La dificultad de trabajar en el mismo infierno: "Se llegan a alcanzar temperaturas extremas para nuestro cuerpo"
SOCIEDAD
Las cocinas en algunos negocios de hostelería y determinadas labores al aire libre reúnen los oficios que más sufren el calor durante los meses de verano en Jaén
¿Quién trabaja bajo el sol del verano en Jaén? Las profesiones más expuestas y los refugios climáticos
En las últimas semanas, hemos repasado algunas de las profesiones más expuestas al calor predominante durante los meses de verano. Las altas temperaturas de esta época del año marcan la dificultad de muchos oficios, especialmente durante las temidas olas de calor. En este sentido, también desde Jaén Hoy cuestionamos hace escaso tiempo si la capital jiennense estaba preparada para combatir estas cada vez más constante subidas del termómetro en la temporada estival.
De una u otra manera hay quienes tienen que convivir con el sofocante calor en su trabajo diario. Entre las profesiones más afectadas por las altas temperaturas sobresalen las relacionadas con la hostelería. La maquinaria de muchas cocinas, tales como hornos, planchas y otros aparatos eléctricos provocan un clima difícil de soportar para muchos. Si bien este tipo de trabajadores acostumbran a desempeñar sus labores en estas condiciones, en el marco del verano se vuelven prácticamente insoportables.
Junto al fuego
Uno de los negocios que más podría asemejarse a un auténtico infierno es, sin lugar a dudas, un asador de pollos. En Torredelcampo, la gerente de Don Pollo sostiene que "los meses de junio, julio y agosto son realmente difíciles de llevar". En su local se asume pronto y con cierta dificultad la llegada del verano. "Se llegan a alcanzar temperaturas extremas para nuestro cuerpo, que no está preparado para combatirlas".
Por esta razón, Maricarmen Blanca busca opciones para refrigerar el entorno, lo que se antoja una tarea imposible. "No existe remedio, salvo hidratarse mucho y mantener todas las precauciones". Según ella misma expresa, la maquinaria y los hornos impiden contrarrestar esa temperatura. "Perfectamente, hemos llegado a alcanzar temperaturas superiores a los 45ºC en días de máxima ola de calor".
Algo similar viven otros compañeros del sector hostelero, como los churreros, que se afanan en su tarea para dar forma a este tradicional desayuno sobre litros y litros de aceite hirviendo. No obstante, la modernización de muchos locales ayuda a aliviar la sensación térmica, como le ocurre a Antonio, quien lleva algo más de 11 años ejerciendo como churrero de clásica Cafetería Colón. "Nuestro local está climatizado, así que apenas me puedo quejar", admite este jiennense. Aun así, las temperaturas de la tarde merman considerablemente la clientela cada año. "Por la mañana no hay problema, da igual que sea invierno o verano".
Buscar horas más agradables
Una de las medidas tomadas por numerosos empresarios entre los meses de julio y agosto es la jornada intensiva. "Sobre todo buscamos aprovechar las horas más agradables y no exponernos demasiado a partir de las 12 y media del mediodía", explica Luis Checa, cuyos talleres pertenecen al sector de la siderurgia. Sus trabajadores pasan un buen número de horas en el exterior, precisamente para ayudar a los clientes a reducir la sensación de calor en sus casas. "Nos centramos mayormente en el montaje de estructuras como pérgolas, vallas y otros trabajos relacionados con el campo y los chalets".
Además, en Talleres Checa saben perfectamente la dificultad que suponen algunas tareas como la forja. "En la fragua se llega a fundir a 1.200 °C, por lo que estamos hablando perfectamente de un horno", señala. "Para contrarrestar esas temperaturas tratamos de beber mucha agua y mojarnos la cabeza y la cara continuamente". Afortunadamente, la situación mejora notablemente con la entrada del otoño.
Recomendaciones sanitarias
Desde Cruz Roja ofrecen una serie de recomendaciones esenciales para protegerse ante las olas de calor. Aconsejan, ante todo, mantenerse bien hidratado bebiendo agua con frecuencia, incluso sin tener sed, y evitar bebidas alcohólicas o con cafeína. También se recomienda consumir comidas ligeras y frescas, vestir ropa clara y holgada, usar protección solar, gafas de sol y evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día. Es importante mantener los hogares frescos ventilando de noche y bajando persianas durante el día, así como refugiarse en lugares sombreados cuando se está al aire libre.
Asimismo, se pone especial énfasis en cuidar a los colectivos más vulnerables, como personas mayores, enfermos crónicos, bebés o quienes viven solos, y nunca dejarlos dentro de vehículos cerrados. Incluso, se advierte sobre ciertos medicamentos que pueden aumentar la sensibilidad al calor, por lo que conviene consultar con un profesional sanitario. También es importante actuar ante los síntomas de un golpe de calor, como mareos, confusión o temperatura elevada, y acudir con rapidez en estos casos a un experto.
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