Jaén no olvida la magnitud del desastre de Valencia un año después: "Cuando crucé la autovía y lo vi se me vino el mundo encima"

Decenas de voluntarios se desplazaron por su cuenta hasta la zona para llevar agua, alimentos y esperanza en los días más duros de la catástrofe

La villargordeña que vivió 'in situ' la DANA de Valencia: "Tocó remangarse y ayudar"

Bomberos de Jaén trabajando en Algemesí, una de las zonas afectadas por el paso de la DANA en Valencia

Hace un año, la DANA que golpeó la Comunidad Valenciana dejó una imagen de destrucción y desolación. En medio del caos, no fueron pocos los jiennenses que se desplazaron hasta las zonas más afectadas para ayudar de la manera que estaba en su mano. Entre ellos, los bomberos de Jaén organizó uno de los primeros dispositivos de ayuda para colaborar en las labores de rescate y achique de agua en los municipios más afectados. Entre ellos estaba Raúl Molero, bombero del parque de la capital, que coordinó la salida y la llegada del equipo jiennense.

Desde el parque de Jaén se organizaron seis rotaciones, con equipos que trabajaban cuatro días seguidos antes de ser relevados: “Fuimos en nuestros días libres, cambiando turnos, la mayoría de compañeros se apuntaron y muchos incluso repitieron”. En total, el grupo de ayuda jiennense pasó veinte días en tierras valencianas, tal y como reconoce Molero, "todo el tiempo que hizo falta".

Entre quienes también acudieron por su cuenta a ayudar se encuentra Antonio Suárez, transportista de Villanueva del Arzobispo. Cuando se enteró de que un grupo coordinado por el grupo Jaencoop estaba recogiendo alimentos, herramientas y productos de primera necesidad, no dudó en ofrecer su camión para llevar la ayuda a Valencia. “Les dije que contaran conmigo si necesitaban transporte, que ponía mi camión a su disposición, me avisaron para ir de madrugada y ni me lo pensé”, recuerda.

Voluntarios de Jaén recogiendo suministros en la capital.

La primera imagen al llegar a la zona fue impactante. “Había carreteras cortadas, tráfico, todo colapsado”, rememora Molero. “Cuando entramos en Valencia, nos dieron una zona y empezamos a trabajar de inmediato. Estuvimos toda la noche, desde las nueve hasta las nueve de la mañana, sin parar”. El equipo de bomberos de Jaén se centró en el municipio de Algemesí, uno de los municipios más castigados. “Tenía un barranco que pasaba al lado del pueblo y se anegó completamente. El agua llegó a coger un par de metros de altura, fue una barbaridad”, señala Molero. Durante los primeros días, los bomberos se dedicaron al rescate de personas atrapadas o achique de sótanos y aparcamientos. “Apuntalamos un bloque de pisos que se había quedado sin suelo en la planta baja, con veinte familias desalojadas”, detalla.

Por su parte, Suárez se dirigió hacia la zona cero del desastre de la DANA: Alfafar. "Cuando llegué allí y crucé la autovía, se me vino el mundo encima. Fue desolador, los coches estaban unos encima de otros, los árboles arrancados y la gente sin absolutamente nada porque no había un sitio donde poder comprar”, expresa el camionero. Así, apunta el enorme caos que había esos días: “Nos mandaban de un sitio a otro, las calles estaban llenas de barro, de muebles y de coches y no se podía pasar". Finalmente, quedó un sabor agridulce en su viaje, pues, tras una larga espera en el polígono, todos los camiones con suministros fueron desalojados por una alerta roja de lluvia.

Pese al cansancio y la dureza del trabajo, si hay algo que ambos recuerdan especialmente fue la solidaridad y el agradecimiento de todos los afectados. “La gente nos daba las gracias, nos traía comida, calcetines para cambiarnos. Había muchísima gente ayudando, de todos los sitios de España. Se notaba que la gente tenía muchas ganas de colaborar”, dice Molero. El camionero, ante la imposibilidad de vaciar la carga, cogió lo poco que tenía en la cabina y se lo entregó directamente a los vecinos que se encontraban en las calles limpiando el desastre en el que se había convertido el municipio: "Les di una escoba que tengo para limpiar el camión y unas botellas de agua que suelo llevar yo siempre en mis viajes y hasta me preguntaron por si me tenían que pagar algo".

El bombero también describe la magnitud del desastre: “El agua se lo llevó todo por delante fue una destrucción enorme". Así, recuerda cómo cualquiera de las imágenes difundidas en los diferentes medios de comunicación se quedaban cortas con lo que encontraron allí. "Las marcas en las paredes llegaban a metro y medio o dos metros. Es muy difícil de entender hasta que estás allí”, manifiesta. El transportista igualmente aún se emociona al recordar todo lo que vio: "Yo mido aproximadamente metro ochenta y el nivel del agua estaba a un palmo por encima de mi cabeza, y eso que ni nos acercamos al famoso centro comercial".

Un año después, el bombero jiennense hace balance con una mezcla de tristeza y orgullo. “La pena fue lo que pasó, pero me quedo con la respuesta de todos. En nuestro parque se apuntó prácticamente todo el mundo para ir a ayudar”, concluye. Igualmente, a pesar del impacto emocional, Suárez asegura que volvería a hacerlo sin dudar: “Lo pasé realmente mal, no dormí en dos días, pero lo volvería a hacer, las veces que hiciera falta, porque de verdad era necesario”.

Desde otros parques de bomberos de la provincia, como el de Linares, también han querido aprovechar este aniversario para rendir homenaje a las víctimas y recordar aquellos días de esfuerzo, solidaridad y esperanza. En un mensaje difundido en redes sociales, destacaron el valor de todos los que participaron en las labores de rescate —bomberos, fuerzas de seguridad, voluntarios y ciudadanos anónimos— y han expresado su deseo de que tragedias así no vuelvan a repetirse. “Fueron días muy duros, pero también de unión y de generosidad sin límites”, subrayan, con un mensaje de respeto y gratitud hacia quienes “estuvieron, lucharon y ayudaron cuando más se necesitaba”.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último