El subsuelo de Úbeda y Baeza empieza a contar su historia: "Tenemos un patrimonio romano que aún no hemos sacado a la luz"

Provincia

La Universidad de Jaén investiga los yacimientos de Salaria y el Cerro del Ahorcado para reconstruir su urbanismo y sistemas de abastecimiento

"La zona arqueológica de Marroquíes Bajos es tan potente que abarca desde la prehistoria hasta nuestros días"

Equipo de investigación en el Cerro del Horcado durante el año 2023.
Equipo de investigación en el Cerro del Horcado durante el año 2023.
Judit Laguna

06 de julio 2025 - 06:00

Úbeda/Baeza/En el corazón de la Loma, bajo la superficie aún intacta de campos, dos enclaves clave comienzan a revelar el peso de su historia antigua. Se trata de la colonia romana de Salaria, en el entorno de Úbeda la Vieja, y del yacimiento del Cerro del Ahorcado, en Baeza. Ambos forman parte del proyecto de investigación "La interacción sociedad–medioambiente en cuencas fluviales de Hispania meridional: conceptualización y praxis (AQVIVERGIA)", financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para el periodo 2022–2026. Tras una primera fase de prospecciones iniciada en 2023, el equipo, formado por investigadores de la Universidad de Jaén, la Universidad de Cádiz y la Universidad de Almería, ha desplegado una campaña intensiva de teledetección arqueológica.

El método empleado ha sido el georradar de alta resolución, una técnica no invasiva que permite observar lo que se oculta bajo tierra sin necesidad de alterar el terreno. Según explica Alejandro Fornell, del Área de Historia Antigua de la Universidad de Jaén y responsable del proyecto en la provincia, esta tecnología permite obtener imágenes detalladas con precisión milimétrica, que luego deben ser procesadas e interpretadas con ayuda de equipos técnicos y especialistas. El objetivo es claro: reconstruir el urbanismo y el sistema hidráulico de los yacimientos, conocer su trazado, su extensión, cómo se abastecían de agua y qué papel desempeñaron en el paisaje romano de la zona.

La elección de Salaria y el Cerro del Ahorcado responde, en palabras del propio Fornell, a que son dos yacimientos apenas estudiados hasta ahora, pese a su enorme interés. En el caso de Salaria, las fuentes escritas indican que fue una colonia romana, y en superficie aún se conservan restos de muros de gran tamaño. Sin embargo, se desconoce qué sistema de abastecimiento empleaba, si acueductos, cisternas u otro mecanismo, ni cuál era su perímetro total. Esa información permitiría, entre otras cosas, estimar la población que albergaba y entender su jerarquía dentro del territorio. “Podemos reconstruir perfectamente el urbanismo gracias a la información que nos dan estos medios técnicos”, señala Fornell, que destaca también el carácter pionero del proyecto en el uso de estas metodologías sobre el terreno.

Equipo del proyecto conformado por investigadores de la UJA y la UCA.
Equipo del proyecto conformado por investigadores de la UJA y la UCA.

En el Cerro del Ahorcado, las incógnitas son todavía mayores. Este enclave ha sido objeto de diversas interpretaciones desde que fue citado por primera vez en la primera mitad del siglo XX. A raíz del descubrimiento de un acueducto durante las obras de la autovía del Olivar en 2010, se pensó que podía tratarse de una ciudad, ya que popularmente se asocia la existencia de acueductos al abastecimiento urbano. Pero los primeros resultados de las nuevas prospecciones apuntan a otra dirección. Según Fornell, no se han detectado restos que indiquen entidad urbana, lo que hace pensar que podría tratarse de una villa romana vinculada al control del agua para el regadío. Aunque aún no se puede confirmar con certeza, todo apunta a que se trataría de un asentamiento rural de carácter agrícola, lo que abriría nuevas vías para el estudio del paisaje productivo romano en la provincia.

Uno de los mayores retos del proyecto es el propio volumen de información generada por estas tecnologías. Los datos obtenidos requieren potentes equipos informáticos para su procesamiento, lo que ralentiza la obtención de resultados, pero a cambio permite explorar el subsuelo sin removerlo, conservando intacto el registro arqueológico. La colaboración entre universidades ha sido crucial: la Universidad de Cádiz aporta el equipamiento puntero y el personal técnico que sabe manejarlo, algo que, como subraya Fornell, no está al alcance de todas las universidades. “No se trata solo de hacerse con el equipo, que es muy costoso, sino de contar con los técnicos especialistas que saben manejarlo e interpretar los datos”, puntualiza.

Uso del georradar duranta la segunda fase de los trabajos de investigación.
Uso del georradar duranta la segunda fase de los trabajos de investigación.

El proyecto AQVIVERGIA no solo aspira a documentar estructuras ocultas, sino a trazar una narrativa más amplia sobre la ocupación de La Loma en época romana. Úbeda y Baeza, hoy reconocidas por su patrimonio renacentista, podrían así enriquecer su identidad histórica con nuevas claves sobre sus orígenes. Para Fornell, estos hallazgos permitirán comprender que ya en época romana estas ciudades eran relevantes, y que su esplendor posterior tiene raíces más profundas de lo que comúnmente se cree. Se trata, en definitiva, de recuperar un pasado “que no hemos sacado a la luz” y que contribuiría a “hacer una proyección en el tiempo desde época romana, donde ya estas ciudades eran importantes y cómo luego en la Edad Moderna han mantenido su preponderancia cultural”. La tierra empieza a hablar y lo hace con la ayuda de la ciencia, que escucha, interpreta y traduce lo que el tiempo ha dejado escondido.

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