De los 9 euros a los 3,4 en un año en el aceite y con un ligero repunte que no cubre costes: "La tendencia es alcista"

De récord de subida del precio del aceite a situarse a poco más de los tres euros en solo un año. El precio del aceite de oliva ha vivido en el último año una fuerte caída si se compara con 2024 cuando la subida fue desorbitada debido a una baja cosecha. Lo que en enero de 2024 llegó a venderse en origen a más 9 euros el litro el aceite de oliva virgen extra, hoy apenas supera los 4 euros, con meses en los que se ha situado incluso por debajo de 3,5. Una caída que dejará pérdidas a miles de agricultores pese a que la campaña ha sido buena en producción y excelente en exportaciones.

El gráfico que se muestra a continuación deja una clara caída y un ligero repunte en último mes. Tras los 9 euros de media enero de 2024, el aceite cayó en picado con 8,8 euros el litro en febrero, 7,5 en abril, 6,2 en octubre y 4,3 en diciembre. El 2025 arrancó con la misma tendencia, 3,8 euros en marzo, 3,4 en julio y una ligera recuperación en agosto, hasta los 4 euros.

“Todo lo que sea estar por debajo de cinco euros son pérdidas para los agricultores”, resume la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). La organización recuerda que los costes de producción se han disparado hasta los 4,70 euros, especialmente en el olivar tradicional.

El año, marcado por las lluvias, permitió recuperar una parte de la producción en zonas castigadas por la sequía. Sin embargo, la incidencia de plagas mermó la cosecha en algunas zonas de Las Villas, Segura y La Loma. Igualmente el resultado ha sido una cosecha media-alta, similar a la del año pasado, pero lejos de lo que podría calificarse como abundante, según explica a Jaén Hoy el presidente de la Sectorial del Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego.

Buen ritmo en el mercado y récord de exportaciones

Aun así, el aceite ha salido al mercado a buen ritmo. “Incluso julio, que suele ser flojo, ha tenido un nivel de ventas altísimo”, explica Jesús Cózar, secretario general de UPA Andalucía. El dirigente valora la solidez del consumo: “Eso hará que tengamos un enlace de aceite prácticamente nulo de cara a la próxima campaña”.

Cózar subraya, no obstante, que el repunte reciente es insuficiente. “Mejor cuatro que tres, que es lo que hemos tenido casi toda la campaña, pero el objetivo sigue sin cumplirse:,necesitamos precios cercanos a cinco euros para cubrir los costes y poder seguir viviendo de nuestras explotaciones”, expresa.

Si por algo ha destacado también esta campaña ha sido por el récord de exportaciones, que han batido récords. Solo entre enero y junio de 2025 se enviaron al exterior más de 549.000 toneladas, con un pico histórico en mayo de casi 97.000 toneladas.

Para Cristóbal Gallego, el mercado ha demostrado fidelidad: “No tenía sentido que el precio bajara sin límite, poniéndose por debajo de la rentabilidad, cuando el consumidor está respondiendo”, critica. En julio, recuerda, se vendieron 141.000 toneladas, la mayor cifra para ese mes en la última década. “La duda era si el consumidor iba a volver a consumir aceite después de la subida de precios, y la respuesta ha sido positiva. Lo que estamos viendo ahora es un reequilibrio lógico”, apunta.

El dirigente cooperativista señala que los dos años anteriores fueron “catastróficos” en el secano, con cosechas prácticamente nulas. Este año, gracias a las lluvias, se ha normalizado la producción, también en otros países productores.“Era lógico que los precios se ajustaran, pero no a niveles por debajo de la rentabilidad”, insiste Gallego. A su juicio, el mercado comienza ahora a “regularse” con una tendencia alcista, impulsada por la fidelidad del consumidor a la calidad y beneficios del aceite.

El Gobierno prepara una retirada obligatoria

En paralelo, el Ministerio de Agricultura ha anunciado una medida inédita para estabilizar precios en caso de superproducción que se trata de la retirada obligatoria de una parte de la producción. El reglamento europeo de la OCM lo permite, pero hasta ahora España no lo había desarrollado. El departamento de Luis Planas trabaja para aprobarlo antes del 31 de octubre, de manera que pueda aplicarse en la próxima campaña 2025/2026. El aceite retirado podrá almacenarse hasta la campaña siguiente o destinarse a usos no alimentarios.

Cristóbal Gallego recuerda que esta herramienta es fruto de años de trabajo de las cooperativas. “Fuimos lo que llevamos esta iniciativa a Europa, y costó mucho vencer las reticencias de competencia. Nos llevó cuatro o cinco años. Ahora lo importante es que esté lista para poder aplicarse cuando sea necesario”, apunta. Además, el dirigente destaca además una diferencia clave respecto al almacenamiento privado: “Esta retirada será obligatoria para todos, no voluntaria. Eso garantiza que funcione”.

Existencias ajustadas, precios al alza

Los datos de existencias muestran un mercado tensionado. En junio había 645.000 toneladas disponibles, más que el año pasado (342.000), pero muy lejos de campañas anteriores. “Gracias a las salidas podemos estar en torno a 509.000 toneladas a 31 de julio. Si en agosto salieran 200.000, nos quedaríamos en 300.000 a 1 de octubre. Eso deja un margen muy justo, porque la producción nueva no llega hasta noviembre. Con respecto a los precios tal y como refleja Poolred la tendencia es alcista”, advierte Gallego.

Con estas cifras, tanto UPA como Cooperativas coinciden en que la campaña está muy ajustada y la tendencia de precios es alcista. Pero la incógnita sigue siendo la misma: ¿será suficiente para alcanzar el umbral de rentabilidad? Para Cózar, no se ha logrado el objetivo de cubrir los costes de producción. Gallego es más optimista y ve en la respuesta del mercado unas expectativas buenas. “El consumidor ha sido fiel y eso garantiza el futuro del sector. Ahora el reto es que el precio acompañe, porque lo lógico es que se sitúe por encima de la rentabilidad”, afirma.