Las familias que sólo pueden bajar a la feria un día por el ruido: "Sería espectacular tener más días así"

Fueron muchos los jiennenses que aprovecharon las horas sin música en las atracciones para llevar a sus hijos

Días para la confraternización en las comidas de la Feria de San Lucas, en imágenes

La feria sin ruido: un oasis para muchas familias / Esther Garrido y Jesús Mudarra

Es común entre los jiennenses el volver a casa de la Feria de San Lucas con un pitido atronando sus oídos. Los decibelios dentro de las casetas son atronadores y en las atracciones ocurre más de lo mismo. Y si esa sensación ensordecedora es molesta a posteriori para un ciudadano común, imagínense para una persona que es especialmente sensible al ruido. Es por esto que muchos padres encuentran en las dos horas sin música en los ‘cacharricos’ que organiza el Ayuntamiento de Jaén un oasis al que acudir para montar a sus pequeños.

Nosotros bajamos sólo el día en el que no hay ruido por problemas de audición de mis hijos. Estuvieron un tiempo sin oír hasta que les operaron de vegetaciones y, después de recuperar la audición, les molestan bastante y nos impide poder acudir a sitios como la feria. Todos los años bajamos única y exclusivamente el día que hay unas horas sin ruido”, cuenta para Jaén Hoy Jesús Beltrán, padre de dos niños que disfrutan de las atracciones mientras habla con esta Redacción.

Sólo la reacción de los menores al llegar al recinto ferial, a juzgar por las palabras de su padre, bien merecen esta iniciativa que pone en marcha el Ayuntamiento. “Cuando íbamos por la cuesta ya iban dando saltos y diciendo no se ‘¡no se oye nada, no se oye nada!’. Y también hay mucha gente. No se si están como un día normal porque no bajo otro día pero hay bastante gente y creo que es rentable y ellos están contentísimos”, explica este jiennense.

Y no le falta razón pues ante las atracciones las familias hacen cola y esperan su turno para disfrutar de una tarde que no ha hecho más que empezar. Las horas sin música son dos y ruidos sí que hay, aunque no son los que uno acostumbra a escuchar. Se puede oír el bufar de los gatos que mueven las patas del Sapito Loco, el chirriar del Látigo, los frenos de la Barca Vikinga mezclados con los gritos de unos valientes que en las alturas no lo son tanto y hasta los choques de los coches locos que suelen quedar opacados por el estruendo de la música.

Demandan más días

Es por esto que este padre, y otros muchos de los que acuden este día a la Feria, reclaman que la iniciativa se amplíe, teniendo en cuenta también la duración de las fiestas en honor a San Lucas. "Creo que un mínimo de dos o tres días estaría muy bien porque mis hijos me van diciendo el resto de días que todavía hay feria, que por qué no bajamos o cuándo vamos a volver pero es que si bajamos un día normal a los diez minutos me están pidiendo que nos vayamos porque no pueden soportar el ruido. Sería espectacular si hicieran esto más días", concluye Jesús Beltrán.

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