La segunda vida del Cine San Miguel: Martos trabaja por recuperar un espacio clave para su memoria colectiva

Tras décadas de abandono, amenazas de demolición y desencuentros administrativos, el Cine San Miguel, el histórico inmueble enclavado en la Fuente Nueva de Martos, encara un proceso de rehabilitación que lo devolverá a la ciudadanía como espacio cultural de primer nivel. La operación no solo supone recuperar un edificio, sino rescatar una parte esencial de la memoria colectiva de los marteños.

El alcalde de Martos, Emilio Torres, relata con emoción lo que define como “un proceso largo, complejo y lleno de obstáculos”. Y es que, durante años, su futuro pendió de un hilo. “No es que sea un edificio excesivamente antiguo, pero sí ha sido muy importante. Durante décadas hubo quienes pensaron que aquello no tenía valor y que debía demolerse para construir viviendas”, explica.

El inmueble pasó de mano en mano entre constructoras con planes de derribo. Fue entonces cuando el Ayuntamiento intervino: “Cuando vimos que se iba a vender a una empresa para su demolición, intentamos aumentar su protección”. La presión ciudadana fue determinante, ya que colectivos vecinales, asociaciones se volcaron con la recogida de firmas que respaldaba la iniciativa municipal para frenar la demolición. Hubo incluso enfrentamientos judiciales, con denuncias cruzadas entre el gobierno municipal y promotores, que finalmente quedaron archivadas. “Con el cambio de legislatura, ya siendo yo alcalde, negociamos con el empresario y llegamos a un acuerdo de permuta. Recuperábamos el cine a cambio de un terreno donde construir una residencia. Así conseguimos la titularidad y dimos el primer paso”, detalla.

El proyecto se ha incluido en la convocatoria de fondos EDUSI. El proceso ha constado de tres fases: evitar la demolición, recuperar la propiedad y, por último, conseguir financiación para la rehabilitación. "Si todo va bien, en dos o tres años podremos reinaugurarlo”, asegura Torres.

Necesidad cultural

La rehabilitación del San Miguel no es solo un gesto patrimonial, también responde a la creciente demanda cultural del municipio. El Teatro Maestro Álvarez Alonso, considerado una joya y con aforo para cerca de 600 personas, se ha quedado pequeño. “Tenemos una agenda cultural desbordada, con programación prácticamente cerrada hasta 2026. Necesitamos otro espacio para cine, teatro o recitales, y el cine cubrirá esa necesidad”, destaca Torres.

Para muchos vecinos, el recuerdo del San Miguel está marcado por las primeras películas que vieron en sus butacas. Torres también lo recuerda con nostalgia: “Yo mismo vi allí películas tan icónicas como 'La Guerra de las Galaxias' o 'Indiana Jones'. Recuperar este espacio permitirá que padres que fueron espectadores vuelvan con sus hijos y creen nuevos recuerdos en el mismo lugar”.

Primeros pasos: limpieza y protección

Una vez municipalizado, el pasado mes de julio comenzaron las labores de limpieza del interior, en estado de ruina. Lo sorprendente fue descubrir que gran parte de la estructura y la sala principal permanecían en buen estado: “Solo hay que retirar el tejado de amianto y recuperar elementos como las butacas y el equipamiento original".

La idea final es clara: devolver al Cine San Miguel su carácter de espacio cultural abierto a toda la ciudadanía. Teatro, cine, recitales, pregones y actividades diversas formarán parte de su nueva vida. “Hay otros lugares donde levantar bloques de pisos, pero perder este cine habría sido un error histórico. Recuperarlo es honrar la memoria, proteger el patrimonio y pensar en el futuro de Martos”, concluye Torres.