Familias de un colegio de Jaén denuncian años de infracciones: "Hay carencia de espacio por todos lados"
Provincia
La construcción de un nuevo edificio para el CEIP José Plata fue aprobada hace más de una década, pero sigue sin ejecutarse
Recaudan fondos para instalar un nuevo aire condicionado en un colegio de un pueblo de Jaén

Mengíbar/El CEIP José Plata de Mengíbar arrastra desde hace años graves deficiencias estructurales y de espacio que vulneran, según las familias, la normativa educativa vigente. Así lo denuncia Pilar Juárez, representante de las familias y miembro de la AMPA del centro, que ha decidido iniciar una nueva movilización junto a otros afectados.
“Hace 15 años se aprobó la construcción de un edificio para albergar infantil y el comedor. El proyecto está licitado y con todos los permisos desde hace tiempo, pero seguimos sin obra”, resume Juárez. Entre las carencias más urgentes, las familias destacan que este centro de aproximadamente 400 alumnos no cumple con los requisitos mínimos establecidos en el Boletín Oficial del Estado. En concreto, hacen referencia a que no cuentan con un gimnasio, un patio parcialmente cubierto, un aula de desdoble o una sala polivalente. "Por poner un ejemplo, mi hija no recibe clases de religión y, en esa hora, su profesora tiene que llevarla a la biblioteca porque no hay sitio", asegura la representante de las familias.
“Incluso el centro carece de una sala para guardar el material. Nos han dicho que el año que viene tendrán que meter armarios en los pasillos porque no hay espacio”, añade la representante. La biblioteca desaparecerá el próximo curso, al tener que habilitarla como aula debido al aumento de matrículas. “Se pierde un recurso fundamental para el aprendizaje, solo porque no se construye lo que ya está aprobado desde hace más de una década”, lamentó.
El centro, ubicado en la zona de expansión de Mengíbar, es uno de los que más alumnos recibe del municipio. "En los demás sí hay más plazas libres, pero este está lleno porque es el área donde la gente joven se está yendo a vivir y llevan ahí a los niños", matizó Juárez. Esto hace que, pese a ser un problema histórico en el municipio que algunos vecinos han llegado a normalizar, la situación se haya agravado en los últimos años.
Juárez afirma que el proyecto para la nueva construcción depende ahora de la Agencia Pública Andaluza de Educación, pero denuncia que “no está recibiendo ni dando explicaciones a nadie”. Tanto desde el centro como desde la FAMPA (Federación de Asociaciones de Madres y Padres) se ha trasladado el mismo mensaje: “Si no hacemos ruido, no se moverán”.
Por ello, las familias han comenzado a preparar una campaña de presión pública, que incluirá cartelería, manifiestos y concentraciones. De momento, no hay fecha concreta para una manifestación, pero se está trabajando en coordinación con la FAMPA y otros centros con problemas similares en la provincia como Peal de Becerro y Navas de Tolosa.
“La situación es insostenible. Llevamos años normalizando carencias que afectan directamente a nuestros hijos. Lo único que pedimos es que se cumpla lo que ya está aprobado y que se respeten los derechos del alumnado”, concluyó Juárez.
De igual forma, la presidenta de la AMPA, Margarita Gutiérrez, lamenta a este periódico que, si no fuese por el trabajo que realizan los propios padres, los pequeños estarían en peores condiciones: "En un aula no llegaba el sistema de climatización fuimos nosotros los que pagamos un aire acondicionado". Sin embargo, ni Gutiérrez ni Juárez pretenden rendirse. "Hemos preparado otro escrito, como todos los anteriores, para mandarlo a delegación a través de burofax, que parece que es más efectivo, para intentar mover algo", reconoce la presidenta.
Las deficiencias de la infraestructura ya ha supuesto algún peligro para los niños del centro. "La instalación eléctrica es de los años 60. El Ayuntamiento hizo un pequeño arreglo como pudo para colocar los enchufes y, hace un tiempo, uno de ellos salió ardiendo. Por suerte, el niño que se sentaba ahí ese día no había ido a clase, pero podría haber pasado una desgracia", exclama Gutiérrez.
Ayuda municipal
El alcalde de Mengíbar, Juan Bravo, ha denunciado que desde 2016 espera que la Junta acometa la ampliación proyectada desde 2010. Señala que el patio del centro contaba con el pavimento roto y que, para paliar la situación, aprovecharon el césped del campo de fútbol del municipio en el CEIP José Plata. "Aunque no son nuestras competencias, estamos asumiendo muchísimas cosas porque somos la administración más cercana, pero hay otras que no podemos hacer porque el presupuesto municipal no nos lo permite", lamenta Bravo.
Además, el alcalde explica que se ofreció a cofinanciar la mejora de la pista, con una inversión de hasta 160.000 euros, pero la propuesta fue rechazada por la Junta: “Han sido muchas las demandas y no obedece a nada, pese a que hemos actuado nosotros, no podemos hacer un colegio nuevo".
Bravo detalla a este periódico que justo antes de la pandemia de la covid-19, en 2020, el Ayuntamiento de Mengíbar asumió un gasto de casi 90.000 euros para soterrar una línea eléctrica y adaptar el entorno del colegio, como le exigía la administración autonómica para avanzar en el proyecto de ampliación. Pese a ello, cinco años después, la obra sigue paralizada.
Pese a que esta situación es mucho más grave en el CEIP José Plata, se repite este patrón en otros colegios del municipio. Bravo citó como ejemplo el caso del colegio Manuel de la Chica, donde el Ayuntamiento ha cedido parte de la Casa de la Cultura para acoger aulas ante la falta de espacio. “Cuanto más compromiso haya del Ayuntamiento, menos inversión hay. Si le sacamos las castañas del fuego, pues eso es lo que está pasando aquí”, clama el alcalde.
La Junta de Andalucía, cuestionada por esta Redacción, aún no se ha pronunciado sobre este asunto.
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