Los opositores para la docencia en Jaén: "Es una prueba medieval que poco tiene que ver con las necesidades educativas actuales"
EDUCACIÓN
Este sábado 21 de junio se examinan en la provincia los aspirantes jiennenses para el profesorado en una nueva convocatoria con hasta 58 tribunales constituidos
Más de 4.500 aspirantes en Jaén competirán por casi 8.000 plazas docentes en Andalucía
Se presenta como una oportunidad con la que consolidar su futuro, en mayor o menor medida. Sin embargo, las oposiciones tan solo suponen otra prueba de fuego a la que enfrentarse para la mayoría de aspirantes que buscan trabajar como docentes. Hasta 4.536 personas se presentarán este sábado 21 de junio a una nueva convocatoria en la provincia de Jaén, donde se constituirán un total de 58 tribunales.
Existen multitud de casos, a distinguir entre novatos y veteranos en este tipo de pruebas, pero todos ellos, de una manera o de otra, pretenden acceder a los cuerpos de Maestros, Profesores de Enseñanza Secundaria, de Música y Artes Escénicas y de Escuelas Oficiales de Idiomas. A pesar de todo, el pesimismo y la desesperación son dos materias pendientes que pesan en la mochila de una buena parte de los opositores.
Una caja de recaudación
Para José Antonio Mesa, doctor en Historia, es la segunda ocasión en la que se presenta. No obstante, esta vez habla de "caos organizativo" al tener que entregar la programación didáctica en primavera. "Esto ha acortado los tiempos de estudio de forma considerable", explica. A su caso personal, se suma un ritmo frenético desde el punto de vista formativo. "Estos últimos meses he adaptado mis investigaciones a un libro, por lo que he tenido que organizar mi estudio al tiempo disponible".
La intención de Mesa es abrirse hueco en el campo de Geografía e Historia, aunque entiende que la situación es difícil frente a un modelo que se vende como competencial. "En realidad, el examen es puramente memorístico, casi una prueba medieval que no tiene nada que ver con las necesidades educativas actuales", sostiene. "Los opositores lo vemos como una caja de recaudación".
Además, la logística que entraña la oposición es otra de las reclamaciones entre los compañeros de toda la provincia. "El primer examen lo hacemos en la UJA, pero hay personas que las han enviado a Granada", apunta este jiennense. "La cuestión es que al defender nuestras programaciones, los vecinos de Jaén tenemos que ir hasta Úbeda, en el IES Los Cerros".
Por su parte, Jesús León tampoco considera realmente justa esta evaluación que tacha de subjetiva. "No se ve si un docente es bueno o no mediante una programación que se acaba aprendiendo de memoria", expone, para añadir que "a lo mejor sería más factible dar una clase práctica ante una serie de niños y valorar precisamente eso". Después de ocupar tres años de manera exclusiva a su preparación, esta será la cuarta vez que se presente. "Estoy el número 900 en la bolsa y el trabajo tampoco deja mucho tiempo para dedicarle".
Agotador y frustrante
La sensación compartida entre la mayoría de opositores, sin importar la índole de su examen, es que viven un proceso agotador y frustrante. "Son unos meses muy intensos de preparación para que acabes dependiendo del factor suerte", apunta Melany Femenia. En este sentido, añade, "terminas con la sensación de no saber nada o no ir lo suficientemente preparada".
Esta aspirante a maestra de Audición y Lenguaje en Primaria repite por segundo año consecutivo. "Me presenté por primera vez el año pasado y saqué buena nota, pero no he trabajado". Según explica, actualmente solo hay una chica docente con estas funciones en toda Andalucía e, incluso, quedan cerca de diez interinos en lista que no han podido trabajar. "Como la nota no te la guardan, te tienes que presentar sí o sí".
A su percepción, el hecho de adelantar la entrega de la programación ha supuesto una criba en toda regla: "Normalmente, se hace después de pasar la primera parte del examen, cuando sabes si estás aprobado o no". Y ante esta tesitura, expone la necesidad de buscar un sistema más justo para todos. "Es un estrés mantenido en el tiempo, sin vida familiar ni social, y hasta con una mala alimentación con tal de no parar de estudiar".
Primeras veces
El propio hecho de presentarse a una convocatoria supone un reto particular: estas, con suerte, tienen lugar cada dos años o aparecen con mayor frecuencia fuera de Andalucía. Es por ello que hay quienes, junto con la docencia, guardan un Plan B donde seguir probando suerte como funcionarios. Otros, como Juan Alcántara, toman con ilusión esta cita: "La previsión que tengo del examen es buena", resuelve. "Al final nos la jugamos en una prueba en la que determinan mucho los nervios del día y la suerte".
Este joven torrecampeño dejó su anterior empleo hace nueve meses en el sector privado para dedicar la totalidad de su tiempo al estudio, algo que él mismo destaca en su experiencia personal. "Dentro de lo que cabe, ha sido bastante tranquilo en comparación con otros muchos compañeros". Aun así, el cansancio mental tampoco escapa de su rutina diaria, incluidos los pensamientos intrusivos. "Como docente solo tengo experiencia a través de mis prácticas, pero me sirvieron para llevarme una buena sensación y elegir este camino".
Aunque se trata de su primera vez en el sistema de oposición, la opinión respecto al transcurso de esta convocatoria es compartida incluso por los formadores de su academia. "Todos coinciden en que ha sido bastante caótico el proceso por parte de la Junta y la Consejería de Educación", apunta. El desconocimiento respecto a las fechas del examen ha sido un habitual hasta hace relativamente poco, a lo que Alcántara añade también la entrega de la programación didáctica de manera previa, "algo que no tiene ni pies ni cabeza". Y a pesar de tener clara su vocación, es contundente sobre la funcionalidad de esta prueba: "No creo que esto nos pueda valorar como docentes realmente".
También te puede interesar