Los lavaderos como forma de mirar al pasado: "La convivencia ha cambiado mucho desde entonces"

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Cabra del Santo Cristo recupera la esencia de estos antiguos puntos de encuentro, donde generaciones compartían historias, labores y vida

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Jóvenes y mayores escuchan las explicaciones durante el transcurso de la actividad.
Jóvenes y mayores escuchan las explicaciones durante el transcurso de la actividad.
Judit Laguna

Cabra del Santo Cristo, 23 de julio 2025 - 06:01

El sonido del agua al caer ya no era lo único que se escuchaba en el lavadero de Cabra del Santo Cristo. Durante la mañana, un grupo de personas se acercaban con jabones en mano y paños para limpiarlos.

Podría ser una imagen sacada de otro tiempo. Sin embargo, es algo que los vecinos del municipio de Sierra Mágina han tenido la oportunidad de revivir y trasladar a los más pequeños gracias a la actividad Lavaderos de Mágina: cultura del agua, organizada por la Asociación para el Desarrollo Rural de Sierra Mágina con el respaldo del Ayuntamiento de Cabra del Santo Cristo y la Asociación de Mujeres Sierra Cruzada.

Allí estaba Mari Carmen Cruz, una vecina entregada a la tradición y al recuerdo. Ella no necesitó mucho para meterse a todos los presentes en el bolsillo. Bastó con contar cómo era la vida cuando no existían comodidades como las lavadoras o secadoras, que, en la actualidad, consideramos básico. Simplemente tuvo que explicar algunas de sus memorias en aquellas piedras.

Y es que este rincón era mucho más que un sitio donde se limpiaba la ropa. Era un lugar de convivencia, "las redes sociales de antes", un punto de encuentro donde las mujeres compartían faena, secretos y hasta enfados. "A lo mejor venía alguna que traía unos trapos y si se te ponía por encima de ti, ya no te gustaba”, precisa Cruz.

La jornada, además, se convirtió en una auténtica lección de historia. Cruz desgranaba cómo, sin electricidad, muchas veces había que lavar por la noche y tenía que ingeniárselas para poder ver: “Después de venir de la aceituna, había que llevarla y luego, iba con mi marido con el coche, él aguantaba a los niños y yo con la luz de los focos, lavaba".

Y sin lejía ni productos industriales, las mujeres lograban dejar la ropa como nueva. “Se cogía, como no había lejía tampoco, se echaba el jabón y luego se soleaban. Como estaba todo aquello, parecía que era césped sembrado, pero no. Era la hierbecilla que se criaba allí de regarlas", explica. Mientras que para los más pequeños fue una anécdota divertida y un intercambio generacional en el que conocieron de primera mano el esfuerzo que había que dedicar para hechos tan cotidianos, para las mujeres que volvieron a acudir al lavadero tras décadas fue rememorar tardes enteras entre risas y trapos.

Cruz recordaba cómo había veces en las que tenía que pasar todo el día en el nacimiento: "Algunas echaban la merienda porque había que lavar mucha ropa como cuando se cambiaban las sábanas, que como éramos nueve en casa de mis padres, estábamos allí de sol a sol".

Niños frotando y aclarando la ropa con jabón.
Niños frotando y aclarando la ropa con jabón.

Patrimonio de una comarca

La iniciativa no solo se ha llevado a cabo en Cabra del Santo Cristo, sino que ya ha visitado otros municipios de la comarca como Huelma o Albanchez de Mágina. El objetivo de este proyecto no es solo inculcar a las nuevas generaciones cómo era la vida de antes, sino también poner en valor espacios ya olvidados, pero muy ricos en historia como son los lavaderos.

Aunque el mejor patrimonio que tienen los pueblos es su gente, con historias que se convierten en lecciones. "Yo lo he visto una experiencia muy bonita y estas cosas habría que repetirlas, para que estos valores no se pierdan", sentencia Cruz. Y es que, gracias a iniciativas como esta, los más pequeños descubren el trabajo duro que se realizó en sus casas para poder llegar a lo que se tiene a día de hoy: "Se piensan que son cosas que han caído del cielo, se están perdiendo muchas cosas y es una pena".

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