Guateques, minifaldas y Seat 600: la juventud rebelde de Jaén en los 60'

Jaén Retro

Mientras España despertaba a la modernidad bajo el franquismo, Jaén vivió su propia revolución cultural

Conjunto Musico-Vocal Jaén 'Los Vandalos'.
Conjunto Musico-Vocal Jaén 'Los Vandalos'.

Mientras España despertaba a la modernidad bajo el franquismo, Jaén vivió su propia revolución cultural: una generación de jóvenes armados con guitarras eléctricas, discos de The Beatles, Los Brincos y el espíritu del rock transformó plazas y salones en epicentros de una rebeldía musical. Esta es la historia olvidada de bandas como Los Kronys, Los Nublos o Moby Dick, que convirtieron las tierras del olivar en escenario de una generación dorada.

Durante los años 60 y 70, mientras España experimentaba una lenta apertura bajo el régimen franquista, Jaén protagonizó su propia revolución cultural. Una oleada de jóvenes, inspirados por el rock, el pop británico y el movimiento ye-yé, llenó plazas, salones y cafés con una energía musical nunca antes vista. Guitarras eléctricas, baterías y teclados resonaban en una provincia tradicionalmente ligada al olivar, dando inicio a una época vibrante y llena de creatividad.

Hasta entonces, la música en Jaén se limitaba a coplas, boleros y orquestas tradicionales. Pero entre 1964 y 1968, el crecimiento económico trajo consigo un cambio radical: la aparición de una clase media con acceso a discos, tocadiscos y nuevos estilos de vida. El Seat 600, las minifaldas y los LP’s de Los Sírex, Los Bravos y Los Pekenikes se convirtieron en símbolos de modernidad, mientras los jóvenes se reunían en guateques y pequeños locales para bailar al ritmo de sonidos llegados del extranjero y de la tierra.

Pronto surgieron decenas de "combos" —pequeños grupos musicales inspirados en los conjuntos británicos— que brotaron como setas en pueblos y ciudades. Jaén no fue la excepción: jóvenes autodidactas, con instrumentos rudimentarios, comenzaron a tocar en garajes, salones de baile y cafés, llevando el ritmo del rock a rincones donde antes solo resonaba el pasodoble.

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No fue fácil. Aquellos jóvenes de pelo largo, pantalones ajustados y canciones en inglés fueron vistos como una amenaza por los sectores más tradicionales. Se les criticaba por su aspecto, su música e incluso por sus bailes, considerados "escandalosos" para la moral de la época.

Pero lejos de amedrentarse, se convirtieron en héroes de la juventud. Sus conciertos empezaron a llenarse de adolescentes que veían en ellos una válvula de escape a la rigidez del franquismo.

El terremoto musical jiennense

En la memoria de quienes vivieron aquellas bodas y verbenas de antaño permanecen grabados los nombres de los grupos que animaban las fiestas. Bandas como "Los Semáforos" de Jamilena, reyes de las verbenas, combinaban el rock instrumental con temas tradicionales.

Un ejemplo de esta pasión musical lo encontramos en Torrequebradilla, donde en 1964 un grupo de jóvenes creó la banda "Los Gringos", fabricando sus propios instrumentos por falta de recursos. Con el paso del tiempo, evolucionaron primero a "Los Nublos" (1967) y luego a "Nuevos Nublos" (1971), actuando en bodas y ferias por Jaén y Granada. Finalmente, en 1981 surgió su sucesora: "Niebla".

Pero no fueron los únicos: "Los Kronys" —precursores del rock en Jaén, cuyo legado daría lugar años después a Apache—, "Los Ases", "Los Santos", la inconfundible "Orquesta Ricardo", "Nocturno" o la vibrante "Orquesta Sahara" de Jaén. Estos grupos eran sinónimo de baile, alegría y noches inolvidables, y en verano sus acordes resonaban en la Piscina Municipal, situada en Los Jardinillos de la capital, creando un ambiente que muchos aún añoran.

Torredonjimeno, como no podía ser menos, también tuvo sus propios embajadores musicales. Entre ellos destacaron "Los Fender" y "Los Josman", un grupo formado por dos Josés, dos Manolos y un Andrés, con edades entre 15 y 17 años. Dejaron huella no solo en su pueblo, sino en toda la provincia, versionando éxitos de Miguel Ríos, Los Mustang o Los Beatles. Su fama fue tal que llegaron a actuar en TVE, compartiendo escenario con grandes figuras de la canción. Fueron pioneros del merchandising, repartiendo postales firmadas entre sus fans. Actuaron en las mejores salas y clubes de España, siendo cabeza de cartel en numerosas casetas de feria. Quienes los escucharon aseguran que su talento era excepcional. Sin embargo, como ocurrió con tantos otros grupos, el servicio militar obligatorio ("la mili") terminó separándolos.

