Las organizaciones agrarias y ganaderas lanzan un alegato a favor de las plantas de biometano: "En Europa hay 1.548"

Asaja, Coag, UPA y Cooperativa Agro-alimentarias explican que los proyectos no atraerán macrogranjas ya que las empresas aseguran con anterioridad el suficiente suministro de residuos

Asociación Jaén Impacto, nueva entidad para promover inversiones para la provincia

Vista aérea de una planta de biometano.
Vista aérea de una planta de biometano. / M. G.

El inicio del proceso de proyectos de plantas de biometano y biogás en distintos municipios de Jaén ha causado el revuelo y rechazo de muchos vecinos, que ha dado lugar a concentraciones, recogidas de firmas y manifestaciones en contra de la instalación de esta industria. Estas plantas de biometano o biogás transforman residuos agrícolas o estiércol en biometano, un gas renovable con propiedades similares al gas natural. Por ello, las organizaciones representativas del sector agrario y ganadero de Jaén, Asaja, Coag, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias, han lanzado un alegato a favor de la implementación de estas.

Consideran que las plantas de biometano son una oportunidad para transformar los subproductos de la provincia de Jaén. De ahí que se muestren receptivas a las plantas proyectadas en la provincia, puesto que generarían empleo, valor añadido y nuevas oportunidades económicas y medioambientales para agricultores y ganaderos. Aunque, reclaman a las administraciones que ofrezcan a la sociedad información más clara y veraz sobre sus beneficios y posibles perjuicios.

"El sector productor de Jaén entiende que el biometano no es una amenaza para el campo, sino una oportunidad que estamos empezando a entender. De hecho, son los residuos ganaderos y agrícolas los que alimentan las plantas de biogás y biometano", analizan. De ahí que las organizaciones agrarias y las cooperativas consideren que ofrecen una doble ventaja: gestionar de manera eficiente los residuos agrícolas y ganaderos y, al mismo tiempo, crear oportunidades económicas para los pequeños productores. Para el sector olivarero de Jaén es una doble ganancia, puesto que puede mejorar la situación económica y ambiental y se obtiene una fuente de ingresos adicional.

Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén entienden que lo que, en la actualidad, son considerados residuos que generan preocupación, hoy, en el resto de España y en Europa, se está transformando en energía, fertilizantes orgánicos y una herramienta clave para la bioeconomía circular. En el caso del olivar, los subproductos y el alperujo serían eliminados de una forma eficaz y eficiente para generar energía limpia, evitando un problema medioambiental importante.

Las organizaciones agrarias y las cooperativas consideran que las dudas de los vecinos de los municipios donde se instalan son "normales", por lo que reclaman a las administraciones un ejercicio de transparencia y de comunicación para que, una vez que los vecinos estén bien informados, conozcan los efectos positivos, y también negativos, de las plantas de biometano. "Si los beneficios superan a los perjuicios, habrá que aprovechar esta oportunidad que la provincia no puede dejar escapar", apuntan.

Sobre las macrogranjas

En cuanto a la preocupación de muchos vecinos de que estas plantas de biometano atraigan macrogranjas, Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén lo rebaten. "Es una posibilidad que no tiene base, puesto que ninguna empresa construye una planta de biometano, que cuesta millones de euros, sin tener asegurado con antelación el suministro de materia prima, que ya ha de existir", afirman.

Por otro lado, las empresas de plantas modernas de biometano explican que trabajan en circuito cerrado, con sistemas herméticos y de desodorización. Lo que entra y lo que sale (incluido el digestato que se puede usar como fertilizante) se gestiona con control y trazabilidad. De hecho, el digestato estabilizado que resulta del proceso de obtención del biometano es mucho más fácil de aplicar y menos contaminante, puesto que, en lugar de extenderlo sin más, se lleva a cabo una inyección directa al suelo, enterrándolo, que reducen los olores a prácticamente cero. Y todo ello con beneficios para el suelo, al que devuelve nutrientes de calidad.

En Europa hay, actualmente, 1.548 plantas de biometano operativas, de las cuales más del 75% están conectadas a redes de transporte o distribución de gas. Este número ha crecido significativamente en los últimos años en países como Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, que son líderes en este ámbito y concentran la mayoría de las instalaciones, integrando el biometano en sus redes de gas natural.

stats