El nivel de los pantanos de Jaén sube apenas un 10 por ciento mientras que los de Sevilla rozan el 40

El 2025 está siendo un año de lluvias si se comparan con los precedentes, que fueron de una alarmante sequía. Esta es una situación que se ha traducido a los embalses de la provincia de Jaén aunque, según los datos ofrecidos por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el aumento de sus niveles en el último año nada tiene que ver con el de otras provincias, como por ejemplo la de Sevilla.

Mientras que en Jaén las reservas hídricas han crecido en un 10,46 por ciento, en Sevilla este auge roza el 40, con un 38,86 por ciento más que en estas mismas fechas (18 de septiembre) en 2024. Actualmente, en la provincia jiennense hay almacenados 795.676 hectómetros cúbicos, un 33,59 por ciento de la capacidad total. En los embalses sevillanos hay actualmente 618,567 hectómetros cúbicos, un 67,28 por ciento del total de agua que pueden almacenar.

También son peores los datos jiennenses que los que se han registrado durante los últimos 365 en la provincia de Córdoba, donde gracias a los 1.437,197 hectómetros cúbicos de agua que custodian se encuentran al 43,28 por ciento de su capacidad total, un 16,67 por ciento más que hace un año.

Uno a uno

La evolución anual ha sido positiva si hablamos de los grandes pantanos de Jaén (aquello capaces de retener más de 100 hectómetros cúbicos), salvo en uno, el más grande de todos ello. La excepción ha sido el pantano del Tranco, que ha experimentado un descenso del 24,05 por ciento, situándose en 126,47 hectómetros cúbicos, lo que supone un retroceso preocupante para una de las principales reservas hídricas de Andalucía.

El contraste lo marca el Guadalmena, que se erige como el pantano con mayor crecimiento relativo, al aumentar sus reservas en un 49,68 por ciento hasta alcanzar los 148,60 hectómetros cúbicos. También destacan los avances registrados en el Jándula, con un repunte del 40,51 por ciento y 127,08 hectómetros cúbicos, y en el Giribaile, que sube un 24,55 por ciento y almacena actualmente 128,06 hectómetros cúbicos.

Otros embalses también muestran un comportamiento positivo aunque más moderado. Es el caso de Guadalén, que crece un 22,10 por ciento hasta los 40,71 hectómetros cúbicos, o de La Fernandina, con un incremento del 8,14% y 83,82 hectómetros cúbicos. Por su parte, el Rumblar ha registrado una subida del 6,5 por ciento, situándose en 89,49 hectómetros cúbicos.

Estos datos reflejan la desigual evolución de los pantanos jiennenses, que dependen en gran medida del régimen de lluvias y del uso agrícola e industrial del agua. Mientras algunos han conseguido recuperarse con fuerza, como Guadalmena o Jándula, el descenso de El Tranco pone de manifiesto las tensiones en la gestión de los recursos hídricos.

En conjunto, salvo la caída de El Tranco, la mayoría de pantanos han logrado mejorar sus niveles, ofreciendo un respiro al inicio del nuevo año agrícola y generando expectativas más optimistas para la campaña de riego y el abastecimiento de la población.