Urgente llamado de Jaén Solidario: Sin sede adecuada, su labor alimentaria está en peligro

La organización afronta el desalojo de su actual sede en el colegio Ruiz Jiménez, que pone en riesgo la continuidad del servicio con el que ayudan a decenas de familias

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Catering del proyecto Jaén Solidario.

En una cocina donde cada guiso huele a esperanza, las ollas de Jaén Solidario siguen encendidas a pesar de las dificultades. Allí, entre vapores y manos voluntarias, se preparan menús que alimentan mucho más que el estómago: son platos que devuelven dignidad. Pero ese fuego, que lleva más de una década encendido, corre el riesgo de apagarse.

La asociación, presidida por Julia Molina, debe abandonar el local que ocupaba desde la pandemia en el Colegio Ruiz Jiménez, cedido por el Patronato de Asuntos Sociales. En su lugar, se levantará el futuro Conservatorio de Danza de Jaén. “Nos dijeron que las obras tardarían años, pero este verano nos comunicaron que teníamos que irnos. Desde junio busco local y no hay forma de encontrar uno que podamos pagar”, confiesa Molina a Jaén Hoy.

Desde su sede actual, Jaén Solidario cocina y reparte diariamente menús a decenas de familias que recogen la comida ya preparada para llevarla a su casa. “Creemos que el mejor comedor es la casa de uno”, resume Molina, quien insiste en la importancia de mantener la dignidad y recordar que el servicio que ofrecen es de catering.

El futuro local debe tener entre 200 y 250 metros cuadrados, pues el servicio cuenta con una infraestructura compleja: dos cámaras frigoríficas, siete congeladores, varias cocinas industriales y un abatidor, entre otros equipos. Además, la presidenta busca un espacio que permita unificar la cocina, la oficina y las aulas donde se imparten los diferentes servicios como las clases de refuerzo escolar y de español para inmigrantes.

Uno de los talleres impartidos por Jaén Solidario.

Sin embargo, las condiciones técnicas y de seguridad exigidas por la normativa —como salida de emergencia o extracción de humos—, unidas al elevado precio del alquiler, han dificultado la búsqueda. “Hemos visto locales baratos, pero no cumplen los requisitos mínimos. No puedo meter a los niños ni almacenar alimentos inflamables en un sótano sin salida de emergencia”, lamenta Molina.

La presidenta hace un llamamiento urgente a la población de Jaén: “Pedimos a quien tenga un local cerrado que piense en ayudarnos, que podríamos pagar los gastos mínimos, mantenerlo y hasta mejorarlo”. La asociación busca un espacio en las zonas de Magdalena, San Juan, San Felipe, San Ildefonso o Alcantarilla. Las personas interesadas en colaborar pueden contactar con Jaén Solidario.

Hasta 180 beneficiarios del servicio

Actualmente, la asociación atiende a unas 85 personas, gracias al apoyo del Banco de Alimentos y donaciones de supermercados, aunque espera volver a atender entre 150 y 180 usuarios cuando reciba en enero la subvención de la Junta de Andalucía.

“Les damos desayuno, comida y cena cuando tenemos recursos; ahora solo una comida al día. Vivimos de la caridad, pero seguimos adelante gracias al voluntariado y a la solidaridad de la gente”, comenta Molina, quien no oculta la preocupación por el futuro. “Sería una pena cerrar, porque la necesidad sigue ahí, pero si no encontramos local este mes, será imposible seguir”.

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