En Linares, por ejemplo, lugares como el Casino Olimpia o La Amistad acogieron, desde los años 30, a formaciones como la orquesta de cuerda "Los Cuatro Gatos" o la "Juventud Musical", demostrando que la pasión por el espectáculo en vivo siempre ha estado presente en Jaén.

Éxitos más allá del olivar

Algunos proyectos trascendieron lo local, dejando huella en la música española:

Moby Dick (1970): Este grupo, una fusión jiennense-salmantina, tuvo una carrera breve pero destacada, grabando solo tres discos. Alcanzaron el éxito al llegar a ser número uno en ventas en países como Venezuela y ocupar puestos altos en las listas españolas.

Su curioso nombre surgió de una rima popular: "Moby Dick, la ballena blanca, dos de Jaén y dos de Salamanca", reflejando los orígenes de sus integrantes.

Un hecho singular ocurrió poco después de su formación: la reconocida cantante afroestadounidense Donna Hightower, establecida en España, fue acompañada en numerosas ocasiones por el grupo, lo que añadió un giro interesante a su trayectoria. Este vínculo se reforzó cuando Hightower ganó el 𝗜𝗩 𝗙𝗲𝘀𝘁𝗶𝘃𝗮𝗹 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗖𝗮𝗻𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗠á𝗹𝗮𝗴𝗮 𝗖𝗼𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗦𝗼𝗹 en 1971 con el tema "If You Hold My Hand". Sin embargo, el grupo se disolvió a finales de 1972.

Apache (1976): Nacidos de la fusión de grupos como Cantares, Kronys y Phoenix, Apache se especializó en rock sinfónico. Su origen se remonta a 1976, cuando surgió una formación llamada Géyser, que sentaría las bases de lo que, tres años después (1979), se convertiría en Apache, nombre con el que alcanzarían la fama en el circuito del rock sinfónico.

Apache.
Apache.

Curiosamente, en sus primeros años, el grupo era conocido coloquialmente como "los Bee Gees españoles" debido a sus elaboradas armonías vocales, un detalle que contrasta con su posterior evolución hacia el rock clásico.

Con los años, algunos miembros abandonaron el proyecto, pero Luismi Peláez y Antonio Molinero mantuvieron viva la esencia de la banda.

Más de cuatro décadas después, Apache continúa en activo, con más de 150 conciertos anuales en salas y festivales. Su repertorio rinde homenaje a clásicos del rock de los 70 y 80 (Led Zeppelin, Pink Floyd, Deep Purple), lo que los ha consolidado como uno de los tributos más reconocidos de España, con seguidores incluso fuera del país.

El legado que no se apagó

A mediados de los 70, la escena musical jiennense que había brillado durante una década comenzó a desvanecerse. La recesión global afectó a la industria discográfica, y muchas bandas vieron cómo sus oportunidades se esfumaban. Aun así, su legado sigue vivo.

Muchos vinilos se convirtieron en verdaderos objetos de culto; sellos como Discos Belter e Hispavox inmortalizaron a bandas que hoy son leyendas, cuyos discos se atesoran como joyas y alcanzan precios que reflejan no solo su valor material, sino también el peso de una época inolvidable.

Más que música, identidad

Aquellos grupos no solo tocaban canciones; eran la voz de una juventud que quería vivir, bailar y soñar en una España gris. Desde los salones de baile de nuestros pueblos hasta las emisoras de Venezuela, demostraron que Jaén también latía al ritmo de la modernidad.

Los Kronys.
Los Kronys.

Décadas después, aquella efervescencia musical perdura en la memoria con nostalgia. Fue una época en la que Jaén, aunque sin figurar en el mapa nacional del pop, vivió su propia revolución cultural: una revolución hecha de chispas eléctricas, vinilos rayados y melenas al viento; la prueba de que, incluso en los tiempos más grises, la música podía ser un acto de rebeldía y de libertad.

Hoy, cuando resuena un Hammond o una guitarra de los sesenta, Jaén vuelve a sentirse joven, rebelde y dorada.

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