Los jóvenes jiennenses comparten su experiencia en el Jubileo del Papa: "Estoy viviendo una de mis mejores etapas de fe"

Dicen que la juventud no tiene inquietud espiritual, sobre todo en este mundo dominado por la inmediatez de las nuevas tecnologías. Sin embargo, la búsqueda de respuestas o la sencillez de la oración se imponen como un manantial todavía para miles de jóvenes católicos. Precisamente en el marco de este Año Jubilar, bajo el lema 'Peregrinos de Esperanza', el Papa León XIII consiguió darse su primer baño de masas este pasado fin de semana en un encuentro con las nuevas generaciones de la Iglesia.

Cerca de un millón de personas acudieron al encuentro de Tor Vergata desde 146 países diferentes. Todos ellos, convocados por el fallecido Papa Francisco, tuvieron en la memoria al antiguo pontífice y pudieron conocer de cerca a su sucesor. Incluso, el viernes 1 de agosto se vivía un momento especial en la Plaza de San Pedro con una eucaristía celebrada exclusivamente para aproximadamente 25.000 jóvenes españoles. Dicha misa estuvo presidida por Monseñor Luis Argüello y, como no podía ser de otro modo, también contó con la presencia del Santo Reino.

El futuro de la Iglesia

Alberto Toledo recuerda mirar las pantallas y sentir orgullo con la perspectiva aérea ofrecida de este centro de la cristiandad, dominado por una marea de camisetas verdes. "Aquí están los jóvenes de España dando su testimonio", pensó. Tiene 19 años, acaba de terminar su primer curso de seminario y fue una llamada de su rector la que lo invitó a acudir a este evento para acompañar a los jóvenes como parte de su pastoral de verano. "Ha sido una semana bastante intensa: muchas veces te vas con la sensación de que recibes mucho más de lo que tú puedes dar".

Esta oportunidad le ha ayudado a aprender ayudando, según comenta. "Peregrinar hasta la tumba de San Pedro con todo el futuro de la Iglesia para rezar todos juntos es realmente bello", sostiene. Conocer la realidad de pequeñas iglesias, visitas culturales, realizar ejercicios de catequesis a través de diferentes templos y compartir la vigilia de adoración a Jesús Sacramentado han sido tan solo algunas de las actividades desarrolladas durante estos días, con la oración a través de la música también presente.

De todas estas experiencias, el hecho de cruzar la Puerta Santa para ganar la indulgencia ha llevado a este joven seminarista a poner a los demás en el centro de sus peticiones. "Los he tenido muy presentes", confiesa. Al cruzar la puerta de San Pedro aún recuerda abrazar a sus amistades con profunda satisfacción y entregarse a las palabras de San Ignacio de Loyola, reproducidas por el propio obispo jiennense: "En todo amar y servir".

Al encuentro del Papa

Las vivencias de muchos compañeros durante la JMJ celebrada en el año 2023 en Lisboa llevaron a que el joven torrecampeño Rubén Moral quisiese experimentar algo similar en este Jubileo. "Hemos tenido la oportunidad de cruzar juntos como diócesis al menos tres Puertas Santas", subraya. La búsqueda de la espiritualidad los ha llevado por diferentes rincones de evidente importancia para el culto católico, como la basílica de San Pedro del Vaticano y San Pablo Extramuros, "siempre con nuestro arraigo andaluz y con la tierra de Jaén por bandera".

No acudieron a Roma como meros turistas, tal y como él mismo advierte, una tarea que habría resultado harto difícil teniendo en cuenta la cantidad de gente repartida por las calles de la ciudad eterna. "Pocas veces pudimos disfrutar hasta de la comida y hemos tenido que descansar en un pabellón", expone en lo que les ha llevado a compartir "una auténtica convivencia entre hermanos", con cerca de 200 jiennenses de toda la diócesis.

En cuanto a la posibilidad de ver al Papa León XIII, Moral señala cómo los jóvenes de Jaén tuvieron la suerte de verlo de cerca, ya que pasó por la calle de al lado del sector donde se ubicaban ellos. "Fue un momento increíble, tenía muchas ganas de conocer al Papa", admite. Así, como un peregrino más de cuantos se reunían en este mismo entorno, el Sumo Pontífice invitó a esta legión de juventud a seguir siendo "la sal de la tierra y la luz del mundo".

Una llamada de fe

Este Jubileo ha sido un punto de inflexión espiritual para María Ansino, de 23 años. "Al principio no tenía claro si acudir, pero podría decir que estoy viviendo una de mis mejores etapas de fe", confiesa. Después de viajar durante casi 30 horas en autobús hasta Roma, tuvo que alojarse junto a sus compañeros en un pabellón de Ladispoli. "Fue sorprendente ver cómo el espíritu de servicio y fraternidad superó cualquier incomodidad", expresa al respecto.

Además de fortalecer vínculos y concentrar toda clase de sentimientos, Ansino todavía se emociona al recordar su visita a los restos del Papa Francisco. "Ha sido el Papa de mi juventud y tuve el privilegio de verlo en la JMJ de 2023, donde sentí durante la vigilia cómo el Señor me llamaba". A este reencuentro suma también la misa en comunidad celebrada con el resto de españoles y la vigilia, uno de los momentos más impactantes a su juicio. "Ver a más de un millón de personas en silencio, de rodillas ante el Santísimo, fue una imagen de fe viva y poderosa", apunta.

Ya de vuelta en casa, con el alma y el corazón completamente llenos, espera seguir construyendo una vida centrada en Cristo y compartiendo lo vivido. "El Jubileo no acaba al volver a casa: empieza ahora, en el día a día y en lo cotidiano, donde el Señor también me espera". Y con esta llama de convicción prendida, ni María ni el resto de jóvenes jiennenses se sienten solos en este camino que sigue su propia senda.