su parte, el alcalde explicó además las dificultades técnicas y económicas: “No podemos modificar el contrato del transporte urbano sin crear una ordenanza y una tasa que recaerían sobre los vecinos, lo que no sería justo”.

La situación afecta también a la economía local. “Más de un centenar de autónomos han firmado un manifiesto porque están perdiendo clientela. Las farmacias hacen trámites administrativos que no les corresponden y el comercio local se resiente”, señaló Olivares.

El transporte urbano actual conecta diferentes zonas del casco antiguo, pero no es viable para trasladar vecinos al HARE, ubicado a varios kilómetros. Desde el Solar, el trayecto puede durar más de una hora, lo que convierte el acceso en misión imposible, especialmente para personas mayores que necesitan atención médica cercana.

Palomares expresó las intenciones de la plataforma, que no son otras que verificar el estado real del edificio: “Queremos que un técnico certifique el estado de nuestro centro de salud porque no está en tan malas condiciones como dicen". "No queremos que nos trasladen a un hospital que está vacío y sin especialistas, mientras aquí perdemos el servicio de proximidad que necesitamos”, añadió la vocal.

Con una población que se triplica los fines de semana y eventos como el Festival de Blues a la vuelta de la esquina, los vecinos temen que la saturación y la falta de atención primaria cercana generen situaciones graves. La demanda es clara: reapertura inmediata del centro de salud del casco urbano, con condiciones seguras y dignas para todos.

Dos meses de protestas en cadena

El conflicto comenzó el 1 de abril, cuando la Consejería de Salud y Consumo anunció el cierre del centro alegando daños estructurales graves por las lluvias. Desde entonces, los servicios de atención primaria se trasladaron al HARE, en las afueras del municipio.

El malestar vecinal se manifestó desde los primeros días. El 7 de abril tuvo lugar la primera concentración y, tan solo cuatro días más tarde, se realizó una marcha simbólica hasta el hospital. El 22 de abril, más de 4.000 personas salieron a las calles en una protesta multitudinaria. En mayo, las movilizaciones continuaron con actos simbólicos frente a la Delegación de Salud en Jaén.

El 15 de mayo, la consejera de Salud, Rocío Hernández, anunció la futura construcción de un nuevo centro, pero sin plazos concretos. El Ayuntamiento recuerda que desde el 8 de abril puso a disposición los terrenos necesarios para dicha obra, y reclama una respuesta clara sobre su viabilidad.

Desde principios de abril, la plataforma ha organizado grandes manifestaciones, con una cadena humana y numerosas concentraciones semanales para mantener informada a la población. Entre sus actividades, destacan talleres para confeccionar pancartas, rutas saludables hacia el HARE y un grupo solidario que facilita el traslado diario de personas mayores o con movilidad reducida hacia el hospital, dada la inaccesibilidad del lugar.

Mientras tanto, la plataforma y la ciudadanía insisten: no quieren esperar años ni depender de promesas. Exigen soluciones inmediatas y que la atención primaria vuelva al casco urbano. Entre los próximos actos convocados está un taller de pancartas para este viernes, 20 de junio, en la Plaza de la Corredera, donde también se entregarán camisetas de apoyo y se seguirá con la recogida de firmas para solicitar la rehabilitación del centro de salud.