Las familias del CEIP Jesús María exigen una solución urgente tras una semana sin clases presenciales
La Ampa denuncia la falta de alternativas por parte de la Administración educativa y solicita una reunión con la Delegación de Educación
La Junta deja un presupuesto de 365,9 millones en Jaén y baja a la tercera posición en inversión por habitante
Las familias del CEIP Jesús María de Jaén viven desde hace más de una semana una situación de “excepcionalidad” que hace "inasumible" la conciliación y un correcto desarrollo de la educación de sus hijos. El pasado lunes, las monitoras del aula matinal se toparon un suelo hundido, grietas, goteras que afectaban a paredes y techos, lo que obligó a clausurar el edificio de forma preventiva, a la espera de la evaluadción técnica municipal. Desde entonces, 150 alumnos y alumnas permanecen sin poder asistir a clase y sus padres reclaman una solución “urgente y definitiva” que permita retomar cuanto antes la actividad lectiva.
En un comunicado, la Asociación de Madres y Padres del Alumnado (Ampa) Arco de La Alameda ha denunciado la falta de alternativas por parte de la Administración educativa y ha solicitado una reunión urgente con la Delegación de Educación. “A día de hoy seguimos sin conocer si podremos volver a nuestro colegio o si bien nos tendrán que reubicar en otro centro”, lamentan las familias.
Los técnicos municipales determinaron en una primera inspección que era necesario realizar catas en el terreno y la estructura para descartar riesgos mayores. Aunque la licitación de esos trabajos ya está preparada, los ensayos aún no comenzaron a jueves día 29, según explican desde el Ampa, por lo que no se esperan resultados antes de la próxima semana. “Entendemos que estos procesos requieren su tiempo y agradecemos la celeridad con la que se están desarrollando las tareas, pero la situación se está haciendo insostenible para muchas familias”, subrayan desde la Ampa.
La principal preocupación ahora es la conciliación laboral y familiar. “Nuestros hijos llevan casi una semana en casa. Muchas madres y padres han tenido que pedir días de vacaciones o dejar a los niños con familiares, pero esto no puede prolongarse mucho más”, advierten. Por ello, reclaman que se ofrezca una solución temporal, como el traslado provisional a otro espacio educativo, “para que los niños y niñas puedan recuperar su rutina y los padres podamos cumplir con nuestras obligaciones laborales”.
Obras inevitables y un largo historial de deficiencias
Aunque el resultado de las catas determinará si el colegio puede reabrirse, las familias dan por hecho que serán necesarias obras de reparación en las zonas afectadas. En ese caso, proponen que el alumnado sea reubicado de manera provisional mientras se acometen los trabajos, para evitar que la actividad docente se vea alterada. “Nuestro alumnado ya soportó casi un curso entero con ruidos y polvo por las obras del centro de salud contiguo. Sería oportuno trasladarnos mientras duren las obras y volver cuando el colegio esté en condiciones óptimas”, señalan.
Desde la Ampa reconocen que planificar un traslado completo no es sencillo, pero sostienen que existen precedentes y espacios disponibles capaces de acoger temporalmente tanto al profesorado como al alumnado del CEIP Jesús María. “Solo pedimos la misma diligencia y sensibilidad que se ha tenido en otros casos similares”, reclaman.
Las familias denuncian que el colegio arrastra deficiencias estructurales desde hace años. Tras las obras del centro de salud, el curso pasado se clausuró un módulo completo del colegio por la aparición de grietas, y sigue cerrado a día de hoy sin fecha prevista para su reparación. A ello se suma la construcción pendiente del gimnasio, comprometida desde hace tres años y aún sin iniciar.
“Una deuda pendiente con la escuela pública”
El Ampa considera que esta crisis puede ser “una oportunidad” para que la Administración acometa "de una vez todas" las mejoras necesarias y garantice unas instalaciones "seguras y dignas". “Quizá sea el momento de subsanar todas las deficiencias y empezar a saldar la deuda que la Administración tiene, como con tantos otros colegios públicos, con nuestro centro”, concluye la asociación.
Mientras tanto, las familias siguen esperando respuestas. A falta de informes técnicos y sin un plan alternativo sobre la mesa, el CEIP Jesús María continúa cerrado, y 150 niños y niñas permanecen sin clases, a la espera de que Educación determine si podrán volver pronto a las aulas o si deberán iniciar el curso en un nuevo emplazamiento temporal.
También te puede interesar
Contenido patrocinado por Cibervoluntarios
CONTENIDO OFRECIDO POR AMAZON