Así era la plaza de Santa María hace cientos de años: la inteligencia artificial la devuelve a la vida

Encoge el corazón el pensar que las calles de la capital del Santo Reino, que uno personalmente encuentra especialmente bonitas en su casco antiguo, lo eran todavía más hace décadas. Sea por la incompetencia de los representantes políticos de épocas pasadas o por la falta de escrúpulos y el exceso de ambición de los constructores de aquel entonces, Jaén capital ha perdido al menos un acueducto romano, varios edificios emblemáticos como iglesias o teatros y no pocos palacios en barrios como San Juan, la Magdalena o la Merced.

Gracias al trabajo de aquellos que aman a la ciudad y su historia, todavía es posible ver cómo serían hoy en día algunos de estos rincones de la Jaén perdida. Es el caso de la plaza de Santa María y sus alrededores, de la que el profesor de Lengua y Literatura y escritor Joaquín Cruz Quintás ha hecho una recreación gracias a la inteligencia artificial.

Explica para Jaén Hoy que la ha hecho a partir de fotos antiguas y basándose en dos planos que todavía se conservan, uno del siglo XVI y otro del siglo XVIII. Este miembro de la Asociación Civitas Lucis, que lucha para la conservación y puesta en valor del patrimonio y las calles de Jaén, ha conseguido así captar la esencia de un lugar cuya estética es hoy una completamente distinta.

En las imágenes se pueden ver las antiguas casas consistoriales en una ubicación cerca a donde hoy se ubica el trampantojo, que simula el claustro de un convento, obra del artista José Ríos. Como si estuviéramos de espaldas a la Catedral de la Asunción, en la recreación pueden verse tanto el Palacio de Montemar (que se derribó la construcción del actual Ayuntamiento) como la fachada del Obispado, que es una de las pocas partes del edificio que se conservan tal y como estaban antes de la remodelación que se le encargó al arquitecto Luis Berges Roldán.

Jaén era más bonito

Este profesor jiennense es uno de los que cree que la belleza del Jaén que el desarrollo urbanístico desmedido robó era superior al del actual. “Por supuesto que era más bonito. Ha habido en los últimos siglos una importante falta de sensibilidad e incluso de cultura en este sentido. Yo siempre digo que todo esto es culpa de políticos analfabetos y promotores codiciosos”, cuenta Cruz Quintás. “Hay una referencia del Dean Mazas en uno de sus libros en la que dice que las columnas de los patios de Jaén se contaban por centenares. Se tiraban palacios, caserones… hasta el Arco de San Lorenzo se quiso tirar. Todo por una falsa idea de progreso que se basaba en tirar edificios antiguos para hacer calles más grandes y rectas”, añade sobre todo aquello que los jiennenses no han podido disfrutar de su ciudad por decisiones que se tomaron hace cientos de años.