Una posible sinagoga en Cástulo: el hallazgo que cambia la historia de la ciudad iberorromana

HISTORIA

Nuevas investigaciones arqueológicas apuntan a que el Edificio S, tradicionalmente identificado como iglesia paleocristiana, sería en realidad una sinagoga tardoantigua

National Geographic enaltece Jaén y ubica en su territorio la ciudad más antigua de España

Restos del yacimiento arqueológico de Cástulo.
Restos del yacimiento arqueológico de Cástulo. / J. M.

El yacimiento arqueológico de Cástulo, en Linares, vuelve a ocupar el foco de la investigación histórica con un hallazgo que podría tener una trascendencia extraordinaria, tal y como adelantó El País. El Edificio S, hasta ahora interpretado como una iglesia cristiana de época tardoantigua, podría ser en realidad una sinagoga construida entre finales del siglo IV y principios del V d.C. Así lo sostienen los arqueólogos Bautista Ceprián del Castillo, David Expósito Mangas y José Carlos Ortega Díez en un reciente estudio publicado en el Anuario Vegueta de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Tras más de una década de excavaciones desarrolladas entre 2011 y 2021, los investigadores del Proyecto Sefarad Primera Luz han recopilado un conjunto de evidencias materiales, arquitectónicas y urbanísticas que cuestionan la atribución eclesial del edificio. Entre ellas, destaca el hallazgo de varios fragmentos de cerámica decorados con el símbolo de la menorá, el candelabro de siete brazos tradicional del judaísmo. Uno de los fragmentos corresponde a una tégula decorada con una menorá de cinco brazos —también documentadas en sinagogas de la diáspora— y otro a un cuenco con un grafito hebreo que podría traducirse como “Del perdón” o “Canción a David”.

Estos objetos no solo son excepcionales por su iconografía, sino también por su contexto: fueron encontrados en los niveles de uso y abandono del entorno del Edificio S, una construcción absidal con planta basilical que encaja cronológicamente en la segunda mitad del siglo IV d.C., un momento de fuerte transformación urbana en Cástulo y en el Imperio. La reutilización de calles y espacios públicos para fines privados o cultuales era común en este periodo. Sin embargo, los autores subrayan que ni en las campañas originales ni en las actuales se han encontrado elementos propiamente cristianos (como cruces, reliquias o tumbas) que permitan confirmar con seguridad la función eclesial del edificio.

Sin signos de enterramiento

De hecho, uno de los elementos más reveladores que apuntan en contra de su identificación como iglesia es la ausencia total de enterramientos tanto en el interior como en el entorno inmediato del edificio, algo completamente inusual en los espacios de culto cristianos de la Antigüedad Tardía, donde la proximidad a las reliquias de mártires y santos se consideraba esencial. Las iglesias solían estar rodeadas por necrópolis e incluso incorporaban sepulturas en sus propios interiores. Este patrón está ampliamente documentado en Hispania, donde apenas hay excepciones.

En cambio, esta falta de inhumaciones sí concuerda con las prescripciones religiosas judías, que prohíben enterramientos dentro del ámbito urbano próximo a los lugares de culto, al considerarlos fuente de impureza ritual. La sinagoga, como heredera simbólica del Templo de Jerusalén tras su destrucción, debía ser un espacio absolutamente puro, reservado a la oración, la lectura de la Torá y la vida comunitaria.

Plano aéreo del edificio en cuestión.
Plano aéreo del edificio en cuestión.

Además, la ubicación del Edificio S en un área marginal, de difícil acceso y parcialmente oculta por estructuras públicas abandonadas como las termas y el gran Edificio T, refuerza esta hipótesis: en un contexto cada vez más dominado por la jerarquía cristiana, la comunidad judía habría sido relegada o se habría replegado voluntariamente a espacios periféricos o discretos, como muestran también otras sinagogas de la diáspora.

Rasgos evidentes

Desde el punto de vista arquitectónico, el edificio presenta una planta basilical con ábside, que podría encajar aparentemente en una iglesia, pero también en modelos de sinagoga de la diáspora y de Palestina, particularmente los de planta cuadrangular o “Broadhouse”, como los de En Nashut, Isfiya o Bova Marina. Aunque el ábside se asocia comúnmente a las iglesias, en las sinagogas de la Antigüedad Tardía también se usaba como lugar sagrado para albergar el arca de la Torá.

Un análisis estadístico multivariante realizado por los autores de esta investigación demuestra que las dimensiones del Edificio S —especialmente su proporción entre anchura y longitud, cercana a la forma cuadrada— se alinean más con las sinagogas que con las iglesias peninsulares contemporáneas, lo que refuerza su posible identificación sinagogal.

Otro de los argumentos que refuerzan esta hipótesis es el contraste geográfico dentro del propio yacimiento: a escasos 150 metros, en el Área 2, se encuentra un complejo claramente cristiano con baptisterio, patena decorada con la escena de la 'traditio legis' y evidencias funerarias. Esta segregación física y simbólica entre los dos espacios sugiere una convivencia separada de ambas comunidades en Cástulo, con sus respectivos espacios de culto bien diferenciados.

Los argumentos a favor

Este trabajo de investigación reúne una serie de evidencias a la hora de valorar la interpretación de este edificio como una posible sinagoga. Estas son:

  • Lucernas con menorá: tres fragmentos cerámicos decorados con el símbolo judío.
  • Tégula con menorá de cinco brazos: iconografía presente en sinagogas de la diáspora.
  • Grafito hebreo en un cuenco-tapadera: con posibles alusiones litúrgicas.
  • Ausencia total de tumbas: a diferencia de los espacios eclesiásticos cristianos.
  • Arquitectura y planta cuadrangular: más cercana a sinagogas de Palestina y la diáspora.
  • Ubicación marginal y discreta: coherente con la opresión cristiana hacia los judíos.

Un giro en la historia

De confirmarse este hecho, sería uno de los pocos ejemplos conocidos en la Península Ibérica de sinagoga de época tardoantigua —junto a la discutida de Ilici (Elche)— y el único localizado en el centro urbano de una ciudad importante como Cástulo. Este hallazgo contribuiría de manera decisiva a ampliar el conocimiento sobre la presencia y el desarrollo del judaísmo en Hispania antes de la Edad Media, mostrando una comunidad integrada pero también relegada en el marco de un Imperio en transformación.

Hipótesis de reconstrucción del edificio de Cástulo.
Hipótesis de reconstrucción del edificio de Cástulo.

Como explican los investigadores, la construcción de la sinagoga se habría producido en un contexto de creciente hostilidad cristiana, donde el poder episcopal consolidado —reflejado en las actas del Concilio de Elvira— veía con temor la atracción de la religión judía sobre los fieles cristianos, dando lugar a políticas de aislamiento y exclusión. “Es probable que la jerarquía cristiana viera con buenos ojos que la sinagoga quedara relegada a un entorno abandonado y vinculado a espacios que ellos consideraban impuros, como las termas”, señalan.

Además, no de trata de un ejemplo de reinterpretación arqueológica, sino de una llamada a revisar con nuevos ojos los discursos históricos tradicionales. En palabras de los autores, “el conjunto de evidencias acumuladas permite plantear, con una base sólida, que Cástulo albergó una sinagoga en época tardoantigua”. Este hallazgo situaría a la ciudad jiennense en el centro de la historia judía de la península y abriría nuevas líneas de investigación sobre la convivencia y la diversidad religiosa en la Hispania romana.

stats